La sobreexplotación y la contaminación han causado una caída en la captura de ostión en las costas del Golfo de México, por lo que cooperativistas en Tabasco se organizan para “cultivar” el molusco con el regreso de sus conchas a la laguna
Texto y fotos: Carlos Marí
SÁNCHEZ MAGALLANES, TABASCO.- Sea por contaminación o por sobreexplotación, los bancos ostrícolas de las lagunas costeras de Tabasco quedaron diezmadas en más de un 90 por ciento, en cuestión de 30 años, ocasionando pérdida de empleos y migración, que ahora se busca frenar hasta con el apoyo de empresas petroleras extranjeras.
La estrategia es que cooperativistas aumenten y mejoren la calidad del ostión, con su cultivo en canastas o sartas flotantes que contienen la concha con la larva del molusco, y repoblar los bancos, regresando la concha madre con su semilla. La meta es incrementar al menos mil 500 toneladas al año, para el 2023.
La zona más impactada es la del sistema lagunar Carmen-Pajonal-Machona, en la que prácticamente no hay ya ostión para que los cooperativistas extraigan de lecho del banco, según explica el subsecretario de Pesca y Acuacultura del Estado, Alejandro García Baduy:
“Hablamos que tenemos en este sistema estuarino, más de 4 mil 400 bancos en 2 mil hectáreas, y hace 30 años, habían 100 ostiones por metro cuadrado, hoy por la depredación… ¡Vamos injustificada! ¡Hay cuatro ostiones por metro cuadrado! ¡Eso es terrible!”
García Baduy sostiene reconoce que actualmente es muy difícil saber la producción de ostión de Tabasco, porque muchos productores no reportan el volumen capturado a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), por lo que urge desde determinar la extensión de cada banco ostrícola, respetar las vedas, que cada cooperativa reporte su volumen real de extracción del molusco; repoblar los bancos y así, retomar la pesca de fondo, y además, la del cultivo en sartas.
Algunas cifras que pueden dar un referente es que el volumen capturado de ostión, en Tabasco, fue de 26 mil 654 toneladas, con pesca de fondo, en el 2000; pero para el 2006, bajó a 14 mil 138, según cifras de la Conapesca, y en el 2021, Baduy estima que el volumen habría alcanzada sería entre 12 mil y 13 mil toneladas.
Por eso, este funcionario destaca que la estrategia es la que, todavía hace 20 años, practicaban los productores: regresar la concha al mar. Sólo que ahora, dice, la semilla del ostión va injertada. “No sabemos qué pasó, pero poco a poco los mismos productores ya no regresaban la concha, y si el Gobierno le recomendaba hacerlo, pedían dinero por hacerlo”, comenta.
Se trata de una labor microscópica, en los laboratorios del Centro Ostrícola Tecnológico del Estado de Tabasco, donde a cada concha se le coloca la “semilla”, que mide de 0.7 milímetros a 1 centímetro.
La sobreexplotación no sólo fue única causa de la caída en la captura de ostión, sino también por la contaminación de la marea roja que impactó las costas del Golfo de México en varias ocasiones a inicio de la década pasada, la de los derrames de petróleo, como también la de descargas de aguas negras de las poblaciones aledañas a las lagunas.
Las repercusiones no solo fue la caída en los ingresos de los pescadores, sino también de que cientos de ellos abandonaron sus cooperativas y emigraron a los Estados Unidos, en búsqueda de otras alternativas.
La forma más sencilla de entender esta actividad económica de los ostricultores es que una extraído el ostión, a través de pesca de fondo, o de la sarta, mujeres lo desconchan y entre toda la familia, lo embolsan, para vender el millar en 250 pesos, en una relación comercial en la que quien más gana es el “coyote” o quien lo envía o transporta a la Nueva Viga, en la Ciudad de México, que el mercado más gran de mariscos del país.
La semana pasada, el Gobierno de Tabasco arrancó la estrategia de repoblación de bancos ostrícolas en el sistema lagunar del Carmen-Pajonal-Machona, a través de la dotación de concha madre con el molusco injertado, por lo que las dos primeras cooperativas tuvieron que “sembrar” seis millones de estas conchas que anteriormente extrajeron.
Al visitar los pescadores de esa zona, Isaías Hernández López, presidente de la cooperativa Isla del Chayote, reconoce que el propósito es aprovechar directamente el potencial original del banco ostrícola, para que los productores retornen a la llamada pesca de fondo.
“Del estado, es la única laguna con más aportación de moluscos bivalvos y ocupamos actualmente, el segundo lugar a nivel nacional en producción de ostión. Entonces, esto va a marcar una gran diferencia, porque es retomar otra vez o volver a las riendas de antes, que es devolver la concha al sistema lagunera, sin duda es de gran ayuda”, señala.
Isaías, representa a una las diez cooperativas que serán beneficiadas por el Programa de Repoblación de Bancos Naturales de Ostión emprendido por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Pesca (Sedafop), en los municipios de Cárdenas y Paraíso, donde se prevé destinar 30 millones de semilla del molusco en concha madre.
El sistema lagunar Carmen-Pajonal-Machona es el que más volumen de ostión aporta de Tabasco y este estado es el segundo lugar a nivel nacional en producción de ostión.
De este sistema lagunar ubicado en el puerto de Sánchez Magallanes, un paraje costero donde además 115 viviendas han sido siniestradas por la erosión costera, quien no es pescador se beneficia indirectamente con la captura del ostión, según Isaías Hernández. “Aquí se ayuda económicamente el que lo extrae, el que lo comercializa, las amas de casa, las mujeres que lo desconchan y todos, el tendero, hasta el que da servicio de transporte en moto”.
Por eso, cuando se le pregunta, sobre si es posible “sembrar ostión” en los bancos de las lagunas, de manera similar a la reforestación, reflexiona con respecto a todo el gremio:
“Los compañeros productores deben de entender que si volvemos a los que nuestros señores ya más grandes de edad hacían (sembrar ostión), pues que era de devolver la concha al sistema lagunera. El ostión que traemos hoy lo desconchamos y el más chico sigue en la concha, aguanta incluso hasta 24 horas en tierra; entonces, si lo devolviéramos tuviéramos una mayor producción y una mayor de ingresos para nuestra familia. Entonces este pues ojalá que reorientemos, recapacitemos”.
Dice que su expectativa es que en cuestión de seis u ocho meses obtendrá un ostión de mejor calidad, además de una mejora del volumen, que es actualmente de 250 millares por semana. “Nosotros, actualmente, estamos produciendo alrededor de 250 millares a la semana. Entonces, exportamos regularmente a La Nueva Viga de la Ciudad de México, pero incluso entre las nueve cooperativas mandamos a Oaxaca, Chiapas, Campeche, Quintana Roo o Puebla, pero nuestro mayor mercado está en la Ciudad de México”, comenta.
Del lado del municipio de Paraíso, se localiza la laguna Mecoacán, que es el segundo cuerpo lagunar, en extensión y en producción de ostión, además de la estrategia de repoblación con concha madre, fue la primera zona del país, en la que empresas petroleras transnacionales, como Shell y Chevron, que tienen contratos petroleros en Tabasco, son las primeras en el país en apoyar las granjas ostrícolas, tanto tradicionales de uso de aros o sartas, como las de canasta flotante, a partir del 2020.
Ahí, un año antes, fue que la Sedafop inició el Programa de Fortalecimiento a la Producción Ostrícola de la Subsecretaría de Pesca y Acuacultura, con el reparto de las primeras sartas, con larvas del ostión, que fue la estrategia adoptada por las empresas petroleras.
En un recorrido por esta otra la zona lagunar, Neyrud Hernández Morales, presidente de la Cooperativa Mecocacán, muestras las primera ostras sacadas de las sartas y reconoce haberse obtenido un tamaño y calidad, en menos tiempo, que un tiempo relativamente corto, si el tiempo normal del cultivo – sin larva- supera los siete meses.
La mejora en la calidad, es aun cuando durante los últimos 30 años, Mecoacan fue impactada por los derrames de petróleo de las plataformas marinas, como también contaminada por los drenajes de las comunidades aledañas. En el 2009, un estudio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) concluyó que las concentraciones de los hidrocarburos detectados en la laguna de esa laguna superaban hasta tres veces la concentración natural presente en las lagunas costeras y estuarinas no contaminadas.
Para reactivar las granjas, con la estrategia de cultivo tampoco es tarea fácil, cuando se trata de miles de aros o sartas a colocar. Jorge Tordecillas Guillen, director del Centro Ostrícola Tecnológico – que es una empresa privada-, entre el 2019 y el 2020, la Sedafop dotó a los pescadores de Paraíso y Cárdenas con ochenta mil sartas.
En el caso de las petroleras, señala que Chevron incursionó, con el apoyo de dotación de primero 20 mil sartas a las granjas ostrícolas, en el 2021, y luego, otras 30 mil, en el 2022. En tanto que Shell, participa con la colocación de canastas flotantes o de suspensión, que es otra tecnología de cultivo del molusco, con una cantidad menor.
Lograr reactivar la producción de ostión, anticipa, dará tal beneficio al productor, que ahora su precio no será de 150 a 250 pesos el millar, sino por pieza, según calidad y tamaño, hasta en 10 pesos o más.
Pero, Neyrud Hernández añade un beneficio más: una estabilidad económica que permita no emigrar a los pescadores. “Mucha gente que estaba en los Estados Unidos, pues ahora ya no tiene necesidad de viajar, porque antes había mucha necesidad y ahorita ya, por suerte, podemos estar enfocado en es la granja (acuacultura)”.
Periodista ex corresponsal del Grupo Reforma en Tabasco y doctorante en Ciencias Humanas para el Desarrollo Interdisciplinario enfocado a temas de gestión del agua, desastres naturales, de resistencias, explotación petrolera, megaproyectos, pobreza y desigualdad de desarrollo en la región sur.
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