La historia del cambio radical de paisaje en el corredor costero Boca del Río-Alvarado tiene un último capítulo: el ofrecimiento de dinero de una desarrolladora inmobiliaria a pescadores para “privatizar” la Laguna de Mandinga y así tener el uso exclusivo para yates y embarcaciones deportivas.
Privatizar la Laguna de Mandinga, nueva ambición inmobiliaria en la Riviera veracruzana
