4 abril, 2023
Una niña ecuatoriana murió el pasado 28 de marzo debido a la negligencia médica de personal del Hospital General de Ixtepec, Oaxaca. Los médicos le inyectaron un medicamento no apto para menores.
Texto: Diana Manzo / Istmo Press
Fotos: Diana Manzo
OAXACA. – Angie Stephanie Segura y Pedro Luis Estrada, son migrantes de origen ecuatoriano y están tristes, su pequeña hija de 2 años de edad de nombre Conny Valentina murió el 28 de marzo, y acusan de negligencia medica a los médicos y enfermeras del Hospital General de Ixtepec, Oaxaca conocido como “30 camas”.
“Mi hija entró con vida la noche del domingo y me la entregaron muerta”, dice entre llantos Angie, quién mira su teléfono recordando imágenes de su pequeña hija, quién tenía la ilusión de tocar la nieva, cuando llegaran a Nueva York, que era su destino final.
La madre de raza afrodescendiente relató que su pequeña hija comenzó a sentirse mal de la garganta, y ya no quería comer, por lo que el domingo por la noche la ingresaron al hospital, y al día siguiente los médicos le informaron que iba evolucionando adecuadamente, sin embargo el 28 de marzo, le aplicaron una inyección en el suero llamada clendamicina, la cual consideran no es de uso pediátrico y pudo ser la causante del paro cardiaco.
Además su hija necesitaba una transfusión sanguínea y un traslado a hospitales civiles de Juchitán, Salina Cruz, Chiapas o al Hospital de la Niñez en la capital de Oaxaca, pero en el Hospital le dijeron que no se pudo por falta de cupo, lo cual lamentan los padres y responsabilizan de la muerte de su hija a las autoridades de salud.
“Es una pena que acá hayan personas no valoren a los migrantes porque no tenemos dinero, nosotros también somos seres humanos y tenemos derecho a una salud digna, pero a mi hija nunca la atendieron, solo la tenían con suero, nos dijeron que tenia anemia, y como no va ser, si tenemos 3 meses en esta travesía, a Ecuador ya no podemos volver, estamos amenazados de muerte”, narró la joven madre.
El padre de la menor, Pedro Luis Estrada dijo que hace una semana obtuvieron su permiso humanitario para poder estar en México durante un año, y lamentó que ahora su travesía será sin su hija.
Exigió justicia y pidió apoyo para que su hija pueda ser cremada y puedan llevarse las cenizas junto a ellos, debido a que a Ecuador y a Ixtepec ya no piensan regresar.
“Es doloroso todo lo que vivimos, estamos destrozados en vida con esta noticia, seguiremos nuestro camino sin nuestra niña, era nuestra única hija y la amábamos y cuidábamos mucho, mi esposa ya no puede tener mas hijos, hay esto que estamos viviendo es muy, pero muy triste”, contó.
Mario Vera, tío de la menor mostró videos de como el cuerpo de su sobrina comenzó a sufrir erupciones en su piel tras un día de estar hospitalizada y lamentó que por exigir salud digna personal de seguridad del hospital intentó desalojarlos.
“Estábamos desesperados, mi sobrina pedía ayuda estando en su cama, nos decía que no podía ir al baño, no podía hacer popó ni pipí, mi sobrina se hinchó y finalmente nos dijeron que le había dado un paro respiratorio, esto es una negligencia y vamos a denunciarlo”, agregó.
La pequeña Conny Valentina vivía en la colonia Doctores de Ixtepec, Oaxaca, junto con sus padres y tíos, quienes rentaban una casa particular, la cual dejarían esta semana para continuar su ruta hacia la frontera norte, la cual tendrá que esperar hasta que puedan tener en sus manos las cenizas de la menor.
Acudimos al hospital civil e intentamos entrevistarnos con la directora de esta unidad de salud, Yesenia Romero de la Luz, pero nos dijeron que se encontraba en la capital de Oaxaca, por lo que ningún personal quiso informar al respecto.
El grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) les brindó acompañamiento en todo momento de traslado y atención a los familiares, con la única intención de tener una atención digna.
Esta nota fue realizada por ISTMOPRESS, quien forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de A Pie. Aquí puedes consultar la original.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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