El cuento de nunca acabar

27 noviembre, 2021

Algunos científicos creen que con la nueva variante de covid “veremos una reedición de la pandemia como la vimos el año pasado en la población vacunada”

@cynthiaitalia

Hace unos días se aprobó en Italia el último decreto del Consejo de Ministros, el cual especifica que el pasaporte verde o ‘Green Pass’ ya no será válido sólo con una simple prueba rápida.

A partir del 6 de diciembre entrará en vigor el ‘Super Green Pass’. Este será sólo para quienes estén vacunados contra covid o se hayan curado recientemente de esta enfermedad y tendrá una duración de nueve meses.

Las personas que aún se niegan a vacunarse (por cualquier motivo) sólo pueden ir a trabajar con una prueba negativa (la cual sigue teniendo una vigencia de 48 horas), tomar medios de transporte y acceder a servicios esenciales.

Aunque no lo digan así, prácticamente es un nuevo confinamiento para quienes no estén vacunados, pues no podrán asistir a restaurantes, bares, gimnasios, cines, teatros, reservar hoteles, aviones, barcos, trenes y cualquier otra actividad que no sea trabajo y comprar lo que les sirva para comer o medicinas.

Para quienes trabajan en los sectores de seguridad, educación y sanidad la vacuna no sólo es obligatoria sino también la aplicación de la tercera dosis.

De todos los países de la Unión Europea, sólo Austria (con 68 por ciento de vacunada) ha declarado la vacuna como una obligación; los demás siguen orillando a sus ciudadanos a hacerlo, ya no tanto por las buenas.

Los ciudadanos aún indecisos o quizá hasta convencidos de no vacunarse siguen cuestionando estas medidas; argumentan que los gobiernos no quieren hacerse cargo por los probables daños colaterales que pueda tener la vacuna.

Otro ejemplo es Alemania, donde todo el poder demostrado para la adquisición de las vacunas no ha logrado convencer a toda la población (sólo 70 por ciento se ha vacunado). Los contagios son altísimos y la cuarta ola ha pegado como nunca antes, con un promedio de 200 muertos al día.

Hoy también ellos pagan los costos de la demagogía en las últimas elecciones, donde todos los partidos prometieron que la vacuna nunca sería obligatoria.

Y mientras pasa el tiempo, y miles de ciudadanos siguen sin vacunarse, los problemas crecen con las nuevas variantes.

La llegada de Omicron

El B.1.1.529, que tomó su nombre de la letra griega «Omicron» y se agregó el viernes 26 de noviembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la lista de «variantes de preocupación» existentes, junto con Alpha, Beta, Gamma y Delta.

Los primeros casos secuenciados se notificaron por separado, a partir del 24 de noviembre, en laboratorios de Botswana, Hong Kong (donde llegó la variante por un viajero), y Sudáfrica.

Las cifras de crecimiento relativo en este último país son consideradas «vertiginosas» por la OMS. Apenas el viernes hubo 2 mil 828 nuevos casos, lo que representa un aumento de 258 por ciento en comparación con la semana anterior.

Se estima que alrededor del 90 por ciento se deben a la nueva variante, que habría suplantado a Delta. Sin embargo, no es seguro que Omicron haya nacido en Sudáfrica. La identificación depende de la capacidad de rastreo de los laboratorios y ese país (junto con Botswana y Kenia) es el que tiene mayor posibilidad en África de secuenciar los positivos.

La variante tiene un perfil genético que se considera «desfavorable» y se define como preocupante. Al mismo tiempo, presenta casi todas las mutaciones conocidas de las variantes Alfa, Beta, Gamma y Delta, además de otras nuevas.

Específicamente, tiene 32 mutaciones en la proteína de pico (la parte del virus que usan las vacunas para activar el sistema inmunológico contra covid). Si la proteína de pico cambia, incluso los anticuerpos provocados por la vacuna pueden no reconocerla.

Algunas mutaciones nunca se han visto; otras se relacionan con la capacidad de una variante de ser más transmisible y escapar de la inmunidad que proporcionan las vacunas.

El Instituto Nacional Sudafricano de Enfermedades Transmisibles (NICD), el instituto público de referencia en enfermedades infecciosas, habla de síntomas similares a versiones anteriores del virus (incluida la presencia de individuos asintomáticos).

Lo peor de todo es que aún no se sabe si la nueva variante será más transmisible o más letal y en qué medida. Todas las demás variantes «principales» han sido «reconocidas» por las vacunas, que mantienen la protección con respecto a la posibilidad de ser hospitalizado o morir. Sin embargo, han perdido eficacia (después de unos seis meses) con respecto al contagio.

No hay razón para pensar que será diferente: “Es extremadamente improbable”, dijo el director del grupo de vacunas de Oxford, el profesor Andrew Pollard. “Veremos una reedición de la pandemia como la vimos el año pasado en la población vacunada”.

Todavía se necesitan al menos dos o tres semanas de monitoreo y pruebas de laboratorio para vislumbrar cualquier respuesta. Sin embargo, del genoma de la nueva variante se deducen algunos detalles poco tranquilizadores. «Es probable que se produzca un escape inmunológico parcial, pero también que las vacunas seguirán ofreciendo altos niveles de protección contra la hospitalización y la muerte», especulan los científicos sudafricanos.

Otro motivo de alarma proviene del hecho de que en el linaje B.1.1.529 faltan algunas partes del virus que son utilizadas por diferentes anticuerpos monoclonales. En su informe sobre el tema, la OMS habla de evidencia que sugiere «un mayor riesgo de reinfección» y «una ventaja de crecimiento».

Investigadores italianos aseguran que para tener la certeza final es necesario secuenciar el genoma, porque también Alpha tiene la misma característica.

Es por eso que los laboratorios están trabajando arduamente: identificar otros casos, incluso a partir de hisopos ya realizados, solo podría ser cuestión de tiempo. Por ahora, las pruebas genéticas han contabilizado 87 casos (77 en Sudáfrica, 6 en Botswana, 2 en Hong Kong, 1 en Bélgica y 1 en Israel). En la base de datos italiana que recoge las secuencias analizadas hasta el momento, Omicron no aparece.

En lo que sí hay certeza es que lo único que podrá parar el virus será la vacunación universal. Porque si en algo se han puesto de acuerdo los científicos es que las variantes surgen cuando se deja que el virus circule libremente.

Cynthia Rodríguez

Periodista mexicana radicada en Italia, donde ha sido corresponsal para varios medios. Autora del libro Contacto en Italia. El pacto entre Los Zetas y la 'Ndrangheta, sobre los lazos entre uno de los grupos criminales más antiguos del mundo y uno de los cárteles emergentes más temidos de toda la historia en México. Tiene una maestría en Migración por la Universidad de la Sapienza y otra sobre Combate a la criminalidad organizada y la Corrupción por la Universidad de Pisa.