Andrés Arreola era productor artístico. Los ejidatarios de San Nicolás Totolapan denunciaron desde el año pasado que se involucró en la invasión ilegal de predios protegidos para construir fraccionamientos de lujo. Con su asesinato, advierten, los ejidatarios que se le oponían se encuentran en riesgo
Texto: Arturo Contreras Camero
Foto: Armando Monroy / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Este viernes 19 de junio un grupo de campesinos terminaba el jornal de siembra de avena cuando se les acercó el comisariado del ejido Héroes de 1910 (que legalmente no existe), acompañado del empresario Andrés Arreola. Estos reclamaron por los trabajos agrícolas.
La discusión aumentó de tono, entonces, policías que hacían un retén en la carretera Picacho Ajusco –a escasos metros– se acercaron al lugar. Los campesinos demostraron la legal posesión del terreno; y las cerca de 50 personas que había en el lugar empezaron a dispersarse. Entonces, una persona desconocida se acercó a Andrés Arreola y le disparó dos veces en la cabeza. Los presentes intentaron detener al agresor, quien los amagó con el arma y se internó en el bosque.
En un comunicado, los ejidatarios y productores del ejido de San Nicolás Totolapan se desmarcaron de los hechos y condenaron el asesinato.
“Lamentamos profundamente los hechos de violencia, desconocemos su origen y manifestamos nuestra preocupación por la seguridad de los miembros de nuestro pueblo”, dice el comunicado.
El Consejo Nacional Indígena también denunció que este asesinato pone en riesgo a los ejidatarios de San Nicolás Totolapan en un comunicado:
Denunciamos que estos hechos de violencia se dan en el marco de la actuación en la zona de talamontes e invasores, que no son más que la cara visible de una política de despojo hacia los territorios de Pueblos y Comunidades agrarias e indígenas del país. Lo que ha resultado en una profunda devastación de uno de los pulmones de la Ciudad de México.
Llamamos a estar atentos a la seguridad e integridad física de los compañeros organizados del Pueblo de San Nicolás Totolapan. Recordemos que los malos gobiernos operan a través de sicarios para imponer el despojo y después se valen de sus leyes para reprimir y encarcelar a quienes se oponen a éste
CNI-CIG
En mayo de 2019, Andrés Arreola encabezó la invasión del paraje El Cofre, en el Ajusco, perteneciente al ejido de San Nicolás Totoltepec. Él junto con un grupo de personas invadieron el predio y empezaron a bardearlo; aceptaron que su propósito era construir fraccionamientos residenciales de lujo.
Un grupo de los ejidatarios de San Nicolás Totolapan se opuso. Lo hizo legal y físicamente. Desde marzo de este año iniciaron la recuperación del predio sembrando papas, maíz y avena en las tierras invadidas.
Héroes de 1910 es el nombre de una colonia que se ha ido formando cerca de estas tierras durante los últimos 30 años. Es también una figura legal inventada por quienes despojan los terrenos ejidales para su urbanización.
Esta tarde, un grupo de ejidatarios de Héroes de 1910, fueron los que intentaron detener las obras agrícolas de recuperación, junto con el empresario y productor Andrés Arreola. Sin embargo, no estaban solos.
Como muchos otros, el ejido de San Nicolás Totolapan tiene divisiones internas. Hay integrantes que buscan conservar los suelos de conservación a su cargo, y de hecho, el parque Ecológico San Nicolás Totolapan es uno de los proyectos de turismo sustentable y manejo forestal más exitoso de la Ciudad de México; y fue pionero. Es un proyecto de más de 25 años.
Sin embargo, no todos los ejidatarios piensan igual; hay quienes buscan una ganancia inmediata.
El parque ecológico de San Nicolás Totolapan, que es parte del ejido, está rodeado de campos de gotcha, asentamientos irregulares y nuevos fraccionamientos habitacionales que han ido apareciendo alrededor
Este proceso urbanizador se facilitó en 1992 con la creación del Programa de certificación de derechos ejidales y titulación de solares, el Procede, un programa que facilitó la venta parcial o total núcleos ejidales.
Pie de Página documentó este proceso en uno de los últimos reductos de bosque de este ejido del Ajusco, proceso que pasa por la tala clandestina del bosque, la quema de la tierra y la invasión ilegal predios, como la que promovía el empresario Andrés Arreola.
Cerca del predio en disputa se encuentra una casa que ejidatarios del lugar reconocen como la residencia de Andrés Arreola. Un terreno que abarca varias cuadras de la incipiente colonia Héroes de 1910. Bardas tan altas como postes de luz resguardan unas lujosas construcciones que apenas se dejan asomar. El empresario dejaba ver el dinero que tenía, cuenta la gente del lugar.
A pocos metros de ahí, en la tierra se dibujan carios caminos de terracería que se puede apreciar desde las fotografías satelitales de Google. Son el inicio de un trazo urbano para un fraccionamiento de lujo, en medio del bosque.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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