Ante la amenaza del territorio de San Pedro Cuajimalpa, vecinos organizados realizaron un festival cultural para concientizar a los vecinos de la gentrificación y el desarrollo inmobiliario
Texto y Fotos: Joel Cabrales*
CIUDAD DE MÉXICO. – Agua de chilacayote, tamales de frijol con hoja santa, tacos de canasta, stickers, posters, calendarios y serigrafía formaron parte de la segunda edición del festival de gráfica, organizado por Cakita de Caco ediciones, donde diferentes participantes y colectivos de fanzine, pintura, grabado, artesanía, textil, fotografía y proyección se dieron cita para exponer su trabajo en la emblemática Casa Tlatelco, en Cuajimalpa.
Al fondo se escucha la canción “tiburón” de Vicentico. Una interpretación dancística expresa a modo de aforismo cómo es que las inmobiliarias van despojando a habitantes, al construir grandes torres de departamentos.
Detrás se lee una manta: “Ningún pueblo tiene por qué ser expulsado de su propia tierra. Alto a la ocupación territorial en Palestina y Cuajimalpa” y “En defensa del Pueblo de San Pedro Cuajimalpa, ¡Fuera Inmobiliarias!».
El festival, vale decirlo, es para concientizar a la población sobre el despojo del territorio, amenazado por las inmobiliarias.
Esto, a pesar de que según datos de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México, el 80% de la superficie de esta demarcación es suelo de conservación, y el resto corresponde a la zona urbana. Sin embargo, la carretera México-Toluca, “el Yaqui”, y a la entrada de la Alcaldía Cuajimalpa, son testigos de las edificaciones de alta plusvalía.
Bajo un ambiente jovial, desde el templete “el Kenzo” menciona que viene de un lugar donde decían que triunfar era imposible, por eso era un escritor del poniente de la desolación, y lanza una invitación donde se presentará junto a dos ponentes más, el próximo 10 de diciembre de 2023 en el Museo de la Ciudad de México.
Junto a él, también estaban jóvenes del Proyecto Sierra de las Cruces y Monte Alto-PRONE-CNAN, quienes concientizan a la ciudadanía sobre las transformaciones que ha vivido la región y los procesos sociales desde la alteridad en la sociedad mexicana contemporánea.
Más tarde se realizó una obra teatral del grupo Purpurina la cual daba cuenta de la contaminación y la pérdida de recursos en los bosques de la demarcación.
Karen Romero, originaria de Cuajimalpa, comenta que el evento fue «un espacio que se necesitaba con vecinos de Cuajimalpa, sobre todo para enterarnos de lo qué pasa a nuestro alrededor, proponer e involucrarnos de la situaciones que suceden dentro de la demarcación».
Anaid, asistente del evento, comenta que el festival «es una iniciativa que trasciende espacios con diferentes barrios y pueblos de otras alcaldías, con vivencias que compartir, dejando ver que la lucha no debe ser algo aislado, pues en las distintas propuestas, está la de resistir como pueblos legendarios con enseñanzas para el buen vivir sin afectar a los demás”.
La edición concluyó con la quema de un torito con la figura de un cacomixtle, animal que es representativo de la zona, pues su avistamiento empieza a ser común en los centros habitacionales dado la pérdida y depredación de su hábitat.
A principios del siglo XX, Cuajimalpa fue de las demarcaciones menos habitadas del Distrito Federal. Las personas se dedicaban a la agricultura o a la siembra. Dentro de su espacio geográfico, existían ríos que actualmente son entubados para zonas residenciales o bien, ya son aguas negras.
Con los sismos de 1985, y su secuela de destrucción en la zona centro, se aceleró el ritmo de descentralización de los servicios hacia el poniente y sur de la ciudad. Fue entonces cuando esta región empezó a constituirse en un polo de desarrollo emergente. Así, Cuajimalpa se convirtió en una zona para la inversión inmobiliaria, con menor índice de sismicidad, e incluso vendiendo como atractivo el vivir cerca de zonas “verdes”.
Como ejemplo, una sugerencia de un portal inmobiliario: “Las plantas son tu mejor aliado en el Home Office:”
“Trabajar desde casa es parte de esta nueva normalidad y muchas veces esto puede hacer que seamos mucho menos productivos y crear un ambiente de estrés dentro de casa.
Pero, en un estudio realizado por la Universidad de Cardiff, se demostró que tener zonas verdes en tu departamento o áreas verdes cerca de tu lugar de trabajo ayuda a que las personas sean más felices, estén más concentradas y aumenta su productividad un 15%, ya que las plantas reducen el estrés y además aumentan la capacidad de atención”.
Aunque la inciativa es buena, lo anterior no habla del impacto que esto causa a los recursos naturales, el incremento de servicios y al uso de suelo, generando desplazamiento a corto y mediano plazo para las personas que habitan originariamente.
El Concejo del Pueblo Originario e Indígena de San Pedro Cuajimalpa, reconocido legalmente por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (y uno de los cinco pueblos originarios de la alcaldía Cuajimalpa de Morelos), ha manifestado su preocupación y negativa ante la política que prioriza la construcción de desarrollos inmobiliarios en vez de la conservación de las áreas naturales. Incluso, vecinos han reportado otro problema: la tala, en horarios nocturnos, de árboles cercanos a construcciones inmobiliarias.
Como parte de las acciones para visibilizar su inconformidad, integrantes del Concejo colocaron el pasado 6 de noviembre listones con la leyenda “Árbol resguardado por vecinos originarios del Pueblo de San Pedro Cuajimalpa” en 60 especies amenazadas por su proximidad a nuevas edificaciones e hicieron entrega de firmas de habitantes de la demarcación para proteger tres árboles en específico.
Entre las demandas de la población, también se encuentra el respeto a su derecho a la consulta, garantía que marca la Constitución Política de la Ciudad de México, pues hasta ahora no han sido consultados de la remodelación de la explanada de la Alcaldía, incluso para contrarrestar el descontento se han utilizado a grupos de choque para intimidar a l@s integrantes del Consejo, como aconteció el 03 de septiembre de 2023.
*Joel Cabrales es asesor jurídico, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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