«Mi casa está en otra parte»: Un documental que retrata el dolor de la migración

21 octubre, 2022

Una película que combina la animación y el documental para contar historias más allá del muro. Esto es Mi casa está en otra parte, la nueva producción de Jorge Villalobos y Carlos Hagerman que se presentó en el festival DocsMx. En entrevista con Pie de Página, Villalobos narra los retos que enfrentaron para contar las vidas de tres jóvenes y su relación con la frontera

Texto: Kau Sirenio

Fotos: Alexis Rojas

CIUDAD DE MÉXICO. – ¿Cómo contar las historias de la migración? ¿Quiénes deben ser sus protagonistas? Aunque obvias, las respuestas a estas preguntas han desatado debates durante los últimos años. No es un tema fácil de abordar, y mucho menos explicar. El reto se incrementa cuando se quiere llegar a otros públicos, a otras audiencias.

Jorge Villalobos y Carlos Hagerman lo entendieron bien. Por eso, en su último filme Mi casa esta en otra parte, decidieron recurrir a otro formato: el del documental animado. En la película las historias de tres jóvenes de unas familias mexicanas que migraron sin documentos a los Estados Unidos cuentan su historia. Así como los retos de quedar atrapados en medio de una política migratoria que les impide vivir sin miedo.

“Nosotros en Brincas –estudio de animación– abordamos desde la animación temas sociales como derechos humanos, familiares de desaparecidos, movimientos feministas y personas con síndrome de Asperger. Nos hemos dado cuenta que la animación es la mejor forma de conectar emocionalmente con el público” soltó a bocajarro Jorge Villalobos. 

Un documental distinto

En la película Mi casa está en otra parte, la historia se hila a través de testimonios de niñas, adolescentes y adultos que, como protagonistas, narran su vida y sus vivencias como hijos de migrantes indocumentados en los Estados Unidos. Lalo, El Deporte, lleva al espectador a recorrer cada rincón de la intimidad de las familias mexicana que viven asediadas por la política migratoria del país que vive de la mano de obra barata de la migración

El suspiro no tiene cabida en la película, pues cada relato tiene una animación y ambientación propia. Desde el ensamble del lenguaje narrativo que se convierte en una poesía coral, hasta lo emotivo de los protagonistas que dejan a los espectadores sin respiros.

El rodaje arranca con la historia de Jasmine, hija de padres mexicanos que residen en Miami. Ellos viven con el miedo de ser descubiertos y deportados porque son indocumentados. Mientras, otra historia, la de las hermanas Elizabeth y Evelyn, relatan la separación de quienes no pueden estar juntas, pesar de crecer lado a lado. Ahora las separan el muro fronterizo: Evelyn prefiere vivir en México, aunque es la única de la familia que es ciudadana americana.

El filme se presentó este jueves en el Instituto Goethe-México en el marco del festival DOCSMX y forma parte de la programción en México y Estados Unidos. El fin de de esta película es visibilizar la situación que viven los migrantes mexicanos de otro lado de la frontera.

“Lo que vieron en esta pantalla son historias reales contadas por los protagonistas” soltó Villalobos.

Jorge Villalobos. Foto: Alexis Rojas

Expresar con la animación el sentir de los migrantes

En entrevista con Pie de Página, Villalobos señaló que la película es un instrumento que sirvió para dar voz a las familias que no tienen oportunidad de expresar su estado emocional:

Decidimos que nos contaran sus vivencias de la manera que ellos quisieran hacerlo y nosotros ayudar con la parte visual narrativa para que la historia llegue a mayor cantidad de persona”.

Jorge Villalobos tiene una basta carrera en las letras y en animación. Ha dirigido varias series infantiles para Canal Once. Sus cortometrajes animados y de acción suman una veintena de reconocimientos internacionales. En 2012 fundó Brinca Taller de Animación, junto a Carlos Hagerman quien también es codirector de Mi casa está en otra parte.

El director de animación confiesa que durante el rodaje enfrentaron complicaciones debido a la pandemia de la covid-19. Pero resolvieron estas dificultades con la comunicación entre la producción y las familias.

“Fue un proceso muy complejo. Una vez que habíamos conocido a las tres familias, hablamos con ellas por teléfono. Nuestra postura fue dejar que estas familias dijeran lo que quisieran decir”, precisa.

Y añade que con la familia de Jasmine, tuvieron la oportunidad de ir a su casa en múltiples ocasiones para recopilar las narraciones. Después de eso armaron los «rompecabezas».

¿Cómo vas a tejer estas historias en qué orden? ¿Qué le quitas? ¿Qué cosas te hacen falta?. Trabajamos con tres editoras muy talentosas. Cada una se encargó de una historia, así logramos la estructura que ahora se cuenta por si sola. La película es como una curva, empiezas con una niña, luego unas adolescentes y al final con un adulto. Con esto logramos que la historia vaya progresando dramáticamente”.

La película se proyectará en noviembre, en la programación del festival Animasivo. De igual forma, se espera que el siguiente año esté en salas de cine y espacios culturales de la Ciudad de México y el país.

Periodista ñuu savi originario de la Costa Chica de Guerrero. Fue reportero del periódico El Sur de Acapulco y La Jornada Guerrero, locutor de programa bilingüe Tatyi Savi (voz de la lluvia) en Radio y Televisión de Guerrero y Radio Universidad Autónoma de Guerrero XEUAG en lengua tu’un savi. Actualmente es reportero del semanario Trinchera.