En las calles de la alcaldía Benito Juárez, brigadas proselitistas recorren casa por casa, despliegan mantas en los cruces de las calles y de los balcones de los departamentos. Algunos de sus voluntarios llevan más de una elección, en más de un partido político. Sí, les pagan; eso sí, nunca les había tocado ser edecán de semáforo.
Elecciones CDMX: el amor al partido, en renta
