El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que presentará un recurso ante la Corte Internacional de Justicia, en protesta al hostigamiento en las sedes de la Embajada de México en Bolivia. Esto desencadenó una serie de mensajes entre ambos países que hasta ahora no tiene conclusión.
Redacción/Pie de Página
CDMX.- México presentará un recurso ante la Corte Internacional de Justicia, contra el hostigamiento que ha sufrido la embajada mexicana, por parte del gobierno de facto de Jeanine Añez. Así lo dio a conocer el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón durante la conferencia mañanera. Lo acompañaron el presidente Andrés Manuel López Obrador, y el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
Poco después, Ebrard Casaubón reiteró que buscará llegar a la corte, por medio de su cuenta de Twitter.
Durante la conferencia, el canciller advirtió que, al interior de la embajada de México en Bolivias hay nueve personas que solicitaron asilo político. De éstas, cuatro tienen órdenes de aprehensión «según las autoridades bolivianas de facto».
Ebrard descartó sacar personal diplomático de Bolivia, debido a que hay unos 10 mil mexicanos residiendo en el país andino; y reiteró el derecho de cualquier Estado de otorgar asilo político. Finalmente agregó que los diplomáticos mexicanos se encuentran estableciendo conexión con toda la comunidad internacional. «Porque ni en los peores momentos de las dictaduras en los años setenta hubo tanto riesgo como ahora de violación de las embajadas».
Desde días atrás, Maximiliano Reyes-Zúñiga, subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería, denunció el hostigamiento. Primero en su cuenta de Twitter. Luego, en una entrevista a Proceso. Ahí, dijo que el gobierno gobierno de Jeanine Añez a México se comportaba “como no lo habían hecho ni las peores dictaduras de Centroamérica”.
Poco tiempo después, el Ministerio de Relaciones Exteriores del estado plurinacional de Bolivia emitió un largo comunicado. Ahí aseguró que las relaciones bilaterales con el gobierno de los Estados Unidos Mexicanos se deterioraron desde el momento en el que el gobierno mexicano «ayudó al expresidente Evo Morales a tergiversar la realidad sobre la lucha y voluntad del pueblo boliviano”.
Y añadió: “el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofreció asilo al señor Evo Morales, quien no era ni es un perseguido político en Bolivia. Asimismo, el gobierno mexicano permitió al señor Morales hacer declaraciones políticas desestabilizadoras e incluso llamados a la violencia y al cerco de las principales ciudades en Bolivia, en contra de las normas internacionales. En este sentido, el gobierno constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia, expresó en numerosas ocasiones su molestia y preocupación por la injerencia en los asuntos internos bolivianos por parte del gobierno de AMLO.”
La Canciller boliviana, Karen Longaric, también ofreció una conferencia de prensa. En ella, aseguró que la demanda es “una falacia jurídica jurisdiccional, porque nadie puede hacer una demanda por hechos no probados, o por presunciones que anuncia la cancillería mexicana”.
El comunicado enumeró lo que, a juicio del gobierno de facto en Bolivia, fueron actos que podrían ser injerencias en la vida interna boliviana:
“En fecha 26 de noviembre de 2019, mediante nota verbal, la Cancillería boliviana pidió a la embajada de México que los asilados que tienen mandamiento de apremio por la comisión de delitos comunes sean entregados a las autoridades jurisdiccionales bolivianas. Sin embargo, la Subsecretaría mexicana para Latinoamérica y el Caribe objetó de manera desafiante las decisiones del Ministerio Público de Bolivia, incluso haciendo disquisiciones que no correspondían y que pueden considerarse injerencia en los asuntos internos de otros Estados. El gobierno mexicano rechazó categóricamente la entrega de esas personas y ratificó la decisión de otorgarles asilo en tono de franco desafío a la jurisdicción boliviana.”
La canciller boliviana ofreció una entrevista a la estación mexicana W Radio. Ahí dijo que sí dialogaría, pero únicamente con su homólogo, Marcelo Ebrard; y no con el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga. Cabe mencionar que fue el propio Reyes Zúñiga quien denunció desde días anteriores el hostigamiento a la embajada mexicana.
Este mismo día, Efraín Guadarrama, director general de Organismos y Mecanismos Regionales Americanos de la cancillería mexicana, se pronunció desde su cuenta de Twitter. Informó que la SRE pidió reunirse con la encargada de negocios de Bolivia en México, así como con la canciller Karen Longaric. Sin embargo, las autoridades bolivianas cancelaron la reunión.
El subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, respondió –también por medio de W Radio– a la canciller boliviana, Karen Longaric. Enfatizó que el diálogo entre las representaciones de ambos países ocurrirá una vez que se retire el excesivo cerco de vigilancia que se mantiene en la embajada mexicana en Bolivia.
Sobre que Longaric sólo dialogaría con Ebrard, Reyes Zúñiga expresó:
“La invitación la hago yo. No se la hace nadie más. Hemos enviado 24 notas diplomáticas y estamos dispuestos a que nos ayude a que la policía retire asedio a embajada”.
Reyes Zúñiga también respondió a los dichos de la cancillería boliviana, respecto a que el cerco de seguridad en las inmediaciones de la embajada fueron a solicitud de México.
“Tiene razón la canciller de Bolivia, pero es una manipulación. Cuando se dio la solicitud de asilo de aproximadamente 20 excolaboradores de Evo Morales, había manifestaciones frente a nuestra embajada. Por eso se alertó y se pidió reforzar la vigilancia”.
“Mandaron un operativo un mes y medio después. Y no cuando se solicitó”.
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