24 septiembre, 2022
En entrevista con Alina Duarte, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, reflexiona sobre los retos y oportunidades del progresismo en América Latina: sus límites, contradicciones y potencialidades.
Texto: Alina Duarte
Fotos: Devadip Axel Meléndez y Gobierno de México
CIUDAD DE MÉXICO. – Evo Morales, expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia y presidente de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, visitó México por invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue uno de los invitados especiales internacionales para acompañar las fiestas por el 212 aniversario de la independencia de México. Igual que John y Gabriel Shipton, padre y hermano del periodista Julian Assange; la familia del líder campesino y activista César Chávez; Aleida Guevara, hija del Che Guevara, así como el expresidente uruguayo Pepe Mujica, el expresidente de Bolivia aceptó la invitación.
Fue testigo del grito de independencia lanzado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 15 de septiembre, en el cual al ya tradicional “¡Viva México!” y el recordatorio de los héroes de Independencia, añadió: “¡Muerte a la corrupción!, ¡muerte al racismo!, ¡muerte al clasismo!”. También estuvo en los balcones de Palacio Nacional, en donde fue ovacionado por miles de personas que acudieron a los festejos. Un día después, escuchó al presidente mexicano a tan sólo unos metros de distancia, lanzar un llamado a una tregua mundial por cinco años.
En su breve visita, hizo un tiempo en su agenda para dialogar sobre México, América Latina, el litio, y el presente y futuro de la región.
Luego de reunirse con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, Evo Morales nos recibe en el lugar donde se hospeda. Llega corriendo porque en un par de horas sale su vuelo de regreso a Bolivia. Agitado saluda, se sienta, respira y le agradezco su tiempo para estas preguntas.
Comenzamos la entrevista y señala que está en México gracias a la invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador.
—Estás aquí, Evo, justamente por invitación del presidente López Obrador. Fuiste uno de sus grandes invitados especiales para estar en estas fiestas patrias. Estuviste presente el día del Grito de la Independencia y hay dos momentos: tanto “el grito” la noche del 15 de septiembre, como en el desfile, el 16, en donde el presidente Andrés Manuel da un discurso previo al desfile militar, haciendo un llamado a una tregua mundial, mientras en la noche del grito dijo “muerte al racismo”, “muerte al clasismo”, entre otras. ¿Cuáles son tus impresiones de todo esto?
—Andrés, presidente de México, es Andrés. Desde hace mucho tiempo ha sido un presidente muy humanista, solidario, comprometido con las familias humildes, con sus programas sociales. Y conocí al presidente en su posesión, me saludó, “hermano indígena”, algo así. Después del golpe de Estado pues me salvó la vida, me ayudó, nos ayudó a recuperar la democracia junto a otros presidentes como el de Argentina, el de Venezuela, Cuba, el presidente [Ernesto] Samper, [José Luis Rodríguez] Zapatero, incluso el presidente de Paraguay. Y ahora soy invitado junto al hermano Pepe Mujica, me ha invitado junto al padre de Julian Assange y la hija del Che, Aleida Guevara y otros invitados. Es un honor para mí estar participando y ver la fiesta nacional de México.
El 15 de septiembre nos ha sorprendido, gritaba “muera el racismo”, “muera la corrupción”, “muera el clasismo”. Es un mensaje fuerte pero también un mensaje de integración. Yo sigo pensando cómo un día tener una América plurinacional, de los pueblos para el pueblo. No es América como dicen los americanos, “el patio trasero de Estados Unidos toda América Latina”. Hace dos o tres semanas ¿qué dijo el Comando Sur de Estados Unidos? Está preocupado por el litio, pero además de eso, América Latina es [considerada] un barrio de Estados Unidos. Nos duele todavía en el siglo XXI escuchar esta clase de mensajes. Hay nuevos líderes, así como el hermano Andrés con sus propuestas. Escuchamos un mensaje interesante, una tregua para evitar conflicto y sobre todo, las crisis económicas financieras que está provocando esta intervención militar de Estados Unidos con la OTAN de cercar a Rusia, y ahí provocan este conflicto armado.
—En ese discurso, Evo, lo que dice el presidente López Obrador es que es una propuesta de tregua mundial de cinco años “para atender los grandes y graves problemas económicos y sociales que aquejan y atormenta a los pueblos”. Esta propuesta “busca la suspensión inmediata de acciones y provocaciones militares así como de pruebas militares y de misiles”. Buscaría un comité de fomento al diálogo entre Rusia y Ucrania, en el cual, incluso dijo, de aceptar, estaría el Papa Francisco, estaría también el primer ministro de la India, Narendra Modi, y también, por parte de la ONU, el secretario general Antonio Gutérrez”. ¿Qué mensaje manda hacia afuera de México?
—Primero, hermano presidente de México: preocuparse de la situación alimenticia, energética, preocuparse de la vida, de la humanidad. Es digno de admiración y es una buena propuesta. De verdad, a mí me ha sorprendido y creo que ha sorprendido a todo el mundo, una tregua y que haya mediadores, de India, el Papa Francisco, Naciones Unidas, con seguridad también México estará con la iniciativa. Saludamos, apoyamos y sólo ojalá que todo el mundo pueda escuchar. Ojalá la OTAN deje de seguir atacando o cercando a los países cuando los países no se someten al imperio, ese es el tema de fondo. Aunque yo tenía información de que hoy había una gran reunión, entre China, India, no sé si es Pakistán, Irán, Turquía y Rusia. Ojalá ahí salga también alguna luz de cómo buscar paz pero con justicia social.
—Esto es importante, incluso estas invitaciones que te hace a ti y a otras personas el presidente López Obrador. Tal vez no podrían haberse hecho hace cuatro años que llegó a la presidencia, pero las cosas han ido cambiando regionalmente, ¿Cuál es tu valoración del rol que está jugando México dentro de la región con todos estos temas que pones en la mesa incluso a nivel mundial?
—Yo siento que hay una rebelión democrática en toda América Latina y el Caribe. Preguntemos, hace dos, tres años había el Grupo de Lima para derrotar a (Nicolás) Maduro, ¿Dónde está el grupo de Lima? ¿Cómo estaba compuesto el Grupo de Lima? Con expresidentes de Perú, de Argentina, de México, de Chile, especialmente de Colombia.
—Ahora todos han ido cayendo…
—Ahora no hay Grupo de Lima. Mira, después de que fundamos UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) con (Hugo) Chávez, con Lula [da Silva], con [Rafael] Correa y con [Néstor] Kirschner y otros presidentes (lamento mucho han vuelto algunos partidos sumisos al imperio), paralizaron yo diría momentáneamente a UNASUR. Pero creamos con Chávez, con Fidel (Castro) la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), pero frente a esa propuesta de integración, (Barack) Obama y otros presidentes de Estados Unidos organizaron la Alianza del Pacífico para continuar con las políticas de consenso de Washington o con el ALCA.
Ahora, otra vez me pregunto, ¿dónde está la Alianza del Pacífico? Estas instituciones u organizaciones que solamente son para respaldar las políticas de Estados Unidos, han sido derrotadas con esta rebelión democrática.
—Como la OEA…
—Claro, pero además de eso, ¡Imagínese! Yo estoy casi seguro que gana el compañero Lula (en Brasil) las elecciones el próximo mes, más México, es una gran alianza estratégica para todos los países de América Latina y el Caribe. Nos da mucha esperanza.
Hace 50 o 60 años, al menos, veíamos cómo Cuba era expulsada de la OEA. Después, daba miedo ser expulsado de la OEA, ahora más bien es digno orgullo retirarse de la OEA. Tenemos una responsabilidad de cómo relanzar la Celac para realmente garantizar la integración, pero no solamente como jefes de Estado sino con sus pueblos.
—Hablando de América Latina, quiero seguir insistiendo en ese tema porque algunos le llaman segundo ciclo de gobiernos progresistas. Algunos hablan de algunas particularidades. Lo cierto es que hay una tendencia no sólo en el discurso, hay acciones muy claras antineoliberales, antiimperialistas y en este sentido hemos visto ya la victoria de Gustavo Petro en Colombia junto con Francia Márquez, y eso es importante porque creo que sólo personajes como tú destacaron que fueron los dos los que hicieron posible esa victoria y no sólo personalizándola en Petro. Pero también tenemos elecciones en tan solo unos días en Brasil y vemos a Lula da Silva con grandes posibilidades de regresar. ¿Cómo miras tú esta América Latina del día de hoy?
—Primero, todas las doctrinas del imperio se han caído. ¿Dónde está la Guerra Fría? ¿Dónde está la guerra contra el terrorismo? ¿Por qué digo esto? Ahora, partidos o movimientos políticos, movimientos sociales con tendencias, con principios, doctrinas comunistas y socialistas, ahora son presidentes. Eso no había antes, sólo era Cuba.
Terroristas… Para el imperio, ¿quiénes son los terroristas? Los movimientos sociales. Yo me acuerdo en 2002, el embajador de Estados Unidos, Manuel Rocha, dijo “no voten por Evo Morales, Evo Morales es un Bin Laden andino y los cocaleros los talibanes”, “no voten así, si votan por Evo no va a haber cooperación e inversión”. ¡Qué mentira! En 2005 la inversión pública era de mil 600 millones de dólares. En mis últimos años de gestión antes del golpe de Estado, programamos más de 8 mil millones de dólares en inversión pública.
Entonces, los “terroristas” ahora somos presidentes. [Gabriel] Boric, que fue dirigente estudiantil; Pedro Castillo, presidente, rondero campesino, dirigente del magisterio y ahora presidente, con dificultades pero cómo ganamos. Yo siento que esa doctrina norteamericana se cae a pedazos. Inclusive, mira, algunos hermanos levantaron las armas para la liberación, después de 200 años de fundación de la República y ahora son presidentes, Daniel Ortega y ahora Gustavo Petro. Y quienes nos organizamos socialmente y algunos hasta se levantaron en armas, lo que no tanto comparto, pero el pueblo le da la razón, el tiempo nos la va a dar. Pero ¿cuál es el peligro que yo veo? Cuando el imperio está en decadencia, acude a la violencia. No quiero pensar eso pero es la situación de Cristina Fernández hace unas semanas. Cuando el imperio pierde hegemonía, acude a las armas, y por tanto todo lo que está pensando no sólo hay que verlo de un punto de vista exitoso, es exitoso por supuesto, pero aprovechar este momento para blindarnos, para que nunca más vuelvan gobiernos de derecha sometidos al imperio.
—En algún otro momento, hablar de la incidencia de Estados Unidos en la región se tomaba como una conspiración, como un mito, cuando está ampliamente documentado cómo orquestan desestabilizaciones y golpes de Estado. Vivimos un estallido social en Chile, en Brasil estaban liberando a Lula pero al mismo tiempo se estaba gestando un golpe de Estado en Bolivia. Ya han pasado tres años del golpe, ¿Cómo se mira la recuperación de la democracia en Bolivia y cuáles son los retos específicamente con una derecha que hemos visto no ha cedido en esos intentos de desestabilizar un gobierno democráticamente electo, en este caso el de Luis Arce?
—En la conciencia del pueblo. El MAS-IPSP (Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos) tiene agenda política, económica, social, más allá del bicentenario. El MAS-IPSP es el movimiento más grande en la historia de Bolivia, y a la cabeza, el movimiento indígena- El movimiento indígena somos los herederos de la historia, herederos de las luchas de tiempos de colonia. Nos amenazaron con el exterminio, los odiados en tiempos de República, que estábamos en un movimiento político para liberar a toda Bolivia.
Yo me acuerdo perfectamente que en 2005 nuestro programa se basaba en tres puntos: en lo político la refundación mediante la Asamblea Constituyente; en lo económico, la nacionalización de los recursos naturales, pero también de los recursos básicos; y en lo social, la redistribución de la riqueza. En corto tiempo hicimos mucha historia. Pero ahí, el tema de fondo, hermana periodista, es que el golpe, al margen de ser del gringo al indio, es a dos cosas. Primero, a nuestro modelo económico- El imperio no acepta nuevos modelos económicos mejor que el modelo económico implementado por el modelo económico del neoliberalismo bajo el mandato del capitalismo. Entonces fue en contra de nuestro modelo económico.
¿Y cuál era la base de nuestro modelo económico? La nacionalización de los recursos naturales pero también empezar con la industrialización y sobre todo, el tema del litio. Usted como periodista sabe de cuántos mensajes, pruebas, sobre cómo Estados Unidos dio un golpe de Estado por el litio. Inglaterra había financiado el golpe por el tema del litio. El dueño de Tesla, Elon Musk, reconoce los intereses sobre el Salar de Uyuni y dan un golpe de Estado.
Esto que está pasando nos debe unir mucho más a todas y todos, no sólo es por el litio, por el petróleo, por el gas, por los recursos naturales. Es la lucha de la humanidad. Los recursos naturales, ¿de quién son? ¿De los privados bajo el saqueo de las transnacionales o de los pueblos bajo explotación de nuestros estados, de nuestros gobiernos? Por supuesto hay que aprovechar los recursos naturales cuidando el medio ambiente.
—Señalas que el golpe de Estado en tu contra fue fundamentalmente hacia el litio, algo que está demostrado, un debate que no es nuevo: el que venga Estados Unidos por los recursos naturales de América Latina. Sin embargo en México el pueblo estará mucho más interesado en esto ahora que el gobierno de México, que la administración del presidente López Obrador, ha decidido crear su propia empresa para la industrialización de litio. A principios de agosto veíamos las noticias: el gobierno boliviano y el gobierno mexicano buscaban hacer una alianza para que no se venda como materia prima, que es lo que quieren las grandes potencias, sino que se logre hacer una alianza para fundamentalmente industrializar el litio. ¿Qué significó todo esto para tu administración y especialmente el rol que jugó en el golpe de Estado?
—Yo soy testigo de esto. En 2010 yo viajé a invitación de Corea del Sur y como siempre, la tarea del Presidente es hacer buenos negocios para su pueblo. Grandes acuerdos firmamos y me invitaron a ver una nueva industria de baterías de litio, lindo, hermoso. Les pregunto ¿cuánto cuesta? “300 millones de dólares”. Para entonces, nuestras reservas ya estaban creciendo, ya teníamos diez mil, once mil millones de dólares en reservas internacionales. En ese momento pienso, “yo puedo garantizar 300 millones de dólares”. Le digo a los coreanos “construyamos una empresa gemela en Bolivia”, yo puedo garantizar la inversión, “no, no, no”. Así puedo comentar bastantes recuerdos que tengo. Ahí me di cuenta que lamentablemente los países industrializados sólo nos quieren para que nosotros les garanticemos materia prima.
Entonces ¿qué hicimos con Álvaro [García Linera], vicepresidente? Empezar con laboratorios, con una planta piloto en la gran industria del litio. Para los laboratorios contratamos expertos. Para la planta piloto, los jóvenes ya habían aprendido, teníamos un lindo proyecto. Y decidimos que en la parte extractiva no podían entrar extranjeros. En el tema de mercados, hay acuerdos, no hay problema.
(Evo empieza a hojear las notas publicadas por diversos medios durante las fechas del golpe de Estado en su contra en el año 2019 y comparte los titulares)
—¿Cómo se llamó esta nota? El 20 de noviembre del 2019, a días del golpe de Estado: “el golpe en Bolivia huele a litio”, información de primera. “Trump aplaude la salida de Evo Morales tras presión del ejército”. Lamentablemente los comandantes entonces se volcaron, “¿Por qué Estados Unidos podría estar detrás del golpe de Estado en Bolivia?”, el senador Richard Black explica que es por el tema del litio. “Senador estadounidense asegura que Estados Unidos intervino por el litio”. Y lo peor es esto, el dueño de Tesla, la industria de carros eléctricos, “Daremos un golpe de Estado a quien queramos, lidien con eso”. Demuestra quién financió a los golpistas en Bolivia. Esto el año pasado lo hemos informado: “El Reino Unido apoyó el golpe de Estado en Bolivia para acceder a su ‘oro blanco’”, el litio. Y había invertido, había financiado, no sólo es su apoyo verbal. Con razón el embajador de Inglaterra en los días del golpe estuvo permanentemente en reunión con los opositores, con los golpistas.
Aquí tenemos una mina de oro, “el precio del litio subió de 4 mil 450 dólares la tonelada de carbonato de litio en 2012, a 17 mil dólares en 2021”, el año pasado. ¡En diez años ha llegado a 78 mil dólares la tonelada de carbonato de litio!
— ¿Qué mensaje puedes mandar tanto al gobierno como al pueblo mexicano, pensando en que una de las vías por las cuales ha optado ha sido nacionalizar el litio?
—Yo saludo al hermano presidente, al gobierno de México, el litio es patrimonio del pueblo mexicano. Entiendo que ya está nacionalizado. Qué lindo sería Bolivia, México, Argentina, Chile juntos. Pero en Chile, totalmente privatizado, en Argentina igual, ojalá puedan recuperarlo. Pero en Bolivia y México debemos hacer una alianza estratégica para industrializar nuestro litio.
Yo sigo convencido que algunos países de América Latina seremos potencia en algo pues, y podemos ser potencia en el tema del litio, con tremendos precios. Y va a seguir creciendo. Está la tarea de cada uno de nosotros, de sus gobiernos. Saludo que la semana pasada ya se han reunido el presidente “Lucho” Arce de Bolivia, el presidente Andrés Manuel López Obrador de México. Ahí hay trabajo de equipos técnicos. Me estaban preguntando qué técnicos tenemos. Hay que compartir experiencias de trabajo, tenemos buenos técnicos, hemos aprendido bastante. Juntarnos para lanzar la industrialización del litio pero, a la cabeza, nuestros gobiernos. Estado bajo el control del pueblo, no como siempre, entregar a las transnacionales, eso no lo compartimos. Y en nuestra experiencia, las nacionalizaciones de recursos naturales, así como de empresas estratégicas, nos ayudaron bastante para cambiar la imagen de Bolivia.
—Recibiste un doctorado Honoris Causa de la Universidad de Zacatecas. Ya podemos decirte “Doctor Evo”. Cuéntanos.
—El año pasado me invitaron para entregarme un reconocimiento. Este año aprovechamos esta visita, esta invitación del Presidente Andrés Manuel para pasar por Zacatecas. Gracias a la Universidad Autónoma de Zacatecas estuvimos reunidos con los movimientos sociales, el movimiento indígena campesino, maestros, algunos partidos políticos pero también con el gobernador de Zacatecas, y este reconocimiento es a los movimientos sociales, al movimiento indígena en particular. Sin ellos yo no habría sido presidente y agradezco a la universidad, a varios compañeros que han tenido la iniciativa. Conversamos bastante, hemos ido a una zona minera. Además de eso, una ciudad muy colonial interesante y tenemos buenas relaciones. Esperamos no perder estas relaciones de mucha confianza para abrirlas a la gente humilde. Muchas gracias.
*Este texto fue publicado originalmente en el portal Council on Hemispheric Affairs, COHA. Aquí puedes consultar la versión original
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