La CFE presentó una nueva teoría sobre el apagón que afectó a más de 10 millones de personas el 28 de diciembre: una sobre producción de electricidad de plantas privadas combinada con el incendio de un pastizal. La explicación de este martes alimentó el debate

Texto: Alberto Nájar

Foto: comisión Federal de Electricidad

CIUDAD DE MÉXICO.- El escándalo por un apagón que dejó sin energía eléctrica a más de diez millones de personas el pasado 28 de diciembre, no cede.

Ahora la Comisión Federal de Electricidad (CFE) asegura que el incidente ocurrió por la sobre generación del flujo eléctrico que hicieron algunas plantas privadas de energía renovable.

Esto provocó una saturación en las líneas de transmisión entre Nuevo León y Tamaulipas, que desató una interrupción en cadena del servicio.

La nueva versión fue presentada en conferencia de prensa este martes.

“Al ocurrir esta falla del sistema nacional había muy baja demanda, y la proporción de generación intermitente eólica y fotovoltaica era muy alta” señala la dependencia.

Al exceso de energía en el tendido se sumó el incendio en algunos pastizales en el municipio de Padillas, Tamaulipas, por donde pasan los cables.

La CFE sostiene que el fuego y humo crearon un campo de ionización que creó una especie de arco voltaico, y conectó a los cables.

Ocurrió entonces un corto circuito que activó los protocolos de emergencia en la zona.

Ante la sobrecarga se tomó la decisión de sacar de operación varias plantas de la CFE, a fin de proteger el sistema de abasto eléctrico nacional.

Es una de las razones del apagón, que duró en promedio media hora. La otra es que las instalaciones privadas no tienen la tecnología necesaria para estabilizar el fluido eléctrico en sus áreas de distribución.

“Este tipo de centrales eléctricas, además de requerir respaldo de generación convencional, carece de la inercia mecánica y no tiene capacidad para apoyar en el restablecimiento del sistema a una condición estable”.

Por esta razón la CFE ha decidido reducir la compra de electricidad generada por empresas privadas.

El sistema nacional, insiste, no puede operar con un exceso de energía generada de forma intermitente, como sucede con las plantas eólicas y solares.

De hecho, las previsiones indican que la producción de energía eléctrica con métodos renovables se duplicará en los próximos años.

Esto representa un riesgo para el sistema nacional señala Luis Bravo Navarro, coordinador de Comunicación Corporativa de la CFE.

Así, el Centro Nacional de Control de Energía “está obligado por ley a limitar en cada nodo la capacidad máxima a generar, para asegurar la confiabilidad” del sistema.

Esto significa que, a partir de ahora, las compañías del sector privado de electricidad deberán reducir su producción.

La participación de empresarios en la generación de electricidad se intensificó tras la aprobación de la Reforma Energética, en 2013.

El objetivo era incrementar la competitividad en el sector, pero ocurrió lo contrario asegura Bravo Navarro.

“La participación privada en la expansión del sistema eléctrico en gobiernos anteriores dejó a CFE endeudada con 50 mil millones de dólares”, dice el funcionario.

Los desbalances

Las versiones para explicar el mega apagón del 28 de diciembre -uno de los más extensos de los últimos años- han causado polémica.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el escándalo por el incidente es parte de una campaña para hacer creer que hay una debacle en la CFE.

“Querían destruirla porque el Dios de estos conservadores, a lo mejor no de todos, pero sí de los mas ambiciosos, es el dinero”, señaló.

Parte de la controversia fue la presentación de un supuesto informe de la Coordinación Estatal de Protección Civil de Tamaulipas, que menciona un incendio de al menos 30 hectáreas de pastizales que afectaron a las líneas de transmisión de la dependencia.

Fue este documento con el que Manuel Bartlett, director de la CFE, insistió varias veces que el apagón “fue un evento fortuito”.

El gobierno estatal denunció que el documento es falso, y presentó una denuncia penal por su divulgación.

Este martes la Comisión Federal de Electricidad reconoció que el oficio que había presentado el 28 de diciembre, es falso.

La CFE empezó una investigación para determinar el origen del supuesto informe, aunque para Manuel Bartlett eso no es importante.

El problema, dijo en la conferencia de prensa, no es la existencia de un documento apócrifo “sino el exceso de permisos otorgados en la administración pasada” para la generación de más de 21 mil megawatts de energía renovable.

Las plantas para producir esa electricidad serían instaladas en la misma zona donde ocurrió el apagón.

Un área que, afirma la CFE, es vulnerable a las variaciones de abastecimiento que suelen provocar las compañías privadas.

Es parte del problema. El sistema nacional de abasto eléctrico se diseñó, desde hace décadas, para la producción estable de energía como la proveniente de hidroeléctricas o termoeléctricas.

Son instalaciones con capacidad de mantener la estabilidad en el flujo de electricidad, algo fundamental para el correcto funcionamiento de cualquier sistema.

Casi todas las líneas de transmisión del país funcionan de esa manera.

Las plantas de energía renovable, en cambio, no tienen esa posibilidad, y por eso al incorporar su producción al sistema nacional de líneas de transmisión existe el riesgo de crear desbalances en el flujo de energía.

Para evitar incidentes es necesario que la electricidad de origen renovable tenga su propio sistema de abastecimiento. Pero eso no es posible hacerlo ahora, insiste el director de la CFE.

Por eso la decisión de reducir su participación en el sistema eléctrico nacional. Hasta ahora no se conoce de reacción alguna en el sector privado por esta medida.