21 abril, 2023
En vísperas de la reunión de una semana de duración en Washington, Mia Mottley, primera ministra de Barbados, y Rajiv Shah, presidente de la Fundación Rockefeller, escribieron que las instituciones financieras internacionales «aún no han hecho lo suficiente» para apoyar a los países que se enfrentan a múltiples crisis convergentes, como los desastres climáticos, la pobreza y el aumento del hambre
Texto: Flávia Milhorance / IPS
Foto: Karwai Tang / COP26
RÍO DE JANEIRO, BRASIL – Mia Mottley, la primera ministra de Barbados, se ha convertido en los últimos años en una de las principales voceras del mundo en desarrollo en la lucha por el financiamiento para enfrentar al cambio climático. La semana pasada, antes de las reuniones anuales de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), renovó su llamamiento a la reforma del sistema mundial de financiación.
En vísperas de la reunión de una semana de duración en Washington, que concluyó el domingo 16 en Washington, Mottley y Rajiv Shah, presidente de la Fundación Rockefeller, escribieron que las instituciones financieras internacionales «aún no han hecho lo suficiente» para apoyar a los países que se enfrentan a múltiples crisis convergentes, como los desastres climáticos, la pobreza y el aumento del hambre.
«La humanidad se enfrenta a algunas de las crisis más graves de la historia y una respuesta inadecuada ha dejado a países y personas sintiéndose cada vez más solos», afirmaron.
El promedio de deuda de los países caribeños. Según el Banco Mundial, una cifra superior a 77 % puede obstaculizar el crecimiento económico.
Las agendas de la reunión, añadieron, «ofrecen pocas razones para el optimismo» y para creer que la ayuda llegará a los países de renta baja, agobiados por las deudas e incapaces de enfrentar a la crisis climática.
Entre ellos se encuentran muchos de la propia región de Mottley, el Caribe, donde las naciones insulares son muy vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos, mientras que los niveles de deuda alcanzan un promedio de 90 % del PIB.
Mottley asumió el cargo en 2018 con más de 70 % de los votos, convirtiéndose en la primera mujer que ocupa el cargo desde que Barbados se independizó del ahora Reino Unido en 1966.
Activa desde hace tiempo en la política del país, ha hecho campaña contra la contaminación, el cambio climático y la deforestación, y ha convertido a Barbados en «un país destacado en el movimiento ecologista mundial», según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
La dirigente barbadense ha ganado cada vez más atención internacional desde que pronunció un elogiado discurso en la COP27, la cumbre sobre el clima celebrada en Egipto en noviembre de 2022.
En la ceremonia de apertura, hizo un llamamiento a los países desarrollados para que desbloqueen financiación para los países vulnerables al clima. «No hay forma de que los países en desarrollo puedan librar esta batalla sin acceso a financiación en condiciones favorables», afirmó.
En la conferencia, Mottley también lanzó la Iniciativa Bridgetown, una coalición internacional formada por líderes privados, públicos y filantrópicos que pretende reformar la arquitectura financiera mundial.
Mottley había propuesto la idea por primera vez en la cumbre de la ONU sobre el clima de 2021, la COP26 de Glasgow, y en julio de 2022 organizó una reunión para desarrollar sus propuestas en Bridgetown, la capital de Barbados que da nombre a la iniciativa.
El mensaje central de la Iniciativa de Bridgetown es que los países de bajos ingresos necesitan nuevas formas de aliviar la deuda y, a su vez, invertir en resiliencia y mitigación climáticas.
El grupo quiere que el Banco Mundial, el FMI y otras instituciones financieras multilaterales tomen la iniciativa de recaudar más de un billón de dólares al año para apoyar el desarrollo sostenible y los objetivos climáticos de los países en desarrollo, así como para compensar las pérdidas y los daños causados por fenómenos meteorológicos extremos.
Las reunión de primavera del Banco Mundial y el FMI congregó a banqueros, ministros, ejecutivos del sector privado, representantes de la sociedad civil y académicos.
Barbados no ha enviado a ningún representante a Washington, ya que ha preferido centrarse en la elaboración de una estrategia para su coalición mundial que impulsará reformas financieras.
El presidente francés Emmanuel Macron ya ha respaldado la Iniciativa de Bridgetown, que estuvo en el centro de sus conversaciones durante la visita de Mottley a París en marzo.
Su próxima reunión podría celebrarse en junio en la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial, convocada por Macron y que buscará centrarse en las reformas que pide la iniciativa liderada por la barbadense.
Por otra parte, John Kerry, enviado presidencial especial de Estados Unidos para el clima, también se ha mostrado abierto a las ideas de Mottley para la reforma de las finanzas multilaterales.
La primera ministra de Barbados se ha ganado incluso el apoyo de dirigentes de instituciones financieras, como Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.
En la apertura de la reunión de primavera el lunes 10, Georgieva comentó que las crisis a las que se enfrenta el mundo «han devuelto la carga» a los pobres, e hizo un llamamiento a «reformas estructurales para elevar la productividad» y ofrecerles perspectivas de crecimiento a los países.
Junto a Georgieva, David Malpass, presidente del Grupo del Banco Mundial, añadió que «urgen cambios políticos» en medio de la creciente crisis de la deuda y los fenómenos climáticos extremos. No fue explícito, sin embargo, sobre si estos cambios incluían reformas del sistema financiero.
Pero las preguntas sobre si el Banco Mundial cambiará su modelo de préstamos o cómo abordará la pobreza y el calentamiento global pueden tardar más en responderse, sobre todo durante un periodo de transición en su presidencia.
En las próximas semanas, se espera que Malpass, que se ha enfrentado a fuertes críticas y presiones por el compromiso del banco con la acción climática y su postura personal sobre el cambio climático, ceda su puesto a Ajay Banga, anteriormente director ejecutivo de Mastercard y presidente de la Cámara de Comercio Internacional.
Este artículo se publicó inicialmente en IPS. Aquí puedes consultar la versión original.
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