24 noviembre, 2024
La perspectiva de género en los juicios por feminicidio no alcanza para llegar a la justicia, pues no mide opresiones ni analiza las relaciones de poder a nivel social. ¿Qué podemos hacer? la doctora y profesora Ana Rosen reflexiona al respecto
Texto: Andrea Amaya
Foto: María Ruiz / Archivo Pie de Página
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), Plantel San Lorenzo Tezonco, ubicado en la periferia de la CDMX se imparte el Diplomado en peritajes sociales en caso de feminicidio con perspectiva feminista. Éste busca aportar herramientas teóricas y metodológicas –jurídicas, socioculturales, psicosociales y antropológicas– con perspectiva feminista a las familias y colectivas que luchan por justicia en casos de feminicidio.
Ana Rosen, doctora en estudios latinoamericanos e integrante del equipo coordinador del diplomado y profesora del Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales de la UACM, enfatizó que un peritaje social es una herramienta que hace falta presentar en los juicios justo para reclamar sentencia a quienes perpetraron el acto feminicida y que permite contextualizar los casos.
“El peritaje lo que quiere mostrar son las condiciones de violencia y opresión en las que vivían o viven las víctimas, porque en algunos casos es intento de feminicidio” dijo la académica en entrevista para Pie de Página.
En este sentido el diplomado tiene como objetivo brindar a las personas que lo necesiten esta herramienta y que puedan complementarse con un equipo de trabajo para armar ese peritaje.
–¿Por qué es importante una perspectiva feminista?
–Justo porque tiene que ver con la parte política en términos de la opresión, desde el término feminicidio ya empezamos con esa perspectiva, pero lo que vimos nosotras es que no alcanza porque además en los últimos años se ha institucionalizado, las instituciones se han apoderado del término y han quitado ese significado político.
El 11 de febrero de 2020 Fátima Cecilia Aldrighetti Antón de 7 años fue desaparecida, y el 15 de febrero su cuerpo fue encontrado sin vida en la Alcaldía Xochimilco, ella fue víctima de feminicidio. En la búsqueda por justicia, su familia fue revictimizada por todas las autoridades: la Fiscalía capitalina, ministerios públicos, por el DIF y por alcaldes. Todos le fallaron.
Desde entonces, la familia de Fátimia Cecilia ha buscado, en particular quien ha debido tomar la batuta es su tía Sonia López. Pero el pasado 11 de noviembre supo que su juicio había sido anulado debido a que la jueza que llevaba su caso se retiraba por incapacidad médica, tirando a la basura el trabajo de los últimos 10 meses. Ya se habían presentado testigos, peritos expertos en diversos campos y donde la familia revivió con dolor lo sucedido.
El feminicidio de Fátima ha sido acompañado por las coordinadoras y docentes del Diplomado en peritajes sociales en caso de feminicidios con perspectiva feminista. Para Ana Rosen este caso es uno de los más terribles, pues un feminicidio es el acto de matar a una mujer solo por el hecho de ser mujer, porque pueden hacerlo y porque no pasa nada.
“El hecho de que cerrarán el juicio de Fátima nos habla de un sistema judicial, no solo inoperante, sino también revíctimizante, injusto y despiadado”, enfatizó la académica.
Agregó que el caso de una niña de 7 años da a luz una serie de corrupciones y de mirar para otro lado:
“En algún momento la familia y quienes hemos acompañado el caso pensamos que la justicia se iba a lograr mediante un juicio, pues es la única herramienta que tienen las personas para intentar lograr algo de justicia”.
Después de cuatro años la familia está devastada, pero también hay que destacar que vamos a seguir haciendo lo que haga falta hasta que se logre justicia. por la pequeña Fátima, no vamos a parar.
De acuerdo con Ana Rosen, una perspectiva de género habla solamente de que los hombres y las mujeres son diferentes y a nivel institucional se solventa diciendo “los y las” y una perspectiva feminista tiene que ver con tener en cuenta y medir las opresiones en terminos generales: cómo operan estas opresiones en lo cotidiano de las mujeres y cómo operan en los casos de feminicidio, pero no solo eso también en los casos en los que se busca justicia para esos feminicidios.
“Una perspectiva de género en un juicio por feminicidio no alcanza. No es suficiente porque no mide opresiones, porque no ve cuáles son las relaciones de poder a nivel social, no a nivel personal o individual o en esta lógica que solo ve la diferencia”.
Enfatizó que una de las opresiones a las que se enfrentan los casos de feminicidio en los juicios cuando no se tiene una perspectiva feminista es lo que esta pasando con el juicio de la pequeña Fátima: después de 4 años de testimonios anularon el juicio y que vuelva a empezar tiene que ver con una situación revictimizante, otra vez es volver a hacer víctima a la víctima y a los familiares:
“El tratamiento que se le dio al caso de la pequeña Fátima fue absolutamente revictimizante porque no tuvo esta perspectiva en términos no solo de la opresión sobre una niña, sino en términos de infancias y tiene que ver con cómo funcionamos como sociedad lamentablemente en la vida cotidiana. Tiene que ver con esta lógica de ella se lo buscó. La mayor parte de los juicios por feminicidio tienen una contraparte sobretodo de los abogados defensores de los feminicidas de culpabilizar a las víctimas. Ahí no hay perspectiva feminista en términos de opresiones”.
Ante el anulamiento del juicio del caso de feminicidio de Fátima Cecilia Aldrighetti Antón, su tía Sonia López, sus familiares y demás colectivas que acompañan el caso lograron la reapertura de este por segunda vez, en el cual tendrán que empezar desde cero en la búsqueda de justicia.
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