¿Soberanía energética?: la nacionalización del litio topa con falta de infraestructura y tecnología

17 marzo, 2023

Foto: Cortesía, Rompeviento Tv

El litio de México solo podrá ser explotado y transformado en México, sin embargo, la falta de infraestructura tecnológica e industrial para su procesamiento vaticina una llegada de capitales extranjeros. ¿Para quién serán los beneficios de este mineral crucial en la transición energética?

Texto: Arturo Contreras Camero

Foto: Cortesía, Rompeviento Tv

CIUDAD DE MÉXICO.- “Cuando se expropió el petróleo, México no tenía una empresa propia capaz de explotarlo. Cuando se inició, dependíamos de los extranjeros, y creo que es un poco como lo que sucede hoy con el litio, no tenemos la tecnología para explotarlo”, asegura José de Jesús Nezahualcóyotl Soots, uno de los pioneros en la explotación de ese mineral. 

El geólogo Nezahualcóyotl Soots es fundador de Mine Cron, empresa mexicana que tenía una importante concesión de minas de litio en Sonora y que ahora, espera el más mínimo indicio para colaborar con LitioMx, la empresa estatal que se encargará de extraer y transformar el mineral en baterías eléctricas que potenciarán la transición energética, sin embargo, al principio no podrá hacerlo sola, según opina el geólogo y otros especialistas. 

“Un paralelismo que sí es válido es la creación de una empresa estatal para el manejo de un recurso que es estratégico”, dice al respecto la doctora e investigadora Violeta Núñez, autora del libro La batalla por el litio de México.

“Hay un debate muy fuerte sobre cómo va a ser la parte de asociación con privados. Si es que México quiere extraer y transformar, necesita la creación de una gran infraestructura y para eso no hay de otra más que asociarse con los privados, esa es mi lectura. Estoy de acuerdo, no pero si se quiere llevar a cabo se tiene que asociar, en un primer momento, ya después podrá tomar otro camino”, asegura la doctora Núñez. 

En abril de 2022 el Congreso de la Unión aprobó una reforma a la Ley Minera en la que establece que la exploración, explotación y aprovechamiento del litio serán actividades a cargo del Estado, sin posibilidad de otorgar concesiones, como con el resto de los minerales en el país. En febrero de este año, el presidente López Obrador declaró un corredor de 235 mil hectáreas en Sonora como una reserva nacional. 

“Ahora lo que le va a tocar hacer al Estado es poner las reglas: quieren litio, cómprenlo, asociémonos y dejen el conocimiento aquí”, remata la doctora, que recuerda que en el país se tienen reservas equivalentes a 12 billones de pesos, mismas que se concentran en un corredor que ya se ha llamado el Valle del litio, sitiado entre los municipios de Arivechi, Bacadéhuachi, Huásabas, Divisadero, Granados, Sahuaripa y Nácori Chico. 

Si bien el litio es el mineral crítico para la descarbonización de la economía, es difícil que las pretensiones históricas de nacionalización del gobierno Federal no alcancen la envergadura de la Expropiación Petrolera, considera la doctora Violeta Nuñez. Principalmente porque el litio solo será usado para la producción de baterías eléctricas, presentes en computadoras, autos, y celulares. Una cantidad de productos limitada si se compara con todas las mercancías que incluyen al menos algún derivado del petróleo.

El éxito y la condena de encontrar litio

“Yo estoy seguro de que Mine Cors en su éxito tuvo su condena”, lamenta a través del teléfono el geólogo Nezahualcóyotl Soots.

“Fuimos los primeros en lanzar la información de estos yacimientos, lo que detonó los cambios en la ley minera. Esos cambios nos dejaron en un stand by para poder trabajar los yacimientos. Eso terminó con las aspiraciones de Mine Crons para trabajar en yacimientos de arcillas de Litio”

“Hace poco el gobernador de Sonora y el presidente dijeron que los mexicanos podíamos trabajar siempre y cuando aquí se quedaran las ganancias y los productos, esa combinación nos dio una luz en la oscuridad, ahora solo hay que ver a qué hora LitioMx nos dice a dónde hay que presentarnos para empezar a trabajar”, dice ansioso. “Estamos viendo la posibilidad de que se transforme aquí el litio y nos podamos asociar, porque aquí los ingenieros mexicanos ya lo han hecho”. 

Según el empresario y geólogo, el futuro de Mine Cron está en la separación de litio de la arcilla, como se encuentra en México, y posterior transformación a carbonato de litio, la base para las baterías eléctricas. Pero a pesar de su entusiasmo, el geólogo sabe que sus pretensiones chocarán con los intereses de la empresa más grande y con mayor capital del mundo: Tesla. Él está seguro de que la decisión de instalar una gigafábrica como la que se planea en el estado de Nuevo León no fue una decisión espontánea.

“Ellos saben perfectamente bien de las reservas que tenemos, saben que su empresa va a dominar el mercado mundial en función de la cantidad de baterías que logren hacer y son ellos los que tienen ahorita esta parte de la patente para separar el litio de la arcilla”, dice Nezahualcóyotl Soots, quien no pierde la ilusión de entrar a esa industria

“Yo creo que el tema que viene de la manufactura, es el tema de expropiación, por así decirlo, más interesante del siglo XXI. Es la primera vez que a extranjeros se les pide que se procese, que aquí se de trabajo y que aquí salgan sus productos”. 

Según los planes de Elon Musk, dueño de Tesla, su planta en Nuevo León producirá un millón de vehículos al año, es decir 2,740 autos al día, dos por segundo, pero para lograrlo, aún falta un largo trecho en la creación de infraestructura industrial necesaria. 

En ese respecto, Bolivia, que controla el 60 por ciento de las reservas de litio del mundo (las de México representan el 2 por ciento), lleva una ventaja de años que será difícil de alcanzar. 

“Nos llevan muchos años y en varios sentidos, por las dimensiones y las características de lo que han desarrollado”, dice sobre el caso Boliviano la doctora Nuñez.

“La situación importante es que lo declararon como un mineral estratégico del cual el Estado iba a controlar la cadena de valor internamente. No nada más es extraerlo, sino la transformación y el proceso industrial que van a llevar. En ese caso se quedarían hasta la transformación a carbonato de litio, que es el que da el ingreso muy fuerte. Ese es el claro ejemplo de que le conviene al Estado transformarlo y tener la renta del carbonato para ya después asociarse con otras empresas que lo puedan meter a autos eléctricos”.

Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.