El retorno del padre

11 diciembre, 2021

Las imágenes de esos viajes, poco a poco, se borraron de mi memoria, como cuando se pierden los recuerdos que pegas en la puerta del refri para no volverlos a encontrar jamás…

Cynthia Rodríguez

Si todos pudieran elegir cada cosa por sí mismos,

lo primero que elegirían sería el retorno del padre.

Homero,

La Odisea 

Hay una imagen que conservo de nosotros. La veo y mi mente vuela a esos días donde las lágrimas no existen. Ambos fijábamos nuestras miradas en el océano desde una pirámide cuando estaba justo por esconderse el sol.  Yo,  con el pelo revuelto por el viento y cubierta con un vestido de flores con tirantitos, te tomaba de la mano y sin pensar en nada, te abrazaba frente al atarceder.

Estaba orgullosa de haber escalado esa montaña de piedra que tú me explicaste, era en realidad una pirámide a la que hace muchísimos años, unos hombres bautizaron como “El Castillo”. Miro las fotos y aún escucho esa tranquilidad que te da el vaivén de las olas del mar.

¿Cuántos años teníamos? ¿Te acuerdas?

Según mis cálculos, y la foto que me ha acompañado en todas mis mudanzas, tú ni siquiera habrías cumplido los 30. Tus pantalones acampanados, tu camisa a cuadros de manga corta y las largas patillas que afilaban tu rostro, extrañamente sin barba, anunciaban algún verano al final de la década de los 70. Yo, si no me equivoco, estaría por cumplir siete años y estábamos en la cima con el mar de Tulum de frente.

Esa foto es el único recuerdo que guardo de nuestras vacaciones de la infancia, muchas al Caribe, especialmente a Cozumel, donde había un centro vacacional al que año con año podíamos aterrizar al paraíso gracias a las prestaciones que gozabas como ingeniero de la Comisión Federal de Electricidad donde comenzaste a trabajar desde que yo nací. Después, como muchas situaciones de esa década, caracterizada por tantas crisis, eso también se acabó.

Las imágenes de esos viajes, poco a poco, se borraron de mi memoria, como cuando se pierden los recuerdos que pegas en la puerta del refri para no volverlos a encontrar jamás…

Adiós al montón de mapaches que llegaban a nuestro encuentro en la Isla de la Pasión. Adiós a las iguanas que pedían prestados decenas de colores para camuflajearse entre las ramas. Adiós a los atardeceres frente a la playa donde corríamos y huíamos de las arañas con alas. Adiós a las abuelas recolectando conchitas en las aguas cristalinas. Adiós a las enormes caracolas rosadas que aventaba el mar en la ribera. Adiós a mamá tumbada al sol con bikini y sin pensamientos turbios. Adiós a la arena sobre tu barba mojada. Adiós estrellas de mar.

***

Han pasado exactamente 15 años desde aquel 12 de diciembre del 2006 cuando tomé el avión que me llevaría a vivir a Italia. Era tu cumpleaños 56 y lo festejamos en casa. Después, todos en bola, nos fuimos al aeropuerto y ahí, con un abrazo, me repetiste que cualquier cosa que pasara yo tenía que saber que México era mi casa y mi familia estaría esperándome siempre.

Una vez más, habías logrado reasegurarme y con esa confianza me fui y comencé a construir mi propia familia.

Durante mucho tiempo me sentí al seguro gracias a ti, hasta que en el 2016 pasó todo aquello. Tu enfermedad, las angustias, los miedos. Pensamos lo peor y sí, llegamos a sentirnos desamparados.

En estos últimos cinco años no he dejado de pensar en todos los ejemplos que nos has dado, pero hoy que es tu cumpleaños 71 nos sigues demostrando tanta resistencia que, a pesar de todo, tu vida en sí es también nuestro motor para seguir. Feliz cumpleaños, papá.

Cynthia Rodríguez

Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la 'Ndrangheta, sobre los lazos entre uno de los grupos criminales más antiguos del mundo y uno de los cárteles emergentes más temidos de toda la historia en México. Tiene una maestría en Migración por la Universidad de la Sapienza y otra sobre Combate a la criminalidad organizada y la Corrupción por la Universidad de Pisa.