¿Cómo pasamos de “los viejitos de la Corte” a los intercambios de whats app? ¿Quiénes son los 11 jueces superpoderosos que están tomando las decisiones para el futuro de todos los mexicanos? ¿Qué Constitución que están defendiendo?
Texto: Daniela Pastrana, María Fernanda Ruiz y Alejandro Ruíz
Fotos: Suprema Corte de Justicia y Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Los mensajes enviados sin protocolo (por Whatsapp, en la noche, en tono de reclamo) de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia al presidente del Senado obligan a revisar, más allá del escándalo mediático, la relación entre los tres poderes que definen los destinos de México.
En los hechos, 11 ministros, nombrados por los presidentes en turno y ratificados por el Senado, tienen la última palabra para decisiones trascendentales del país, por encima de los poderes electos (Ejecutivo y Legislativo). Su función, al final de cuentas, es velar porque se cumpla la Constitución.
Pero ¿qué constitucionalidad están velando? La Constitución actual tiene muy poco del espíritu de los constituyentes de 1917. Solo 22 de los 136 artículos se mantienen en su versión original. El resto ha sido modificado. La Carta Magna tiene cinco veces más palabras que hace cien años. Destaca un dato: 500 de 700 artículos modificados se dieron entre los gobiernos de Miguel de la Madrid y Enrique Peña Nieto. Y en esos cambios borraron los tres pilares de la Constitución del 17: territorio, educación y trabajo.
Aquí la historia:
El 24 de diciembre de 1994, el pleno de la Cámara de Diputados, entonces con mayoría priísta, aprobó una reforma al artículo 94 de constitucional que jubiló a los 26 ministros que entonces integraban la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El objetivo de la reforma, que el constitucionalista Emilio Krieger calificó como la zedillización de la Corte, era deshacerse de los ministros afines a su antecesor, Carlos Salinas de Gortari. Para acallar las críticas, Zedillo instauró un “retiro dorado” de los ministros, con una pensión vitalicia.
La reforma implicó una reconfiguración del máximo tribunal del país. En el nuevo artículo constitucional se estableció la reducción de 26 a 11 ministros de la Corte, se limitó su mandato a 15 años (antes era vitalicio) y se estableció un periodo de cuatro años para la presidencia rotativa de la Sala Superior. La estructura se conformaría por el pleno, con 10 ministros y un ministro presidente, y dos salas, integradas cada una por cuatro ministros y un ministro presidente. También se creó el Consejo de la Judicatura, con funciones para la “administración, vigilancia y disciplina” del Poder Judicial. Y se estableció un sistema de remuneración muy alto y el “derecho a un haber de retiro” para ministros jubilados.
La reforma fue aprobada por la Cámara y enviada a los congresos locales para su aprobación. El decreto se publicó el 31 de diciembre.
El 18 de enero de 1995, Zedillo envió al Senado una lista de 18 candidatos a ministros, de los cuales fueron electos 11 en sesión extraordinaria del 26 de enero. Esos ministros fueron: José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Juan Silva Meza y Olga Sánchez Cordero.
En su campaña presidencial, el panista Vicente Fox prometió reformas profundas al poder judicial («está plagado de corrupción») y la jubilación de los viejitos de la Corte, tal como lo había hecho Zedillo años atrás. Al rendir protesta como presidente, en diciembre de 2000, Fox aseguró: «el Presidente propone y el Congreso dispone».
La realidad fue muy otra. Entre desatinos del Ejecutivo, sus desencuentros con el Legislativo, y el desvanecimiento de los otros actores políticos, el gobierno quedó paralizado hacia la segunda mitad del sexenio (Fox tuvo que entregar su quinto informe de gobierno en las puertas del Congreso). La recién renovada Corte tuvo entonces un lugar cada vez más preponderante en la escena política,
«El más desconocido de los poderes de la Unión», como lo definió el ministro Salvador Aguirre, dejó de ser el «último recurso», para convertirse en el espacio que resolvía todo: el horario del país en el verano, la reincorporación al trabajo de sindicalistas afectados por la cláusula de exclusión, la redistritación de un estado, el impuesto a las botas Fox y otros productos suntuarios, el presupuesto del Distrito Federal, las construcción del aeropuerto en Texcoco; la destitución del jefe delegacional en Iztapalapa, por incumplir un pago; la expulsión de Alejandro Echavarría, El Mosh, de la UNAM; las cuotas de género en la ley electoral de Coahuila; la inconstitucionalidad del impuesto sobre tenencia; la facultad de la Asamblea Legislativa de la capital para legislar en materia educativa, la Ley Robles (que despenalizó el aborto en la Ciudad de México), y las 12 demandas de municipios panistas contra la administración del Arturo Montiel en el Estado de México. Entre otros.
Pero no todo fue imparcialidad. En abril de 2002, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU presentó en Ginebra un informe sobre el Poder Judicial en México y salió reprobado: «La impunidad y la corrupción siguen prevaleciendo”, relató Dato Param, en su texto de 52 cuartillas. El relator aseguraba que la corrupción estaba instalada entre 50 y 70 por ciento de los jueces federales.
En la segunda parte de su gobierno, Fox nombró a cuatro nuevos ministros: José Ramón Cossio (en sustitución de Vicente Aguinaco), Sergio Valls Fernández (en lugar de Humberto Román), José Fernando Franco González (de Juan Díaz Romero) y Margarita Luna (de Juventino Castro).
En 2005, el ministro presidente de la Corte, Mariano Azuela Güitron, apoyó al golpe jurídico del desafuero para inhabilitar al entonces jefe de Gobierno de la ciudad, Andrés Manuel López Obrador.
En la primera mitad del gobierno de Felipe Calderón, mientras estuvo en la presidencia de la Corte el ministro Ortiz Mayagoitia (enero 2007 a diciembre 2010), el tribunal del país ejerció la facultad de atracción en cuatro casos emblemáticos: el secuestro y torturas contra Lydia Cacho en Puebla; el caso de Oaxaca y la APPO; las violaciones en Atenco y el incendio de la Guardería ABC de Sonora, donde murieron 49 niños y otros 104 resultaron heridos.
En este último caso estaban involucrados familiares de Margarita Zavala, esposa de Calderón. Y de acuerdo con la versión de Arturo Zaldívar (ministro desde 2009) Calderón hizo que sus funcionarios prácticamente tomaran la sede de la Suprema Corte para presionar y conseguir que dos ministros leyeran ante el pleno, como si fueran suyos, los posicionamientos que les envió la Secretaría de Gobernación.
Calderón nombró a cinco ministros, todos hombres, entre 2009 y 2012: el propio Arturo Zaldivar (quien sustituyó a Góngora Pimentel), Luis María Aguilar, José Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena y Alberto Pérez Dayan.
La gran paradoja es que, en el sexenio de la guerra contra las drogas, se aprobaron reformas constitucionales en favor de los derechos humanos. El 18 de junio del año 2008 se aprobó una reforma que estableció el cambio de modelo procesal en la impartición de justicia penal, y el 10 de junio de 2011, se aprobó otra reforma, que significó la estricta observancia de los derechos humanos de acuerdo al bloque de constitucionalidad, ordenanza que alcanza desde luego a las reglas del nuevo proceso penal mexicano. Además, en junio de 2011, Calderón realizó la declaratoria de reforma constitucional de una serie de artículos que modifican de manera significativa el juicio de amparo: el medio de protección por definición de los derechos de los habitantes del país.
En noviembre de 2012, el Senado rechazó las ternas propuestas por Calderón para sustituir a los ministros Ortiz Mayagoitia y Aguirre Anguiano.
Pero después de la salida de Calderón de la presidencia se fueron conociendo otros episodios de la injerencia del ejecutivo en las decisiones de la Corte. En el documental para Netflix sobre el caso Cassez-Vallarta, Arturo Zaldívar dijo que, siento ministro, fue amenazado por elementos de la Policía Federal, bajo el mando de Genaro García Luna, después de que el 7 de marzo de 2012 presentó un proyecto de amparo para liberar a la francesa Florence Cassez.
Zaldívar informó de los sucedido al ministro Juan Silva Meza, entonces presidente del pleno y responsabilizó a Felipe Calderón y a Genaro García Luna de su seguridad. La propuesta de amparo a favor de Cassez fue desechada, pero 10 meses después, ya con Enrique Peña Nieto en la presidencia, se aprobó la propuesta de la ministra Olga Sánchez Cordero para otorgarle la libertad inmediata a Cassez, detenida de manera irregular y con flagrantes violaciones al debido proceso.
En octubre de 2019, ya como presidente de la Corte, Zaldívar dijo en una entrevista televisiva que Calderón lo presionó e incluso “amenazó” a la Corte. Calderón negó que hubieran hablado.
En la administración de Enrique Peña Nieto, se reformó la mayor cantidad de artículos constitucionales en toda la historia del país: hizo 155 modificaciones a diferentes artículos. Eso fue posible por una serie de compromisos plasmados en el Pacto por México, suscrito por las tres principales fuerzas políticas al inicio de su administración.
Con el impulso del Pacto por México, Peña Nieto consiguió que en apenas 18 meses se concretaran 11 reformas constitucionales -entre ellas, la educativa, la hacendaria y la energética- y 81 leyes secundarias. La reforma educativa, impulsada desde la iniciativa privada con Claudio X. González a la cabeza, y la hacendaria se aprobaron sin problemas, pero la reforma energética, que incluía inversiones privadas en la explotación de petróleo y gas, no tenía el aval de los legisladores del PRD, que cerraron con cadenas y candados el salón de sesiones de la Cámara de Diputados.
Las llamadas reformas estructurales de Peña Nieto, fueron aprobadas por el Congreso de la Unión en diciembre de 2013. Ante las protestas en las calles, las instalaciones del Congreso que fueron cercadas con muros metálicos y miles de policías.
Pese a ello, ninguna reforma fue revirada por la Corte, que durante la administración de Peña Nieto redujo el protagonismo adquirido en los sexenios anteriores.
Entre 2012 y 2015, Peña Nieto nombró a tres ministros: Eduardo Medina Mora, quien había sido Procurador General de la República y embajador de México en Estados Unidos) y quien, cuatro años después renunció a la Corte en medio de una acusación de corrupción. Nunca antes un ministro había dimitido de su cargo.
Los otros dos ministros nombrados por Peña Nieto fueron Javier Laynez, quien antes de ocupar su cago fue parte de los redactores de la Reforma Energética, y Norma Piña, quien había sido propuesta desde el sexenio de Felipe Calderón, pero nunca había ganado la terna.
Lo primero que hizo Andrés Manuel López Obrador al llegar a la presidencia fue desechar la reforma educativa aprobada por el Congreso durante la administración de Peña Nieto.
Eso lo recordó el propio López Obrador, el pasado 5 de febrero. Durante la conmemoración del 106 Aniversario de la Promulgación de la Constitución de 1917, el presidente hizo un amplio recuento de las reformas legislativas que han avanzado en esta administración: la elevación a rango constitucional del derecho de adultos mayores y personas con discapacidad a las pensiones y de estudiantes pobres en todos los niveles de escolaridad a recibir becas; la ley de austeridad republicana; la ley de extinción de dominio para recuperar y devolver al pueblo lo robado y la reforma al Artículo 28 de la Constitución, que prohíbe la devolución de impuestos a grandes empresas; una nueva ley laboral, para garantiza el voto libre, secreto y directo en los sindicatos; el establecimiento de que la corrupción es delito grave; la eliminación del fuero al Presidente y la revocación de mandato.
López Obrador ha impulsado, hasta ahora, reformas a 55 artículos de la Constitución; en varios casos, las reformas han sido para revertir reformas anteriores. En materia educativa, laboral y energética, por ejemplo. Y la mayoría de estas reformas ocurrieron en la primera mitad de su gobierno.
En ese tiempo, el presidente mantuvo una relación más tersa con la Suprema Corte. El ministro presidente, Arturo Zaldívar, dio un giro a la Corte: comenzó a dar entrevistas, abrió redes sociales y dio un fuerte impulso a la Defensoría Pública. Pero todo cambió con el relevo en la presidencia de la Corte.
El nombramiento de Norma Piña, la primera mujer que preside la Suprema Corte, fue antecedido por el escándalo de Yasmin Esquivel, acusada del plagio de su tesis de licenciatura cuando se enfilaba a ser presidenta de la Corte.
Y luego por el protagonismo de Norma Piña, quien en el mismo evento del 5 de febrero, en su presentación pública, se negó a saludar al presidente y envió un mensaje de autonomía del poder judicial.
Todas las propuestas de reformas que el presidente ha enviado al Congreso, y que los legisladores aprobaron, se han topado este año con la Corte; la reforma eléctrica, la guardia nacional, el plan B de la reforma electoral, y el decreto que resguardaba la información de las megobras consideradas prioritarias y de seguridad nacional fueron declarados inconstitucionales por los ministros.
López Obrador ha propuesto a cuatro ministros (tres de ellos mujeres: Juan Luis González Alcántara, Yasmin Esquivel, Ana Margarita Rios Fayad y Loretta Ortiz.
La Constitución de 1917 plasmó las principales demandas sociales, económicas y políticas de la Revolución y asumió como su principal función ser el eje articulador del desarrollo de la nación mexicana en el siglo XX. Fue pionera en establecer los Derechos Sociales considerada como la aportación mexicana al constitucionalismo universal, Es además, la constitución más vieja de América Latina. Pero también es la más reformada. De los 136 artículos contenidos en el texto original, sólo 22 se mantienen intactos.
Hasta el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la Constitución vigente había tenido 707 reformas al texto original, Tres cuartas partes de esas reformas se hicieron en los 36 años anteriores al actual gobierno. Y solo en dos administraciones, la de Felipe Calderón y la de Enrique Peña Nieto, se realizaron 265 modificaciones.
De hecho, fue con la entrada de Miguel de la Madrid (1982) cuando comenzó un proceso reformativo en la Constitución que coincide con el cambio en la política económica en favor del libre mercado.
La investigación “Las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, elaborada por la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD), apunta que, contrario a lo que sucede en otras democracias, las reformas constitucionales en México, más que una excepción, han sido una constante. La Constitución de los Estados Unidos, promulgada en 1787, por ejemplo, ha tenido apenas 27 enmiendas en 231 años.
Como resultado de las adiciones y modificaciones al texto constitucional realizadas en el último siglo, el tamaño de nuestra Constitución creció cinco veces, al pasar de 21 mil 382 palabras a las 111 mil 783 palabras (incluyendo los artículos transitorios), dice el estudio del IBD.
Los artículos constitucionales con más modificaciones han sido el 73 (que regula las facultades del Congreso), el 123 (trabajo), el 27 (régimen de propiedad) y el 89 (facultades del Ejecutivo). Tan solo estos cuatro artículos se han modificado 144 veces, lo que representa el 20 por ciento del total de veces que se ha reformado la Constitución.
Los sexenios en donde se han realizado el mayor número de modificaciones han sido lo de Enrique Peña Nieto, con 155, Felipe Calderón, con 110, Ernesto Zedillo con 77, Miguel de la Madrid con 66 y Carlos Salinas de Gortari con 55 y Vicente Fox con 31.
De todas esas reformas, quizá la más importante fue la que se realizó al artículo 27 en 1992, por decreto presidencial de Carlos Salinas de Gortari. Esa reforma constitucional puso fin al reparto agrario y, con el argumento de que permitiría reemplazar la venta ilegal de tierras, por primera vez se permitió la venta de suelo ejidal y comunal.
Esa reforma derivó en leyes secundarias (la ley agraria, la ley minera y la ley de aguas) que, en los hechos, legalizaron el despojo del territorio y los recursos del país, así como su entrega a las empresas privadas.
En los últimos años, 11 ministros han decidido los temas importantes del país, por encima de los poderes electos, ¿quiénes son? La mayoría fueron nombrados por Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador. Estos son sus perfiles, sus intereses y las intervenciones en temas y casos más importantes.
Luis María Aguilar
Nominado por Felipe Calderón
Luis María Aguilar tiene 73 años. Estudió derecho en la UNAM. Inició su carrera profesional como taquimecanógrafo en el Poder Judicial Federal hasta llegar a ser presidente de la Corte de enero de 2015 a diciembre del 2018.
Estuvo involucrado en la instalación del Consejo de la Judicatura Federal, incluyendo el personal y su sede; la gestión, diseño y creación de la Red Jurídica Nacional, de Intranet y el portal de Internet del poder judicial.
También participó en el rescate histórico a partir de Casas de Cultura Jurídica en varias partes del país, de archivos históricos del Poder Judicial de la Federación y la remodelación del edificio de la SCJN con criterio histórico.
En 2022 presentó dos proyectos sobre el tema de prisión preventiva oficiosa. El primero fue rechazado y en el segundo propuso que los jueces no apliquen la prisión preventiva de manera automática. Este año propuso acotar facultades del fuero militar y también propuso declarar inconstitucional la consulta para juzgar a expresidentes.
Arturo Zaldivar
Nominado por Felipe Calderón
Originario de Querétaro, tiene 63 años y es ministro desde 2009. Fue presidente de la corte de enero del 2019 a diciembre del 2022.
Estudió la licenciatura en la Escuela Libre de Derecho y después un posgrado en la UNAM. Además de su trabajo en la SCJN también se ha dedicado a la docencia en las escuelas donde estudió, en la Universidad Panamericana y en la Ibero.
Participó en la creación de la nueva Ley de Amparo en 1999.
Hay impulsado temas como el uso lúdico de la marihuana, el derecho a la no discrminación en anuncios de trabajo, en temas de personas con discapacidad, desarrollo de principios para determinar responsabilidad en casos de bullying, los derechos de las infancias a ser escuchadas participar en procedimientos judiciales; ha impulsado parámetros para juzgar procesos sobre menores víctimas de abuso sexual y víctimas de secuestro; apoyó el tema de la obligatoriedad para juzgar con perspectiva de género, reconocimiento de la doble jornada y la posibilidad de reclamo de indemnización moral por violencia doméstica.
Por su trabajo con el caso de Florence Cassez, fue amenazado y presionado. Primero por el ex secretario de Gobernación Fernando Gómez-Mont y luego por un grupo armado que lo detuvo cuando iba en su vehículo con su familia. En el documental de Netflix sobre el caso el ministro cuenta que el expresidente Felipe Calderón estaba al tanto de estas amenazas, incluso le habló por teléfono.
Recientemente se hizo viral por su uso de Tik Tok donde busca acercar el tema de derechos a las juventudes. En éste explica sus decisiones dentro de la corte, sus proyectos y sus votos.
@arturozaldivarl ♬ sonido original – Arturo Zaldívar
Jorge Mario Pardo Rebolledo
Nominado por Felipe Calderón
Es presidente de la Primera Sala
Originario de Veracruz, tiene 62 años y estudió en la Escuela Libre de Derecho. Después de su licenciatura hizo una maestría en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de Estudios Superiores. Además estudió derecho civil y familiar en la Universidad Autónoma de Barcelona.
Fue juez segundo de Distrito en Materia de Procesos Penales Federales en el Estado de México y durante este tiempo le llegó el casó de Othón Cortés, a quien se le culpaba como presunto coparticipe en el asesinato del candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio. Othón fue sometido a tortura durante su detención y perdió un oído. Pardo lo declaró inocente a pesar de las presiones de la Procuraduría General de Justicia.
En 2010 fue electo para entrar a la SCJN tras la muerte de José de Jesús Gudiño
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Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena
Nominado por Felipe Calderón
Originario de Cuernavaca, Morelos tiene 53 años. Estudió derecho en la UNAM y una maestría en derecho en Harvard. Desempeñó cargos dentro del sector hacendario, como en el SAT. Trabajó en firmas de abogados internacionales y nacionales. Es ministro de la SCJN desde 2012.
Ortíz Mena tiene una inclinación a los estatutos marcados por el derecho internacional en tema de derechos humanos. Ésta es su base para tomar decisiones en cuanto a amparos y para emitir votos.
Está a favor de la perspectiva de género y en contra de la discriminación por orientación sexual. También se pronunció a favor de parar la criminalización del aborto. En su biografía publicada por la SCJN se lee: “Ha suscrito la idea de que aquellas reglas que limitan el alcance de los derechos humanos deben ser interpretadas del modo más restrictivo posible”.
Alberto Pérez Dayan
Nominado por Felipe Calderón
Es presidente de la Segunda Sala
Nació en la Ciudad de México, tiene 62 años. Estudió derecho en la Universidad La Salle. Después se especializó en derecho de amparo en la Universidad Panamericana.
Entró a la SCJN en 2012.
Es miembro de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal, de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho, Fundador del Claustro de Doctores de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, de la International Legal Honor Society of Phi Delta Phi y Miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México.
Dayán fue uno de los candidatos a presidente de la SCJN para el periodo de 2023-2026. Propuso invalidar el plan B de la reforma electoral de AMLO.
Javier Laynez Potisek
Nominado por Enrique Peña Nieto
Originario de Coahuila, tiene 63 años. Fue Procurador Fiscal de la Federación durante el sexenio de Felipe Calderón. Es parte de la SCJN desde el 2015.
Estudió derecho en la universidad Regiomontana y dos maestrías y un doctorado en la Universidad de Paris IX Dauphine. Ha dado clases en el Colegio de México y en el CIDE. Fue consejero jurídico adjunto de los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Algunas de las legislaciones que le tocaron fueron la de la Ley de Transparencia y la reforma judicial.
Litigó la extradición del líder del cártel de Tijuana: Rafael Arellano Felix y la extradición a España de seis miembros de ETA.
Actualmente se encarga de temas administrativos laborales, decretos presidenciales y expropiaciones. Ha frenado iniciativas como la Ley de Remuneraciones de Servidores Públicos, el plan B electoral y la reforma eléctrica. Durante el sexenio de Peña estuvo involucrado en la sentencia de Tarifa cero, la cual ordena que el Instituto Federal de Telecomunicaciones regule tarifas de interconexión entre empresas telefónicas.
Apoyó la despenalización del aborto y el uso lúdico de la marihuana.
Norma Piña
Nominada por Enrique Peña Nieto
Nació en la Ciudad de México y tiene 62 años. Fue profesora de primaria y después estudió derecho en la UNAM. Se especializó en derecho penal, constitucional y administrativo. Desde 2015 es parte de la SCJN y entró para reemplazar a Olga Sánchez Cordero.
En 2019 negó un juicio de amparo de un hombre que fue despedido por tener un tatuaje de una esvástica; apoyó la despenalización del aborto y ha estado envuelta en controversias relacionadas con AMLO, como el no levantarse de su asiento a la llegada del presidente durante el Aniversario 106 de la Constitución.
Juan Luis González Alcántara
Nominado por Andrés Manuel López Obrador
Nació en la Ciudad de México y tiene 73 años. Fue presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal del 2000 al 2004. En 2018 entró a la SCJN. Estudió derecho en la UNAM y después se especializó en derecho civil y familiar en Barcelona.
Ha dado clases en la UNAM, la Ibero, el CIDE y el ITAM. Fue parte del grupo que redactó la Constitución de la Ciudad de México.
Propuso anular la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército. También votó en contra del plan B de la reforma electoral.
Yasmin Esquivel
Nominada por Andrés Manuel López Obrador
Nació en la Ciudad de México y tiene 59 años. Estudió derecho en la UNAM, maestría en administración en la Universidad del Valle de México y un doctorado en derecho en la Anáhuac. Fue presidenta del Tribunal Superior Agrario del Distrito Federal.
Fue candidata para la presidencia de la SCJN y desde su postulación estuvo envuelta en varias controversias. La primera por su esposo José María Ríobóo, dueño de la empresa Riobóo contratada para realizar obras de infraestructura durante los años en los que AMLO y Ebrard fueron jefes de gobierno. Otra controversia fue la del plagio de su tesis para obtener el título de licenciada en derecho por la UNAM.
Ana Margarita Ríos-Farjat
Nominen Monterrey y tiene 49 años. Es especialista en derecho fiscal y fue jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de 2018 a 2019. Estudió derecho en la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde también hizo una maestría en derecho fiscal.
Litigó en una firma de abogados donde se dedicó al litigio mercantil, administrativo y civil, al amparo, al litigio de quiebras, a los concursos mercantiles y al litigio transnacional. También fue columnista en los periódicos El Norte y Reforma.
Es parte de la SCJN desde 2019 y actualmente es la ministra más joven. Además es poeta y ha publicado dos poemarios.
Votó a favor de evitar la prisión preventiva oficiosa en delitos fiscales.
Loretta Ortiz
Nominada por Andrés Manuel López Obrador
Nació en la Ciudad de México y tiene 68 años. Estudió en la Escuela Libre de Derecho y estudió una maestría en derechos humanos en la Ibero. Es miembro de la barra mexicana de abogados. De 1993 a 1998 fue directora jurídica del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Fue diputada federal de 2012 a 2015 y miembro fundador del partido Morena.
Durante 2018 fue coordinadora de los foros de pacificación que se realizaron por todo el país, incluyó la participación del papa Francisco en ese proceso. Renunció a Morena para poder ser parte de la SCJN y en 2021 fue electa para reemplazar a José Fernando Franco González-Salas.
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