Decir que ‘lo personal es político’ pone de relieve cómo nuestras experiencias individuales están influenciadas por el sistema político más amplio. Cuando el sistema político ignora las diferencias en las experiencias de vida entre géneros, las normativas resultantes pueden perpetuar desigualdades o crear barreras inadvertidas. Este artículo explora cómo cierta política educativa pudo inintencionalmente perpetuar desigualdades de género, específicamente en el contexto de admisión a la profesión docente
Recalibrar los lentes violeta para poner perspectiva de género en el ingreso a la carrera docente
