El film swap es un poema visual. Consiste en hacer dobles exposiciones entre dos personas desconocidas, como un cadáver exquisito hecho con film. Actualmente hay un boom, pero la propuesta ya tiene algunos años dando vueltas…

@ maria _ efemere
Fotos: Gabriela Rodríguez / Instagram @ gabeatismo

El film swap es un poema visual. Consiste en hacer dobles exposiciones entre dos personas desconocidas, como un cadáver exquisito hecho con film. Nació como un experimento más de los amantes de la lomografía y actualmente hay un boom pero hay quienes comenzaron a hacerlo desde el 2012.

Para entender el film swap hay que empezar contando qué es la lomografía: una corriente fotográfica surgida en los años noventa en Viena cuyo principio básico es la imperfección. Actualmente hay toda una comunidad muy activa que no deja de reinventarse y experimentar y entre sus derivas está el film swap.

Gabriela Rodríguez cansada del purismo, llegó a la fotografía experimental:

“Hay cosas de la foto purista que no nos deben faltar porque te brinda una base enorme pero creo que es importante cuestionar todo lo que ya está planteado, entre esas cosas, qué pasa si mi rollo está caduco, que pasa si ocupo quimicos de blanco y negro para revelar un rollo que está dispuesto para color. De los primeros ejercicios experimentales que hice fueron las dobles exposiciones y luego, en algún lugar, vi una foto que había sido tomada en un país y le pasaron el rollo a otra persona en otro país”. Así descubrió el film swap.

Gabriela vive en Nueva York y su primer film swap lo hizo con su mejor amiga, el resultado fue un híbrido CDMX-NY. 

“Hicimos nuestro primer swap. Nuestro concepto era ciudades alteradas y era una película de alto contraste en blanco y negro para darle un sentido más urbano, dramático… Nos salió todo mal, no empalmamos bien nuestros frames, no sabíamos cómo exponer para que ninguna sobreescribiera más que la otra, sin embargo fue un experimento chido” cuenta.

Y el error, el fallar, no las detuvo:

“Fuimos descubriendo que es muy importante qué tipo de cámara usas para que el frame sea el mismo, la manera en la que encarretas el rollo, que tienes que subexponer un paso para que las dos personas tengan opción para escribir más o menos lo mismo” recuerda. 

El film swap es también imaginar y  soltar:

“Saber que ese rollo que vas a exponer ya fue previamente expuesto te hace pensar en el otro, en qué habrá tenido en frente de sus ojos. Eso mismo le quita la pertenencia a la fotografía. A veces tomas una foto y tienes todo estructurado, saber que posiblemente ese elemento importante para ti se va a perder en el proceso del otro, le quita pertenencia porque es uno (un rollo) pero no es de nadie” cuenta.

Gabriela no siente que domine la técnica del film swap por completo pero tampoco cree que ese sea el sentido de lo que está haciendo. Al contrario, tiene que ver más con procesos personales que con el purismo fotográfico y por ello, cuando elige con quién hacer film swap, piensa en eso. Decide hacerlo con quien la invite a pensar o quien le mueva algo:

“Alguien que sepa que lleva un proceso personal, ahí es cuando sé que una colaboración puede ser poderosa” comparte. 

Y eso es también parte de lo que es la fotografía análoga para ella:

“Estoy muy segura que la foto análoga va muy de la mano con el proceso personal o las cosas que estás intentando hacer en sociedad. Una muestra de todos los inputs y outputs de lo que te llega, cómo los procesas y luego cómo los escupes. Ya sea para soltar y dejarle un poco más a la magia de la película, a la magia de la vida, o por amor propio”

Un consejo que dá para quienes quieran comenzar con el film swap es:

“Sobre la técnica pues exponer un paso abajo; un consejo personal: agarrarlo como experiencia de autoaprendizaje. También destruir esta idea de hacer una foto perfecta. Soltar. Estamos obsesionadas con tener el control de las cosas y en cambio hay tanta magia en la foto cuando te permites que suceda” 

Si quieres seguir lo que se hace a nivel internacional en torno a esta corriente, una opción es seguir el hashtag #filmswap en Instagram o echar un clavado en los contenidos de Lomography.