Después de celebrar elecciones anticipadas, la coalición de centro-derecha: Alianza Democrática, logró convertirse en la primera fuerza política de Portugal con 79 escaños en el congreso, y con el respaldo de los 48 diputados que consiguió el partido de ultraderecha Chega
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Redes sociales André Ventura
CIUDAD DE MÉXICO. -Este 10 de marzo la coalición de centro-derecha: Alianza Democrática, derribó la hegemonía del Partido Socialista en Portugal.
De acuerdo con los reportes de las autoridades electorales de ese país, Alianza Democrática consiguió 79 escaños en el Poder Legislativo, desbancando al Partido Socialista, quien se quedó con 77 curules.
Ahora, la centro derecha se convierte en la primera fuerza política de Portugal, aunque sin la mayoría absoluta que le permita gobernar totalmente, pues para controlar el parlamento esta coalición tendría que tener 116 escaños.
Sin embargo, el ascenso del partido ultraderechista, Chega (dirigido por el admirador de Vox y miembro de CPAC, André Ventura) podría garantizarles esa mayoría y consolidar un gobierno de derecha en Portugal. Esto, porque la ultraderecha consiguió 48 escaños, lo que en caso de entablar una alianza con la centro derecha, les garantizaría la mayoría absoluta en el Congreso, el cual es unicameral, es decir, se concentra en una sola cámara, y no en dos, como en México.
En los hechos, el peligro de un viraje hacia un gobierno de derecha en Portugal es una amenaza creciente, y significaría un retroceso para la izquierda en ese país, quienes en marzo de 2015 (a través de una coalición entre los partidos Socialista, Ezquerda, y Comunista), se habían hecho del gobierno con Antonio Costa al frente.
El 7 de noviembre de 2023, el entonces primer ministro de Portugal, Antonio Costa, dimitió a su cargo por una acusación en su contra que lo vinculó a probables actos de corrupción con empresas dedicadas a la explotación de litio.
El anuncio lo hizo a través de la televisión, y lo consultó previamente con el jefe de Estado, Marcelo Rebelo de Sousa, también del Partido Socialista, y quien disolvió la Asamblea Legislativa para convocar a elecciones anticipadas para el 10 de marzo de 2024.
La salida de Souza representó la pérdida de la hegemonía por la que luchó la izquierda desde 2013. Esto, porque al ser el primer ministro, Souza era la figura política principal en el manejo del gobierno portugués.
Su arribo, y el del Partido Socialista, fue producto de una coyuntura de hartazgo entre la sociedad brasileña, quienes repudiaron las políticas de austeridad del socialdemócrata Pedro Passos Coelho, quien recortó subsidios al sector público afectando a las fuerzas armadas, la educación, la salud y otras áreas.
Las protestas de esos años inundaban las calles de Portugal, y una de las figuras que pudo agrupar el descontento fue la de Antonio Costa, quien desde la Asamblea Legislativa promovió una moción de censura contra Coelho, la cual fue apoyada por el Partido Comunista, Bloco Esquerda y otras fuerzas políticas.
La moción se aprobó, y rápidamente se tuvo que definir quién ocuparía el cargo de Passos Coelho, por lo que en consenso se definió que fuera Antonio Costa, del Partido Socialista.
A partir de ahí, Costa comenzó un programa de gobierno que, en un inicio, benefició a la población portugesa. Sin embargo, para 2020 ya existía una ruptura con el Partido Comunista y Bloco Esquerda, aunque la ciudadanía seguía respaldando el gobierno del socialista.
Ejemplo de esto fue la reelección de Antonio Costa en 2022, quien obtuvo el 41.68 por ciento de los votos e hizo que el Partido Socialista obtuviera 117 escaños en la Asamblea Legislativa, consolidando su hegemonía.
Sin embargo, un año después, la Fiscalía de Portugal abrió una investigación por corrupción contra Costa. Esto, en medio de un clima generalizado de descontento que, como en 2015, sacó a las calles a amplios sectores sociales afectados por recortes a la salud y la educación, así como una fallida política de vivienda, salarios bajos, y empleo.
Ahora, tras su dimisión y el descontento que quedó tras su gobierno, la derecha y ultraderecha portuguesas toman la delantera, relegando a las fuerzas políticas de izquierda a la sombra de la Asamblea Legislativa.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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