17 enero, 2020
Son ya cuatro mercados que se queman en la Ciudad de México en menos de un mes. Una docena de locales resultaron con daños en el Mercado Morelos, sin que las autoridades tengan una explicación para los comerciantes
Texto: Vania Pigeonutt
Fotos: María Ruiz
En sus cinco décadas de existencia los comerciantes no habían visto cerrado su mercado, el Morelos, que lleva el nombre de la emblemática colonia donde está el barrio bravo de Tepito. “¡Es la Morelos!, ¡Es la Morelos!”, amenaza un locatario a un empleado de la alcaldía Venustiano Carranza, que sale de la puerta trasera, donde está la comisión de afectados.
El comerciante le advierte al funcionario que si no reinician las ventas este viernes será su culpa más que del siniestro: no han tenido mantenimiento adecuado.
El mercado Morelos ahora está cerrado; es el cuarto que se quema en menos de un mes en la Ciudad de México.
Cifras oficiales de la alcaldía indican que se quemaron entre 11 y 12 locales, seis con pérdidas totales, de los 904 que componen éste, uno de los 41 mercados ubicados en la demarcación.
Los bomberos de la Ciudad de México llegaron minutos después de las 20:00 horas del miércoles, cuando fue reportado el incendio.
A las nueve de la mañana de este jueves, más de 12 horas después del incendio, más que a humo, entre los locales predomina el olor de un basurero ubicado justo a un lado del mercado.
Son apenas tres semanas desde que el primer mercado se quemó en la zona, sólo a unos minutos de distancia: el Abelardo Rodríguez, el 23 de diciembre. Luego siguió San Cosme, con más de 200 comercios afectados, también en la misma zona.
El que resultó con más daños fue el de la Merced, ubicado en la misma alcaldía Venustiano Carranza. Más de 600 locatarios resultaron afectados en plena Nochebuena.
Carmelita Ramírez Martínez de 63 años de edad llega caminando lento a la parte trasera donde hay gente de la Dirección de Mercados de la alcaldía y una comisión de locatarios. Ella no fue invitada, pese a que perdió sus tres locales. Cuenta que tiene una jarcería: “los locales los atiendo yo, mi esposo y mi hija. Yo no pude pasar a verlos, dicen que están muy afectados”.
Son puestos que tenía la mamá de su esposo. Sus locales son el 181, el 205 y el 206.
«Me fui como a las ocho y media de la noche, llegué a mi casa -vivo hasta Nezahualcóyotl-; dijo mi esposo que se quemó el mercado, que se estaba quemando el mercado. Mi esposo, de 76 años de edad. Le dije a mi vecino: ‘denos un aventón al mercado’. Estuvieron en la noche mi esposo y mi hijo”, relata.
Mónica Duarte Álvarez de 52 años de edad, otra comerciante, está inconforme por la falta de información. No tiene idea a qué hora estará el dictamen de la Fiscalía de la Ciudad de México. Ella tiene la versión que cuenta la mayoría, incluso el alcalde de Venustiano Carranza, Julio César Moreno: el incendio empezó en un local de hierbas y esoterismo.
Mónica apoya a Carmelita, agarrándola del brazo, para que pueda caminar más a prisa. Ambas están preocupadas.
Los más apresurados con reiniciar su actividad comercial son quienes venden productos perecederos, como carne, crema, leche y pollo. Pero Mónica también tiene sus razones: su puesto de ropa es su único sustento.
“Nos comentan que el incendio empezó en el puesto de las hierbas del señor Víctor, y se propagó a un lado de ella -dice refiriéndose a Carmelita-, empezó por las velas, eso desde el principio no lo pudieron apoyar, y se siguió al de mi hermano que es el 251 y a los otros”, comenta.
Decenas de comerciantes abarrotan el estacionamiento ubicado sobre Eduardo Molina. Está aquel a quien le urge sacar a sus canarios y peces; quien está preocupado por sus verduras; otro que no pudo vender su pan de dulce, el vendedor de carne….
Hablan al mismo tiempo y tienen diferentes hipótesis, pero una pregunta se vuelve común: ¿Cómo es posible que en menos de un mes se quemen cuatro mercados a la redonda?
Óscar Guzmán Uribe heredó de su papá un puesto de frutas y legumbres. Esto es de generaciones, dice, y en su caso ya se cumplen 50 años de su negocio. Asegura que en ese tiempo no recuerda un incidente igual. Le preocupa que parece un mismo modus operandi. Hay un patrón en los mercados incendiados y pide a las autoridades que investiguen esto a fondo.
“Yo estaba en mi casa, en la (colonia) Romero Rubio. Nos avisaron unos vecinos, clientes, y venimos luego luego. Como a las ocho, ocho y media. No era tan tarde. Gracias a Dios todos tenemos extinguidores, son los que medio lo controlaron. En mi caso afortunadamente está intacto. Hicieron el primer recuento de que fueron 16 negocios».
El comerciante dice que aquí se hace muy sospechoso todo. Que «ya no se sabe».
Otro locatario, que prefirió no compartir su nombre, continua con la narración de Óscar.
“Nosotros no hemos recibido amenazas, pero trataron: ahorita están regenteando a toda la gente que está por atrás. Realmente creo que a dos o tres compañeros se les ha pedido directamente la dichosa cuota. Según, la Unión. Lo que sí le voy a decir, que hay mucha gente de la alcaldía, puro delincuente. Los conoce ahorita en el rumbo. Es gente de chaleco: dice usted, ‘¿éste qué hace aquí?’… Esto pudo venir de varios lados”.
Luego de una reunión con las autoridades, otro locatario, Ignacio Meneses Cruz, precisa que fueron seis los comercios completamente afectados.
“Apenas tenemos pláticas con la alcaldía, porque tenemos una obra a medias y no se había concluido. Ya tiene dos años, incluso se hizo con bombos y platillos y fue el anterior delegado, era Manuel Ballesteros, y nunca hubo la obra concluida. Falta el 75% de la obra y se nos cambiaron los transformadores, porque estábamos en riesgo inminente. El mercado tiene más de 17 años que no se les mete mano, no se les mete obra. Es un mercado de 55 años de vida y de labor, ya caducó: no se le ha dado mantenimiento, lo que se debe. Los presupuestos de obra no se sabe ahorita los presupuestos en qué se han canalizado. No los ejercen”.
Ignacio Meneses tiene un bazar y un local de alimentos. Pertenece a un frente de comerciantes de varios mercados. Durante la mañana han recibido respaldo telefónico de locatarios que lo perdieron todo en diciembre, de la Merced, de San Cosme.
“¡Para que no haya malos entendidos: de comerciantes a gobierno, no queremos acarreados!”, insiste otro afectado a gente que quiere estar en la reunión con funcionarios. Son, dice, comerciantes que nunca han presionado a las autoridades para tener un cableado estable, que es la clave de lo que pudo ocurrir. Había decenas de conexiones clandestinas que fueron retiradas recién por la Comisión Federal de Electricidad.
Ignacio describe la desatención de las autoridades hacia el mercado:
“Aquí estamos pensando en una solución propia para que regresemos a trabajar. Indirecta y directamente somos afectados todos. Muchos no pueden abrir ahorita, tienen artículos perecederos. Ha habido conatos de violencia por la basura, por los incendios, llegan los teporochitos y se queman, no tienen dónde irse. Se avientan en la basura, hace combustión… El basurero hace gas metano. Se ha propuesto que se utilice como biodigestor para generar gas. Es un mercado malquerido por lo mismo que hemos dado batalla, hemos bloqueado la avenida porque nos han querido prohibir el estacionamiento para entrar. La alcaldía quiere cobrar. Nos han puesto ambulantes, nos han quitado, nos han despojado. Nuestro drenaje está colapsado por las averías, el temblor, infinidad de cosas…”.
En la alcaldía Venustiano Carranza se ha dicho que es el mal de todos los mercados, comenta. Es la demarcación con cinco de los mercados más grandes y más importantes de la Ciudad de México: las dos Mercedes, el mercado de Jaimaica, Sonora y Morelos. Además del rastro, que es una cadena de tres mercados.
El comerciante Nicolás Minor Olvera asegura: “No nos van a vencer”. Él es un comerciante con un local de planchaduría. “Lo que pienso es que hay algo atrás, pero no puedo asegurar, ahorita tenemos que esperar el dictamen, hasta el dictamen de los peritos para tal efecto. En este caso hicieron una demanda los veladores, ya los invitaron a levantar su acta. No abrimos por seguridad. No hemos hecho el cálculo de las pérdidas, pero es bastante”.
Considera que el sentir general es que están unidos para enfrentar esta situación. “Las pérdidas sí afectan. Lo que se trata es de levantarnos y echarnos montón. La obra de luz está inconclusa, pero esa ya no es nuestra responsabilidad, es de la alcaldía. Se le ha solicitado y desgraciadamente no ha habido presupuesto para acabar. Acabaron hace dos años y no han podido concluir la obra que consiste en cambiar el cableado que ya tiene 60 años de uso. Del 100 por ciento, el 40 por ciento está cambiado”.
Ignacio Meneses Cruz insiste: “una de las situaciones es que la CFE nos iba a poner un transformador nuevo, lo quitó de la calle para darle más capacidad al mercado. En función de que tuviéramos una buena instalación. Nosotros estábamos colgados de la calle”.
El peritaje no estuvo a las 17:00 horas como habían prometido las autoridades. Son dos, uno del seguro de siniestros y el que realiza la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México. Tampoco los comerciantes tienen certezas de cuándo empezarán a trabajar. Hasta las 22:00 horas de este jueves no había luz eléctrica y los comerciantes de productos perecederos que pedían permiso para entrar por su mercancía la perdieron.
Marlén Quiroz, jefa de Mercados en la Alcaldía Venustiano Carranza, comentó que la zona más afectada es el pasillo 10. “Estamos esperando que los compañeros puedan rehabilitar su espacio, se pueda conectar la luz. Solamente la zona más dañada, que son los 11, 12 locales, va a quedar para que se puedan hacer obras. El día de hoy se mantiene cerrado, pero a partir de mañana iniciamos actividad comercial. La zona dañada es mínima son 12 locales”.
Por fortuna, insistió la funcionaria, sólo hay pérdidas materiales.
“Del peritaje, debemos hacer el estudio necesario para que los compañeros tengan la garantía de hacer su actividad comercial con toda la seguridad y las medidas de protección civil adecuadas. Esperemos que nos los den en el menor tiempo posible. Es la Procuraduría y entra también el seguro. Lo mejor en el mercado es que, si bien no está muy dañado, tenemos que un universo de 904 locatarios. Sólo se dañaron entre 11 y 12 con un daño colateral de 20 personas más”.
La funcionaria aseguró que a través de la Secretaría del Trabajo y de Economía ayudará a la gente afectada, como ha ocurrido en otros mercados. Y, al igual que el alcalde, aseguró que sí han dado mantenimiento a 15 de los 41 mercados que hay en la Venustiano Carranza. El alcalde Julio César afirmó que hace 15 días habían hecho una revisión al mercado Morelos.
Gabriel Leyva Martínez, director General de Abasto de la Secretaría de Desarrollo Económico insistió en que deben esperar el peritaje. “Iniciamos a partir de hoy un censo de todos los locatarios para saber quiénes son, quiénes son sus trabajadores, ya una vez que sepamos el área que va a estar temporalmente afectada, nosotros activamos para esos compañeros el apoyo que otorga la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Economía”.
De los cuatro mercados afectados durante un solo mes, se registraron cerca de 2 mil 300 locatarios afectados.
Los comerciantes se organizan para hacer guardias y dormir en su mercado. Hay pláticas diversas, como que en marzo es su aniversario y tienen que estar recuperados para festejar.
Carmelita espera a su vecino, el señor Víctor, a cuyas velas y esoterismo le echan la culpa preliminar de lo ocurrido. Él pide hablar después con la prensa, se ve muy desconcertado.
Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resguardan el inmueble, que a un costado está protegido por cintas amarillas.
Los comerciantes advirtieron que bloquearán las vías aledañas porque ven lento todo: desde los peritajes, la reinstalación de la luz y el reinicio de sus actividades “en plena cuesta de enero”.
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