‘Después de 10 años de guerra no podemos ser un gremio pasivo’

20 junio, 2019

Precariedad laboral, impunidad, deficiencia en la reglamentación de la publicidad oficial, espionaje, falta de transparencia y un mecanismo de protección deficiente fueron temas de discusión entre periodistas, activistas y políticos presentes en la primera Cumbre por la Libertad de Expresión del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) en México.

Texto: María Ruiz

Fotografías: Ximena Natera y María Ruiz

Desde 1992 más de 100 periodistas fueron asesinados en este país y mínimo 14 periodistas desaparecieron, eso convirtió a México en el país de mayor violencia mortal contra la prensa en el mundo en lo que va de este año. Con estos datos Joel Simon, director del CPJ, inauguró la cumbre por la libertad de expresión.

El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, asistió a la cumbre para cubrir la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador. Encinas reconoció que las herramientas actuales, como el mecanismo de protección a periodistas, son insuficientes y que para eliminar la violencia, primero, hay que combatir la impunidad.

El tema de la impunidad estuvo presente en los tres paneles y discursos de quienes participaron en la cumbre. Pero no fue el único.

La vulnerabilidad de los periodistas en los estados está relacionada con la violencia ejercida por los gobiernos locales:

“Cuando hablas del perfil de periodista atacado hablamos de medios pequeños, que operan en lugares con muy poca presencia del Estado y la poca presencia está coludida con el crimen organizado”, explica Jan-Albert Hootsen, representante en México del CPJ.

Durante el último panel se discutió el tema de la regulación y transparencia de la publicidad oficial como una necesidad urgente del periodismo mexicano. Todavía no hay fecha para su regulación.

“El reto más grande es que antes se otorgaba la publicidad por criterios subjetivos, de filias y fobias. El reto es vencer esa cultura. En este caso tener una nueva legislación y poder aplicarla adecuadamente”, dijo a Pie de Página Jesús Cantú, director adjunto de Comunicación Social del Gobierno de México.

También explicó que para la regulación se basan en lo establecido en la Ley de Comunicación Social, los lineamientos que emitió Gobernación y la Política de Comunicación Social 2019:

“Ahí se van perfilando los criterios, ya en la política de comunicación social se habla de que las campañas publicitarias en su selección de medios vayan enfocadas a sus públicos objetivos.Si es un programa destinado a niños, no vamos a buscar un medio que lo publique a la medianoche”.

También comentó que sí considerarán a los medios de comunicación digitales pero todavía no determinan de qué manera.

Para Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19, la falta de corresponsabilidad de los medios de comunicación con sus trabajadores ha generado una precariedad laboral en el gremio y les ha expuesto más al riesgo:

“Que todos los periodistas estén mal pagados hace que no exista una responsabilidad por parte de los dueños de los medios quienes reciben un montón de dinero cada año por parte del gobierno y este no se refleja en la dignidad del trabajo de la gente, la mayor parte de la publicidad oficial se concentra en pocas familias que son dueñas de la mayoría de los medios.

“Nadie vive de periodismo en México, tienes que hacer muchos trabajos para poder tener una vida y para poder seguir haciendo lo que te gusta. Todos están mal pagados y desgraciadamente eso hace que no haya responsabilidad por parte de los dueños de los medios”, declaró Ana Cristina.

Ana Cristina Ruelas es directora regional de Artículo 19, abogada y maestra en Administración Pública por el ITESM. También es columnista en Sin Embargo.

Precariedad laboral, impunidad, deficiencia en la reglamentación de la publicidad oficial, espionaje, falta de transparencia y un mecanismo de protección deficiente fueron temas de discusión entre periodistas, activistas y políticos presentes en la primera Cumbre por la Libertad de Expresión del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) en México.
Jan Hootsen ha sido periodista freelance en varios medios internacionales, cubre temas de libertad de prensa, derechos humanos y asuntos ambientales. Actualmente se enfoca en la defensa de la libertad de expresión en el Comité para la Protección de Periodistas.

Para Ruelas, las audiencias deben reconocer que el periodismo no se hace gratis pero, como planteó en el panel, hay un divorcio entre lectores y periodistas el cual se debe eliminar:

“Hay una responsabilidad por parte de los medios para con sus audiencias, para con la verdad, no con el gobierno y eso es algo importante. En la medida en la que la sociedad empiece a reconocer lo que está viviendo, su sentir, a través de las letras del periodismo la sociedad va a impulsarlo más”.

Jan Hootsen ha sido periodista freelance en varios medios internacionales, cubre temas de libertad de prensa, derechos humanos y asuntos ambientales. Actualmente se enfoca en la defensa de la libertad de expresión en el Comité para la Protección de Periodistas.

¿Qué hacer como gremio?

Patricia Mayorga, periodista del semanario Proceso, recordó que valorar el trabajo periodístico es sumamente relevante al igual que prepararse para el contexto de violencia en el país:

“Lo que estamos viviendo en México es una guerra y las principales favorecidas son las empresas. Se trata de una guerra y como tal hay que prepararnos. Esta guerra nos tomó desprevenidos pero a estas alturas, a 10 años ya no es posible permanecer como víctimas o como gremio pasivo”.

En 2010, 2 mil periodistas marcharon en la Ciudad de México para exigir seguridad bajo la consigna de #LosQueremosVivos. Desde entonces se crearon colectivos y organizaciones de periodistas que pelean por sus derechos.

La presión ejercida obligó a que se aprobada la actual ley de protección a personas defensoras de derechos humanos y periodistas que está vigente desde el 2012.

“A partir de que comenzaron a matar compañeros, a agredir medios a incrementar los convenios de publicidad oficial, la respuesta en los estados ha sido agremiarnos en redes de periodistas. Cuando matan, cuando amenazan a periodistas buscan sembrar el miedo pero como gremio mexicano respondimos de manera contraria: surgieron más redes, más periodismo independiente, súper precario porque no hemos sabido cómo financiarnos, porque todo se concentra en la Ciudad de México y nosotros hemos estado poniendo el cuerpo, a nuestros amigos, a nuestros colegas y la información”, añadió Patricia Mayorga.

Para Jan Hootsen, no todo lo puede hacer el gremio ni la sociedad civil, hay una responsabilidad de la que no se puede safar el Estado:

“La justicia no le ha interesado al Estado mexicano, nunca como derecho. Con el tiempo la impunidad y la colusión con el crimen organizado se fue fortaleciendo. Se tienen que fortalecer las instituciones y no recortar presupuestos por todos lados sin criterios objetivos y tiene que existir coordinación entre gobiernos federales y gobiernos estatales porque hay estatales que simplemente no coordinan nada en materia de corrupción o en materia de impunidad con el federal”.

Ana Ruelas propone que el gremio ya organizado ahora tiene que exigir más:

“Ya se han logrado conformar redes para garantizar protección, creo que lo que sigue es que estas redes exijan mejores condiciones de trabajo a sus medios de comunicación. Es importante que el gremio cree coaliciones o sindicatos, que se discutan las condiciones laborales porque, como bien señalan (los ponentes de la cumbre), eso es algo de lo que no se habla”.

Foránea siempre, lo suyo es lo audiovisual y el periodismo es la vía por donde conoce y cuestiona al mundo.

Periodista visual especializada en temas de violaciones a derechos humanos, migración y procesos de memoria histórica en la región. Es parte del equipo de Pie de Página desde 2015 y fue editora del periódico gratuito En el Camino hasta 2016. Becaria de la International Women’s Media Foundation, Fundación Gabo y la Universidad Iberoamericana en su programa Prensa y Democracia.