20 febrero, 2023
Personal del Instituto de Verificación Administrativa, adscrito a la alcaldía Cuauhtémoc, realizó una inspección en la librería y centro cultural Volcana. Este acto, señalaron integrantes de la librería, fue una consecuencia del apoyo a la manifestación que vecinos organizaron contra las políticas de la alcaldesa Sandra Cuevas.
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Alexis Rojas
CIUDAD DE MÉXICO. – Un sello en las puertas de la librería y centro cultural Volcana encendió las alertas. En ellos se notificaba de una inspección a este espacio común en la colonia Santa María la Ribera, después de que éste abriera sus puertas a los músicos y bailadores que se manifestaban frente a la casa de la alcaldesa Sandra Cuevas.
La protesta era para que los dejaran seguir bailando en el espacio público; pero personal de la alcaldía respondió con golpes y decomisando el sonido de los bailadores, lo que desató una bronca en las calles de la Santa María.
Volcana, de manera solidaria, abrió sus puertas para resguardar a músicos y personas vulnerables. Tomó partido por la comunidad, que lejos de un diálogo, recibió agresiones por parte de las autoridades de la alcaldía.
Doce horas después, los sellos aparecieron en sus puertas. Ante esto, la librería emitió un comunicado, donde expresaron su preocupación:
El plazo llegó, y este lunes personal del Instituto de Verificación Administrativa llegó a Volcana. Su argumento es que la elección de la librería fue azarosa, derivada de un recorrido que siempre hacen, aseguraron las funcionarias de la alcaldía que realizó la inspección.
En la librería y centro cultural no encontraron nada irregular, y la inspección que inició a las 10 y media de la mañana concluyó sin complicaciones.
“Volcana está en regla, y (el peronal del Invea) hacen alguna anotaciones respecto a detalles de señalamiento y demás, pues sabemos que la reglamentación en México, y la Ciudad de México es extensa y difícil”, expresó la abogada de la librería, Laura Ozuna.
Y añadió que “Volcana abrió sus puertas sin ningún problema, generamos el acompañamiento durante la verificación y no hubo mayor problema. Se dió en buenos términos, en buenas condiciones. Un poco sí, señalando las propias participantes del Invea que ellos son imparciales, dicen, tanto del gobierno central como la alcaldía, y dando a entender varias cosas de que si entienden el contexto, no dicen cual, pero saben que hay un contexto”.
Pero, aunque las autoridades de verificación aseguran que son imparciales, y que la verificación fue un acto de rutina, Gizella Garciarena, representante legal de Volcana, piensa distinto:
“Pensamos que es una consecuencia de los acontecimientos que sucedieron acá afuera de la librería el día de ayer, donde algunos músicos estaban organizando un sonidero para apoyar que los señores viejitos del barrio pudieran seguir bailando los domingos, una actividad que se hace desde hace 12 años”.
Ante esto, y después de que la alcaldesa Sandra Cuevas dijera que los manifestantes eran simpatizantes de Morena, Garciarena lo dice claro:
“Nosotros somos un espacio autónomo, antipartidario, y queremos deslindarnos de esa pugna política entre gobierno central y la alcaldía Cuauhtémoc. Eso lo queremos dejar bien claro: acá es un epacio autónomo, cultural, social. Estamos para la comunidad, y está abierto para todos aquellos que quieran venir a utilizarlo para hacer suyo este espacio y volcarlo al barrio y los vecinos”.
Entretanto, la alcaldesa de la Cuauhtémoc aseguró ayer que su postura para quitar a los bailarines del kiosko Morisco sigue en pie. Aunque a través de un mensaje en sus redes sociales anunció el despido del director general de Gobierno en la Cuauhtémoc, Salvador Santiago, y al director de imagen, Ariel Gama, quienes fueron captados en los videos de la protesta dando golpes a los vecinos que protestaban.
Por su parte, los manifestantes dijeron que seguirán protestando por su derecho a usar el espacio público, y, el siguiente domingo, volverán a encender las bocinas y a bailar, como lo hacen desde hace doce años.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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