Ciudadanos que acudieron a ver la proyección de Ithaka en Los Pinos quedaron conmovidos por la historia del padre de Julian Assange. Antes, John y Gabriel Shipton participaron en una protesta frente a la Embajada de Estados Unidos y desde ahí cuestionaron al secretario de Estado, Antony Blinken, quien este lunes llega a la ciudad de México
Texto y fotos: Arturo Contreras y Alexis de la Cruz
CIUDAD DE MÉXICO.- Adultos mayores, algunas familias que fueron a pasear, pocos jóvenes. Los asistentes a las funciones de cine de este domingo en el Complejo Cultural Los Pinos salen pensativos. Piensan que las historias que defienden la libertad de expresión y otros derechos humanos, como ésta que entraron a ver, deberían tener más difusión.
La sala se llena tres veces para la proyección de Ithaka, el documental que narra la lucha de la familia de Julian Assange para conseguir su libertad. Al salir, muchos expresan ternura por el padre del activista, John Shipton, y mucha indignación y enojo contra las instituciones de justicia.
“Quedé impactada”, dice Karen Lizette Salgado Olmos, al salir de la sala. Su maquillaje de domingo, con brillos y sombras tornasol, casi queda arruinado por las lágrimas que intenta contener.
“Es totalmente recomendable, pero deberían darle más difusión”, insiste, sin saber aún que está por exhibirse en la Cineteca Nacional y otros foros. Luego sigue, casi sin respirar: “Es un tema delicado que habla de la libertad y la tortura (…) Estoy un poco conmovida, pero espero que esto trascienda, espero que esto sea un elemento fundamental para que la gente crea en la justicia”.
Karen Lizette acaba de ver la primera proyección de Ithaka. Cuenta que apuntó la fecha después de ver el evento en redes sociales y planeó su día para pasearse por Los Pinos.
José Escobedo, en cambio, viene con su familia desde Los Reyes La Paz, en el Estado de México. Dice que se enteró de que iban a estar pasando el documental, pero vino de casualidad y se dio la oportunidad de verlo. Espera en fila la segunda proyección, un tanto desesperado.
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“Yo lo escuché en las noticias, de que lo andan promocionando (el documental) el papá o el hermano, aquí en México, pero en realidad vinimos a visitar y a conocer con la familia”, dice Escobedo desde los sótanos de la que solía ser la residencia presidencial.
Después de la proyección, Noemí Reyes dice que sólo la presión de la población puede ayudar a la familia: “Estados Unidos tiene todas las de ganar en este caso y solo la población puede hacer presión frente al imperio”, comenta.
Después celebra la asistencia de la familia de Assange en los festejos de independencia. “Es excelente ¡qué bueno!, si en México no estamos libres de injusticias como esa. Es a favor de la libertad de expresión”.
Horas antes de que iniciaran las proyecciones en el espacio que fue la casa de los presidentes y ahora es un complejo cultural, activistas y colectivos de derechos humanos y libertad de expresión llegaron al Paseo de la Reforma, justo frente de la embajada de Estados Unidos, para reclamar “libertad inmediata” del fundador WikiLeaks.
Dos mujeres con casacas amarillas extendieron una manta rectangular y la amarraron en la malla metálica que divide el camellón que pasa en la entrada principal de la embajada, mientras un hombre extendía una lona con rostro de Assange e invitaba a los transeúntes: “pasen el documental Ithaka, en el Complejo Cultural Los Pinos”.
Poco después arribaron John y Gabriel Shipton, padre y hermano del preso político, confinado en una cárcel de Londres. El padre de Julian agradeció a los mexicanos y al presidente Andrés Manuel López Obrador por no dejarlos solos en su lucha: “El apoyo aquí ha sido extremadamente importante, sobre todo por el presidente Andrés López Obrador”, insistió.
El padre de Assange también habló de la visita que hará este lunes a México el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
«(Blinken) viaja por todo el mundo diciendo que la libertad de expresión es una de las principales preocupaciones de Washington, pero siguen persiguiendo a Julian Assange (…) Julian es un símbolo mundial de la libertad de expresión», dijo.
Gabriel Shipton, también consideró que Blinken no puede dar lecciones de libre expresión al mundo, mientras mantienen preso “al mejor periodista del mundo”.
Desde 2019 Assange se encuentra en máximo confinamiento en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, y pelea por no ser extraditado a Estados Unidos.
El activista australiano, de 51 años, puede ser condenado en Estados Unidos a 175 años de prisión si es hallado culpable de los delitos que le acusan. El gobierno de Estados Unidos no le perdona haber revelado crímenes de guerra en Afganistán e Irak.
Al término del mítin en la Embajada de Estado Unidos, el colectivo #24F inició una rodada hasta la embajada de Reino Unido, en cuyas cortes se resolverá este mes la última apelación para evitar la extradición de Assange.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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