10 octubre, 2023
El 11 de octubre se cumplen 14 años de la extinción de Luz y Fuerza del Centro y la represión a lo trabajadores del SME. Ahora, después de tantos años, al fin se mira una luz para los electricistas, quienes recuerdan que el golpe contra su sindicato fue un crimen de estado
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Mario Jasso, Isaac Esquivel y Rodolfo Angulo / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO. – La madrugada del 11 de octubre de 2009 el gobierno de Felipe Calderón asestó un golpe contra el sindicalismo mexicano.
De un día para otro, dejó a miles de electricistas sin trabajo tras decretar el cierre de Luz y Fuerza del Centro.
La extinción de esta empresa para estatal estuvo acompañada de un fuerte operativo policial para desalojar las sedes del Sindicato Mexicano de Electricistas.
Los años han pasado, y los siguientes gobiernos no hicieron sino profundizar el conflicto.
Ahora, a un año de que acabe el actual sexenio, los electricistas al fin ven una luz al final del túnel para poder recuperar la dignidad que les arrebató Felipe Calderón.
En lo alto de la torre del SME, ubicada en la mítica colonia Tabacalera, Martín Esparza, secretario general, y Humberto Montes de Oca, secretario del exterior, reflexionan sobre el porvenir de lucha que se avecina.
Antes, tomando un respiro, lo dicen claro:
“La extinción de Luz y Fuerza del Centro fue una operación de Estado, por lo tanto, fue un crimen de Estado por el que Felipe Calderón debe pagar”.
En mayo de 2020, el expresidente Felipe Calderón publicó un libro llamado Decisiones difíciles. En este, da cuenta de las políticas impulsadas desde su gobierno que han sido abiertamente criticadas por su repercusión política y social en el país.
Entre la guerra contra el narco, la reforma laboral y los transgénicos, el capítulo ocho del libro de Felipe Calderón aborda la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
Esparza y la dirigencia del SME, leyeron aquél libro por casualidad. Y ahí se enteraron que la extinción de Luz y Fuerza del Centro, y las agresiones contra la base trabajadora, fue planificada a detalle por los aparatos de inteligencia del gobierno mexicano.
“En el libro Felipe Calderón narra cómo utilizó recursos del erario público para cometer esta fechoría. Dice que le pidió al CISEN un plan de cómo intervenir a Luz y Fuerza del Centro. El CISEN lo revisa, y le dice lo que hay qué hacer. Fue un plan de estado, un crimen de Estado”.
Esparza repasa los pormenores del plan. Primero, asegura que las intenciones del gobierno de Calderón era aprovechar las divisiones al interior del SME durante la revisión del contrato colectivo de trabajo que hicieron el 16 de marzo de 2008.
Desde ese momento, Calderón confiesa que comenzó a tramar el golpe contra los electricistas.
“Él dice que hizo hasta un búnker en Los Pinos, donde existía una cancha de boliche, para que no se fugara la información. Ahí sentó a todo su gabinete, y una vez que ya empezaron a operar el plan, incluso narra que tuvo que hablar con otros partidos políticos para convencerlos de lo que iba a hacer. Luego dice que tuvo que hablar con los gobiernos estatales donde teníamos presencia como Luz y Fuerza también para convencerlos de lo que iba a hacer. Es una confesión de parte”.
La operación movilizó a todo el aparato calderonista, incluido su secretario del trabajo, Javier Lozano, quien habló con otros sindicatos para convencerlos de que nadie estallara huelgas en solidaridad con el SME.
“Hablan con los gobernadores, con los partidos. El poder judicial lo tenían de su lado porque todos los ministros de la Corte eran propuestos por el PRI o por el PAN. En su última referencia, incluso agradece a Víctor Fuentes del Villar, secretario general del Suterm, y le dice gracias por los trabajadores de la CFE que lograron traer del interior de la República, sin uniformes, camuflajeados, para adiestrarlos en la operación. Compraron vehículos nuevos, sin logotipos, para preparar todo. La operación se la encargó a Genaro García Luna, quien dijo era su única policía confiable”.
Posterior al golpe a los electricistas, y a los amparos denegados por la Suprema Corte, el SME entró en un periodo de resitencia que le provocó divisiones internas.
En el país, sin embargo, los objetivos de la extinción de Luz y Fuerza del Centro se mostraron más claros con el paso de los años: la reforma energética aprobada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, que además de privatizar el sector petrolero del país, quitó al sector eléctrico como una actividad exclusiva del Estado.
Ante esto, el SME promovió una demanda que apenas ratificaron hace unas semanas.
Meses después de la publicación del libro, en agosto de 2020 el SME iinterpone una demanda contra Felipe Calderón por delitos de corrupción. Esto, porque tras el golpe al sindicato, el gobierno federal se quedó con varias herramientas, líneas de transmisión, vehículos y otro mobiliario que jamás entregó a la CFE.
“El de la Fiscalía de delitos contra la corrupción tranquilamente nos dice que ya prescribió porque el decreto fue en 2009. Pero lo que nosotros argumentamos es que hasta ahora él confesaba lo que ya era evidente, que fue un acto de Estado. Tuvimos que ampararnos para que la demanda se admitiera, y se tomara como un delito penal”.
Ahora, el juez acaba de resolver el amparo. Y admitió que se tiene que revisar el fondo de la demanda, por lo que el SME ya ratificó su denuncia ante el juez de primera instancia.
“Nosotros no queremos venganza, sino que haya justicia. No puede ser que el espurio esté tranquilamente gozando todo el saqueó de los recursos públicos allá en España”.
Mientras la justicia llega, el SME ha sido resiliente y ha reescrito su propia historia. Primero, creando una cooperativa de trabajadores, pero ahora, logrando acuerdos con el gobierno federal para lograr la recontratación de los electricistas en la Comisión Federal de Electricidad.
Una promesa pendiente bajo el actual gobierno.
Esparza recapitula un conflicto que inició hace 14 años:
“El objetivo del gobierno era acabar con la organización democrática de los trabajadores. Lamentablemente, de los 44 mil trabajadores que éramos pues solamente se quedaron a luchar 16 mil 599. Le creyeron al gobierno de cobrar su liquidación por bonos con la promesa de contratarlos en la Comisión Federal de Electricidad”.
Sin embargo, durante todo este proceso el SME logró conservar el Registro Nacional de Industria del sindicado. Esto, les permite firmar contratos colectivos de trabajo con empresas públicas o del sector privado de cualquier parte del país.
Ahora, el SME, desde su cooperativa, además de proveer servicios al sector eléctrico, ampliaron su giro dentro de los estatutos sindicaloes para incursionar en los servicios de hidrocarburos, telecomunicacones, entre otros.
“Hemos venido trabajando con el gobierno federal, diciéndole al presidente de la república que fue una injusticia lo que se cometió en contra de los trabajadores del SME. Eso es lo que estamos retomando hoy en día”.
A partir de la reforma laboral de 2022, el gobierno mexicano permite la coexistencia de dos sindicatos dentro de una misma empresa. Esto, abre las posibilidades para recontratar a los extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro que no aceptaron la liquidación en la Comisión Federal de Electricidad.
“Lo que hoy estamos platicando con la actual Secretaria de Gobernación es una propuesta de todos los compañeros que pueden reinsertarse a la CFE. Ya hicimos un censo de todos los trabajadores para identificar su condición de salud, su condición laboral, en qué departamento estaban. Algunos, incluso, continuaron estudiando, hicieron carreras, algunos estaban haciendo procesos de certificación de habilidades. Todo eso ya lo tenemos identificado, y ya lo entregamos, detalladamente, uno por uno los puestos de trabajo que ocupaban los compañeros en Luz y Fuerza del Centro, y su similitud en los puestos de trabajo en la Comisión Federal de Electricidad”.
De acuerdo con Esparza, la reinserción de trabajadores del SME a la Comisión Federal de Electricidad haría frente a un problema de gastos, pero también de soberanía en la producción energética nacional.
«Nosotros tenemos identificadas 6 mil 600 empresas contratistas en todo el país que actualmente laboran para ala CFE. Los trabajadores de estas empresas no están al amparo del contrato colectivo de trabajo del SUTERM, y hemos identificado que en muchas ocasiones ni siquiera cuentan con Seguridad Social. Creemos que es imposible que las políticas que implementó el espurio de Calderón pues continúen con la actual administración. La recontratación de los trabajadores del SME es un área de oportunidad para modificar eso», asegura Esparza.
También, agrega, por el alto grado de calificación de los trabajadores del SME, se podría hacer una revisión de todo el sistema eléctrico mexicano, como actualizar líneas de transmisión, así como renovar estaciones y redes de distribución. Actualmente, la actual administración sólo ha hecho este proceso en el 9.5 por ciento de la infraestructura nacional.
«Tenemos ingenieros, tenemos técnicos, tenemos hombres calificados que pueden hacer esta labor. Es cosa de que el gobierno retome nuestra propuesta», remarca Martín Esparza.
A la vez, esta reinserción respetará los salarios y antiguedad de los trabajadores, quienes podrán acceder a una jubilación digna y ampliar sus derechos laborales. Los trabajadores beneficiados, de acuerdo al censo que ha hecho el sindicato, serían 9 mil 200.
-¿Es una victoria esto a 14 años del golpe?
«Es un avance. No será una victoria hasta que no tengamos la respuesta oficial del gobierno que nos diga que es lo que va a transitar. Hasta ese momento, y cuando nuestra asamblea lo discuta y apruebe, podemos cantar victoria».
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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