En el segundo diálogo de la comunidad otomí residente en Ciudad de México con representantes del INPI y el gobierno capitalino, las autoridades aseguraron que la expropiación de un predio ya está en proceso, anunciaron recorridos por los otros predios y aceptaron calendario de mesas de trabajo. “Queremos acciones concretas, no palabras”, advirtieron las mujeres otomíes
Texto y fotos: Daliri Oropeza
Hoy, las voces de las mujeres otomíes ñhañhö sonaron más ásperas, con más fuerza, más tajantes. Cuando tomaron el micrófono, las integrantes de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México expresaron su malestar ante la ausencia de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
Es el segundo diálogo que realizan en la puerta de las oficinas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, previo a cumplir el mes de que tomaron el inmueble gubernamental ante la desesperación de que las autoridades no les hacían caso con su demanda de vivienda. Esta vez las acompaña una muñeca Lele de tela roja en el centro de la mesa, juguete tradicional de Santiago Mexquititlán, su lugar de origen.
“Si no hay en concreto solución a las demandas que les hemos dicho, que les hemos hecho llegar, no nos vamos a ir de aquí. No nos vamos a cansar, si hemos caminado 528 años, como otomíes, como mujeres, como madres, es la sangre de nuestros ancestros que han luchado por la existencia”, dijo Isabel Valencia al terminar el diálogo.
El secretario de gobierno, José Alfonso Suárez del Real, aseguró que avanza el proceso de expropiación del predio de Zacatecas 74, uno de los tres que han sido ocupados por integrantes de la comunidad otomí. Y Adelfo Regino, el titular del INPI, informó que entregó tres oficios para atender la solicitud realizada la semana previa de frenar la obra turística en Mexquititlán.
Antes de estos anuncios de las autoridades, cada mujer que tomó el micrófono habló las exigencias que tienen como comunidad y como pueblo ñhañhö: salud y alimentación, trabajo, justicia, educación y cultura, vivienda, y el freno a la gentrificación en Mexquititlán, por la imposición de un proyecto turístico en el templo del pueblo.
Fue Isabel, mujer ñhañhö, quien comenzó con el diálogo. “No queremos seguir siendo ignorados, ya fuimos a tocar puertas y no se nos oyó. Fueron ciegas las autoridades, las anteriores y estas. Tenemos más de 25 años gestionando una vivienda digna. La comunidad tiene más de 50 años viviendo aquí”. Esta, dijo, es una de las razones que la lleva a dudar de las palabras de los funcionarios.
La mujer reiteró que es por el despojo de los pueblos, la marginación y el enriquecimiento de las autoridades que las personas se ven obligadas a salir de sus pueblos. Por eso llega a la ciudad. “¿Ustedes creen que queríamos vivir aquí con la contaminación?”.
“No vamos a permitir que aquí en la ciudad nos sigan despojando. Decimos, no a los megaproyectos, no más muerte para la madre tierra. Tenemos aquí hermanos que nos despojan por no tener vivienda, que no tenemos vivienda por el sismo. Somos muchos pueblos que hoy decimos basta ya de injusticias”, insistió Isabel, quien abordó el tema de justicia.
“Para nosotros no hay espacios porque no somos el hijo del presidente”, Isabel describió que en la colonia Juárez le facilitaron un local para vender chocolate, mientras que a ellas las persigue la policía por vender sus artesanías. “Pedimos que se nos dé un espacio en el Centro Histórico con todas las garantías para poder trabajar”.
Ella abordó el tema de justicia también. Recordó el caso de Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, mujeres ñhañhö encarceladas de manera injusta por supuestamente secuestrar dos agentes de la Agencia Federal de Investigación. También mencionó lo sucedido con dos indígenas mazahuas acusadas de ser narcotraficantes, así como el caso de Carlos Sinhué, estudiante asesinado, y Samir Flores, asesinado por defender su territorio.
“Haciendo y diciendo”, demandó.
Sara Hernández, mujer ñhañhö habitante de Santiago Mexquititlán, denunció la militarización y los abusos policiales que viven por la imposición de una obra turística y la gentrificación en el templo de su comunidad, el cual fue restaurado por el Consejo Indígena autónomo que conformaron por usos y costumbres en conjunto con la comunidad, después de que el ayuntamiento ignorara la propuesta que hicieron para restaurarlo.
“Usaron nuestras palabras para meter su obra de gentrificación. Pasaron con maquinaria pesada, qué pasará con el templo, pues ya han quitado medio metro de tierra y la han repartido, vendido. Cuando para la comunidad es un espacio sagrado”, Sara aseguró que la única vía que tienen es la organización: “nuestras autoridades propias, nuestra fuerza, nuestra cultura, nuestra propia forma de crear empleo con el tianguis tradicional y la recuperación del campo a través del trabajo colectivo”.
“Al destruir el templo, destruyen nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra organización”, aseguró Sara quien exigió la presencia de las autoridades del ayuntamiento y del gobierno de Querétaro para detener la obra.
Filiberto Margarito, joven nhanhö residente en la ciudad, profundizó en el tema de la vivienda: “Les invitamos un día para que vean las condiciones en las que vivimos: dos baños para más de 30 familias. Si saben de la problemática de la comunidad y quieren trabajar, pues ya lo hubieran solucionado, no esperar a que tomemos las instalaciones para exhibirlos”. Aseguró que hay un proyecto para la colonia Juárez y exclamó: ¿estamos considerados como comunidad?
Suárez del Real intervino para explicarles que la comunidad está contemplada en el programa de vivienda inclusiva del gobierno de Ciudad de México. La comunidad pidió terminar de hablar, antes de que los funcionarios emitieran su postura.
Vinieron más denuncias y peticiones de la comunidad otomí. Joaquina Pedro, joven madre nhanhö, exigió a las autoridades que dejen de discriminarles en los centros de salud, pues han vivido muchas muertes en la comunidad. Elvira Isidro, mujer nhanhö, exigió educación para niñas, niños y jóvenes de la comunidad otomí en la ciudad. Denunció el posible cierre de la escuela Alberto Correa en la colonia Juárez por la disputa del terreno y la presión de la gentrificación. Maricela Mejía exigió el alto a la militarización tanto en Santiago como en Chiapas. También, terminar con las fuerzas paramilitares que mantienen a las comunidades zapatistas en alerta.
La comunidad le propuso de nuevo al gobierno federal mesas de trabajo por cada temática abordada, y ahora también propuso fechas: jueves 12 de noviembre: salud y alimentación. Martes 17, mesa sobre trabajo y justicia. Jueves 19, educación y cultura. Miércoles 24, sobre imposición de obras en Santiago Mexquititlán; una semana después una mesa sobre democracia y libertad para los pueblos , al final, para ver si logran resolver las expropiaciones para la primera semana de diciembre, la mesa de vivienda digna.
Adelfo Regino, titular del INPI, inició su partición en su lengua ayuujk. Aseguró que la convicción que tiene es que se resuelvan las demandas de la comunidad otomí a través del diálogo y el acuerdo. “Es el compromiso, el acuerdo y el encargo que nos ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador”.
Aseguró que “no compartimos que se tenga que militarizar o paramilitarizar (…) No creemos que el problema se resuelva con presencia militar o en el caso paramilitares, no estamos de acuerdo. Creemos que el camino es diálogo y acuerdo”.
Regino también se pronunció sobre el asesinato de Samir Flores, del cual es la segunda vez que las integrantes de la comunidad otomí lo interpelan. “Es un tema que nos duele, porque esa obra que se trabajó en otros sexenios, como es la termoeléctrica de Huexca”. Afirmó que se tiene que escuchar y consultar a los pueblos antes de esos proyectos.
El funcionario informó que envió tres oficios al gobierno de Querétaro, al gobierno municipal de Amealco, y al Instituto Nacional de Antropología e Historia en relación a la obra turística en Santiago Mexquititlán, de la cual exigen cancelación. Propuso que, en acuerdo con la comunidad otomí, se puedan acordar obras y programas para el siguiente año, que el INPI pueda implementar.
Raúl San Martín, titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, pidió visitar los predios para resolver la problemática del agua. A lo cual acordaron iniciar por Zacatecas 74, este miércoles 11 de noviembre.
José Alfonso Suárez del Real, secretario de Gobierno de la Ciudad de México aseguró que Claudia Sheinbaum sigue en el periodo de cuarentena por covid-19. Sin embargo, informó que avanza el proceso de expropiación de Zacatecas 74, y que le gustaría abundar en la situación de los predios Roma 18 , Guanajuato 200 y Zaragoza 1434, para poder dar solución. “Estoy aprendiendo de los usos y costumbres”, dijo al final de la reunión.
“Sobre la escuela Alberto Correa, hay presión gentrificadora para que cierre, pero veremos que eso no pase y que sí haya turno vespertino”.
Las mujeres nhanhö dijeron que sintieron que los funcionarios llevaron al encuentro de nuevo muchas palabras; reiteraron que no se moverán de las oficinas hasta que no haya acciones concretas.
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