La última tormenta invernal de la temporada, que causó bajas temperaturas en gran parte de Texas, en Estados Unidos, afectó el suministro eléctrico de este lado de la frontera gracias a una dependencia generada del gas natural importado de ese estado, con base en contratos con vigencia de hasta 25 años
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Cuartoscuro / Margarito Pérez Retana
CIUDAD DE MÉXICO.- Este lunes 15 de febrero la mayoría de los estados de la frontera norte en México presentaron cortes en el suministro de luz. La razón, una tormenta invernal que aumentó el consumo de gas natural en Estados Unidos y detuvo el suministro de energía generada por otros medios, provocando una escasez del combustible que se manda a México. El golpe más grande se dio la las 7:25 de la mañana de ese lunes, cuando 4.8 millones de usuarios dejaron de tener el servicio, principalmente
“El viernes (12 de febrero) hubo un problema en Texas, congeló pozos, congeló gasoductos, y nosotros que tenemos una herencia que recibimos, tenemos gas que proviene de Texas, los famosos gasoductos de los que se habló, la situación se tornó dramática el viernes en la mañana”, informó el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, durante la conferencia matutina del presidente de este jueves 18 de febrero. “Esto nos llevó a tener una reunión para en la noche concluir con el director del Cenace que había que declarar emergencia operativa”.
Una de las primeras acciones de la CFE fue activar 21 centrales, la mayoría ubicadas en el sur del país, para remediar el déficit de 6 mil 591 megawatts generado por el desabasto de energía.
Entre tres plantas hidroeléctricas, dos solares, dos de diésel, ocho de gas licuado de petróleo, cinco de combustóleo y una combinada de gas y diésel, se pudo recuperar la generación de 6 mil 441 megawatts, por lo que aún faltaban generar 150 megawatts más. Dado ese déficit, la mañana del 14 de febrero la CFE tuvo que hacer cortes rotativos de carga por un monto de mil 532 megawatts en varios estados.
El primer apagón sucedió el lunes 15 a las 6:19 de la mañana, cuando una de las líneas por las que se suministraba energía del sur al norte falló, dejando sin luz a 329 usuarios. Poco más de una hora y media después, a las 7:25, otro corte afectó a 4.8 millones de usuarios en Tamaulipas y Chihuahua.
“Las condiciones de altos niveles de transferencia de energía del sur al norte, causó una afectación fuerte en el suministro en las áreas norte y noreste del país, que involucran los estados de Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas”, reconoció durante la conferencia Carlos Meléndez Román, director general del Centro Nacional de Control de Energía, el Cenace.
Ante la alerta temprana del desabasto de gas, Miguel Reyes Hernández, director general de CFE Energía y CFE Internacional, las oficinas de la dependencia encargadas de la comercialización de gas para la generación eléctrica en el país, tomó la decisión de empezar a comprar barcos cargados de gas natural licuado, desde el mismo viernes 12, sin embargo, estos llegaron al país entre la tarde del jueves 18 y la mañana de este viernes 19 a los puertos de Manzanillo y de Altamira, en Tamaulipas.
Según las autoridades de la CFE, el porcentaje de afectación nunca rebasó el 10 por ciento total de usuarios de la red eléctrica y hasta la mañana del miércoles 17 se hacían “tiradas de carga” (cortes estratégicos a la luz) de 15 o 20 minutos, privilegiando que nunca se quedaran sin servicio hospitales, comunicaciones o sistemas de agua potable.
Según informaron los directivos de la CFE durante la conferencia matutina del presidente, la demanda de gas natural en los Estados Unidos presentó un pico importante de consumo a partir del 7 de febrero, cuando empezaron estas ondas heladas. El aumento en el consumo fue tal que se podría considerar equivalente al doble de lo que consume México en ese periodo. Además, creció también la demanda de gas natural para la generación de energía eléctrica. Pues la tormenta causó la caída de generación eléctrica por fuentes renovables en Estados Unidos.
Este gas se extrae principalmente en diferentes campos de explotación por medio de métodos no convencionales, especialmente mediante la fractura hidráulica de piedras de lutitas, también conocido como fracking.
Actualmente la generación eléctrica en México depende fundamentalmente del gas natural, que se importa en su mayoría de Texas. El 64 por ciento de la generación en México se hace con ese insumo. En Estados Unidos ese porcentaje alcanza el 38, mientras que en otras naciones como Japón apenas alcanza el 21 por ciento.
Que el suministro de gas provenga de Texas se basa en 24 contratos que se tienen con Estados Unidos. Por si fuera poco, la distribución del gas se hace por medio de una red de ductos privada, que la CFE renta para el transporte del gas. En promedio la duración de estos contratos se extiende de 15 a 25 años.
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