La autora expone la importancia de la participación de las familias, las comunidades, y particularmente las mujeres, en los procesos de aprendizaje en la educación básica. Analiza la participación que trasciende lo instrumental y el apoyo para la creación de condiciones para aprender, a partir de la experiencia de las escuelas que participan en el Proyecto CARE-México. Reconoce que las mujeres son sabedoras, generadoras y transmisoras de conocimientos y prácticas para el cuidado del entorno físico y social, que son fundamentales para una educación que se orienta al cuidado de la vida