Mujeres indígenas: emisarias de Dios y del hombre es el último libro que escribió la etnohistoriadora Raquel Padilla Ramos, el cual busca poner a las mujeres yaquis y mayos en el centro de la historia de resistencia. El INAH presentó la obra postmortem en el marco de la Feria del Libro de Antropología
Twitter: @Dal_air
Voy en carretera camino a los ocho pueblos yaquis. Raquel Padilla Ramos va de copilota y yo aprovecho para platicar con ella antes del mitin de la vocera Marichuy en Vícam Estación. Después, seguiremos la caravana del CNI-CIG a Loma de Bacum, pueblo que expulsó a la empresa que quiso imponer un gasoducto en sus tierras. Es la primera vez que me habla del libro en el que trabaja. Enero de 2018.
Hablar con Raquel, antropóloga e historiadora especializada en los Yaquis, y en constante estudio de los Mayos, es la brújula para entender lo que viven y exigen los ocho pueblos. Su palabra es imprescindible para contextualizar la historia de los yoreme que ahora se reunirán con la vocera. Prendo la grabadora.
Documento la gira de Marichuy y en ella la importancia de las mujeres indígenas en cada pueblo. Que sea una mujer-vocera-candidata aviva esas reflexiones de la participación política sobre las mesas de un país racista y patriarcal, en el marco de las elecciones.
“Las cantoras no solo tienen un cargo religioso, también tienen un cargo político. Una decisión tomada por hombres pero contravenida por una cantora, no se hace”, describe Raquel Padilla, y abunda que el rol de la mujer yaqui ha sido invisibilizado de la historia, aunque son fundamentales para la lucha y la existencia de la Tribu.
La entrevista que le hice a Raquel fue media hora sobre las mujeres yoreme y la otra media sobre temas diversos. Me siento muy honrada de que me invitara a viajar con ella desde Hermosillo, los paisajes del desierto entre montañas le dan sentido a la conversación. Inspiran. En ese momento Raquel confiesa: ya trabaja en su próximo libro sobre las mujeres yoreme.
Raquel Torua Padilla es quien impulsa el libro Mujeres indígenas: emisarias de Dios y del hombre, que el INAH presentó el 10 de octubre de 2022 en el Museo de Antropología, a tres años de la trascendencia a la vida espiritual de Raquel Padilla Ramos. Concuerdo con lo que ella dice en la presentación:
“Ella aprovecharía el tiempo de estos espacios para reflexionar sobre las luchas y problemáticas pasadas de los pueblos indígenas, de la Tribu Yaqui. Pero también las presentes. Estaría aquí reflexionando sobre el Plan de Justicia, cuestionando cómo se han hecho las cosas. Nos estaría recordando que Fidencio Aldama sigue preso, exigiendo el regreso de los yaquis desaparecidos de la Loma de Bacum, preguntádose por los albañiles detenidos en Loma de Guamúchil y estaría exigiendo por la tranquilidad, seguridad y justicia de la que se ha privado al pueblo yaqui de tantas y distintas maneras”, dijo sobre su madre.
Las cinco personas del panel que presentó el libro resaltaron el compromiso de la etnohistoriadora con los pueblos, con la investigación, con la sociedad civil. Reconocen en ella un activismo desde la academia.
Esperanza Don Juan, profesora investigadora de Historia, asegura que Raquel trabajaba esta investigación por lo menos desde 2008 y la fue madurando conforme más se acercaba a los pueblos yaquis. Destaca que una de las virtudes que tiene el libro es que contrapuntea fuentes oficiales, bibliográficas, documentales, hemerográficas, etnográficas con la versión de las mujeres.
“Destaca también la función de la mujer en el interior de la familia como garantía de continuidad de los elementos organizacionales de sus pueblos así como la reproducción”, dijo Esperanza al hacer un recuento de los capítulos del libro, y asegurar que el lucro refleja las preocupaciones de Raquel Padilla.
Asegura que el libro abreva a la función actual de las mujeres, guardianas del nido, la tierra, el cuidado de las imágenes, cantos, danzas, lengua. Enuncia a las mujeres yaquis, históricas, que menciona Raquel en el libro. Para Esperanza Don Juan, Raquel rompe el paradigma de cómo hacer historia.
Puntualiza que hay una figura llamada coyote para cada pueblo, que asume la salvaguarda del territorio, del lenguaje y es un cargo también de las mujeres y Raquel lo describe en el libro. Mujeres guerreras coyotes mismas que son altamente respetadas.
Raquel tenía complicidad con Esperanza. Ambas coordinaban el programa sobre patrimonio cultural en custodia de las iglesias. Su relato conmovió a las presentes, entre quienes estaban integrantes de la familia como sus dos hijas, Alfonsina y Raquel, Norma Lilia Oquita, su prima y su tía paterna Norma Padilla; estuvo Carmen Castillo, íntima amiga de Raquel, compañera de la maestría en la UADY de Mérida e incluso estuvo presente el director del INAH, Diego Prieto. Además de decenas de conocidas y personas que la aprecian.
Anabela Carlón, mujer yaqui de Loma de Bacum, abogada y defensora del territorio formó parte del panel que presentó el libro de Raquel Padilla Ramos. Para ella el libro es muy importante para dar a conocer la historia de las mujeres en su mismo pueblo y fortalecer su presencia y participación como mujeres yaquis, en pos de cuidar las tradiciones, la lengua, la tierra y el agua.
Su historia está en la memoria, que varias mujeres han participado y eso lo transmiten de boca en boca. Sirve para demostrar que las yoreme han ostentado cargos políticos y de batalla.
Contó que conoció a Raquel cuando la PGR desconoció la existencia de la tribu a través del mal uso de un documento del INAH. Cuenta que estaban enojados como pueblo.
Un día llegó Raquel con el equipo del INAH, se metió a hacer tortillas con las mujeres a la cocina, y ahí fue donde Anabela comprobó que no eran rumores, que realmente Raquel sabía mucho sobre su historia y lo platicaba muy natural.
“Actuaba como si no fuera servidora pública”, dice la abogada Anabela, quien trabaja por los derechos culturales y territoriales, ha encabezado luchas de la mujeres yaquis, por la tierra y el agua y contra el gasoducto. Asegura que después de esa ocasión, la convocaron para más conflictos o problemas que deliberar en el pueblo.
Raquel dedicó este trabajo a varias mujeres, entre ellas, Anabela Carlón, con quien pasaba largos ratos platicando y a quien invitó al equipo para regresar objetos yaquis del museo de Gotemburgo, Suiza.
“Discutíamos con Raquel que no se veía nada en la historia sobre las mujeres. Como si las mujeres no hubieran participado en ninguna de las luchas o en ninguna parte de la historia, pero al mismo tiempo nosotros sabíamos de mujeres que habían hecho cosas importantes”, contó Anabela en entrevista.
Asegura que la mujer siempre ha tenido un lugar de respeto hacia adentro del pueblo yaqui, e incluso se castiga si alguien le pega, sin embargo hubo la entrada del machismo y las ideas patriarcales que han determinado sus actividades como su omisión en la historia.
“Hay muchas mujeres que resguardan la medicina tradicional, las recetas, las plantas, la lengua, los cuentos, los mitos, guardan mucho y pues somos muy importantes para la sobrevivencia de la tribu”, dijo Anabela, a quien yo conocí gracias a la recomendación de Raquel.
Raquel Padilla Ramos fue una investigadora tan prolífica que hasta después de su fallecimiento nos llena con sus investigaciones comprometidas con el Pueblo Yaqui. ¡Gracias, Raquel!
Botas llenas de Tierra. Tejedora de relatos. Narro sublevaciones, grietas, sanaciones, Pueblos. #CaminamosPreguntando De oficio, periodista. Maestra en Comunicación y cambio social. #Edición #Crónica #Foto #Investigación
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