Belisario Domínguez, el senador incómodo

6 mayo, 2022

Este fue uno de los críticos más implacables al gobierno del usurpador Victoriano Huerta. Sus denuncias públicas le costaron la vida. Pero la obra de este médico es aún recordada en Comitán

@ignaciodealba

Belisario Domínguez proviene de una familia de comerciantes, aunque con una vieja tradición política. Panteleón Domínguez, tío de Belisario, dirigió el batallón chiapaneco en la Batalla de Puebla, en 1862. Además, el papá de Belisario, Cleofas, jugó un papel importante en la defensa de Chiapas frente a tropas conservadoras, simpatizantes del ejército francés. Incluso, Cleofas perdió una pierna en una de esas batallas. En el lugar le apodaron “el valiente tullido”. 

Gracias a la actividad comercial de Cleofas, Belisario y sus ocho hermanos tuvieron una vida cómoda. A diferencia de sus hermanos, Belisario se inclinó por la afición al estudio. Desde chico aprendió a hablar francés e inglés. 

Cuando cumplió 15 años, se fue a vivir a París, Francia, para estudiar medicina. Ahí cursó en una de las mejores facultades de medicina del mundo. También hizo prácticas en el Hôpital de la Charité. Pero en lugar de quedarse en París, donde bien pudo dedicarse a la investigación o a la docencia, Belisario decidió volver a Comitán después de pasar diez años fuera de México, durante los que logró especializarse en oftalmología y en obstetricia. 

En Comitán abrió una boticaria para la gente de la región. Muchas de las personas a las que atendía ni siquiera tenían dinero para pagar la consulta. 

Uno de los pacientes fue Acisclo Alonso, quien llegó con graves quemaduras al consultorio. Belisario le ayudó a curarse de las heridas y lo contrató para que fuera su dispensario. Acisclo, que medía apenas 75 centímetros, se convirtió en el colaborador más cercano de Belisario. 

Mucha gente llegaba de las comunidades cercanas a Comitán para recibir consulta de Belisario; el doctor llegó al punto de no cobrar las consultas algunos días de la semana, con la intención de que la gente menos favorecida pudiera acceder a servicios médicos; en muchas ocasiones tampoco cobró los medicamentos que daba a la gente pobre. 

La atención que daba Belisario era de primera. En Chiapas fue el primer médico en realizar varios tipos de cirugía, como las cataratas. También fue de los primeros médicos en ocuparse de la presión arterial, que era un dato desconocido para la mayoría de los doctores en México. 

La casa donde vivió Belisario Domínguez -ahora conservada como museo- también albergó una importante biblioteca médica. A ese lugar llegaban revistas francesas o estadounidenses con los últimos descubrimientos y avances de la medicina. Belisario provocó que Comitán se convirtiera, en muchos sentidos, en la vanguardia de la medicina. 

Belisario contrajo matrimonio con Adelina Zebadúa su sobrina, con quien se había reencontrado al volver de Europa. Con ella tuvo cuatro hijos, aunque uno de ellos murió. Adelina también contrajo una extraña enfermedad y Belisario decidió trasladar a su familia a la Ciudad de México, para que su esposa pudiera recibir atención. Pero Adelina también murió. Belisario se quedó un par de años viviendo en un hotel del Centro Histórico y se hizo de un consultorio en la calle de Revillagigedo. Después volvió a Comitán a seguir con su trabajo de doctor.

Pero Belisario no restringía su papel en la comunidad a ser el médico, también denunció los abusos cometidos por caciques y por las autoridades en Chiapas. El médico se convirtió también en un actor político en la región. A él le disgustaba participar abiertamente en la política, prefería solo ser doctor. Pero en 1909, casi contra su voluntad, los comitecos lo candidatearon para la presidencia municipal. Naturalmente el doctor Domínguez ganó las elecciones.

Cuando llegó a la presidencia municipal de Comitán había un ambiente político muy cargado en el país. Se estaban preparando las elecciones de 1910, después del movimiento revolucionario de Francisco I. Madero. 

Para esas elecciones, Belisario Domínguez fue propuesto como senador de la República, pero el médico rechazó la proposición y se propuso como suplente de su amigo Leonardo Gout. Pero para sorpresa de todos Gout murió en los días de la Decena Trágica, cuando Victoriano Huerta traicionó a Madero.

Belisario se mudó a la Ciudad de México y se instaló en el Hotel Jardín, ubicado en la calle San Francisco (hoy llamada Francisco I. Madero), del Centro Histórico. 

Cuando Huerta tomó el poder ejecutivo, se hizo legitimar por el Senado. El nuevo presidente creía que el país se podía ordenar a través de la violencia, los derechos civiles ganados con la revolución de Madero fueron amagados a punta de bayoneta. Belisario Domínguez no solo denunció que el gobierno era espurio, sino que Huerta dirigió los asesinatos del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. Lo hizo desde la tribuna del recinto legislativo. 

Besliario fue uno de los pocos políticos que se atrevió a disentir del gobierno de Victoriano Huerta. En un discurso dijo:

“Penetrad en vosotros mismos, señores, y resolved esta pregunta: ¿Qué diría de la tripulación de una gran nave que en la más violenta tempestad y en un mar proceloso, nombrara piloto a un carnicero que sin ningún conocimiento náutico navegara por primera vez y no tuviera más recomendación que la de haber traicionado y asesinado al capitán del barco?”.

En septiembre de 1913 Domínguez cuestionó la ética del Senado, institución que era servil al gobierno. En la calle de Motolinía, dirigida por María Hernández Zarco -sobrina del gran liberal Francisco Zarco-, hizo imprimir uno de sus discursos más beligerantes. 

A las 11:30 de la noche del 7 de octubre de 1913, Domínguez fue capturado en la habitación de su hotel. El hombre fue apresado por cuatro miembros de la policía secreta. Los uniformados lo llevaron hasta Churubusco, pero impedidos por los lodazales de la ciudad, aparcaron el coche y siguieron a pie hasta el Panteón de Xoco. Ahí, asesinaron a Belisario Domínguez y sus restos fueron arrojados a una fosa común.

Años después, gracias a la confesión del sepulturero, se supo la ubicación de los restos. El cuerpo de Belisario Domínguez fue exhumado y llevado a Comitán. 

Después de la desaparición y asesinato de Belisario la indignación popular creció. El régimen de Huerta ganó más adversarios.

Durante el gobierno de Huerta otros legisladores fueron asesinados, fue el caso de Serapio Rendón, Adolfo Gurrión y Edmundo Pastelín. El gobierno espurio de Huerta cayó por su propio peso, la lucha que hicieron algunos desde el recinto legislativo es una de las más osadas de la historia de México. Aunque también desde ahí hubo congresistas que avalaron un régimen de violaciones. 

Cronista interesado en la historia y autor de la columna Cartohistoria que se publica en Pie de Página, medio del que es reportero fundador. Desde 2014 ha recorrido el país para contar historias de desigualdad, despojo y sobre víctimas de la violencia derivada del conflicto armado interno. Integrante de los equipos ganadores del Premio Nacional Rostros de la Discriminación (2016); Premio Gabriel García Márquez (2017); y el Premio Nacional de Periodismo (2019).