En la pandemia crecieron los casos de depresión y ansiedad entre jóvenes y adolescentes, principalmente mujeres y personas no binarias. También aumentó el consumo de alcohol, marihuana y opiáceos. Así lo muestra el estudio VoCeS-19, elaborado por el Population Council de México, en coordinación con el Instituto Mexicano de la Juventud y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Andrea Murcia y Martín Zetina / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.- Durante la pandemia por el covid-19 crecieron los síntomas de depresión y ansiedad entre jóvenes y adolescentes.
Así lo señala un estudio elaborado por el Population Council de México, en el que participaron 55 mil 962 personas de 15 a 24 años.
El documento -elaborado de julio a septiembre de este año en coordinación con el Imjuve, la Secretaría del Bienestar y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva- detalla que del número de personas encuestadas, el 68.7% reconoció síntomas de depresión desde “leve” hasta “severo”.
De este 68.7%, quienes presentan la mayoría de los síntomas son las mujeres (con el 75% del total de entrevistadas); y las personas no binarias (con un porcentaje del 92.65% del total de este grupo poblacional).
Asimismo, de acuerdo con su nivel socioeconómico, los grupos poblacionales que presentaron más síntomas de depresión fueron aquellos que perciben mayores ingresos dentro de su círculo familiar, es decir los ubicados en el quinto quintil (con el 69.8% de su población) y el cuarto quintil (con el 70.3%).
En el caso de la ansiedad, sin embargo, el patrón de grupos poblacionales que presentaron mayores síntomas de este padecimiento es distinto, pues de acuerdo con su nivel socioeconómico, los grupos que presentaron mayor cantidad de síntomas fueron los ubicados en el primer quintil (62.7% ), segundo quintil (62.9% ) y el cuarto quintil (63.3% ).
Por su parte, las personas no binarias y mujeres mostraron la misma tendencia que en los síntomas de depresión, con el 79.4% y el 69.1%, respectivamente.
Otra de las variables evaluadas en este estudio fueron el consumo de alcohol, de marihuana y de opiáceos entre jóvenes y adolescentes durante la pandemia.
En el consumo de bebidas alcohólicas, el 53.4% de los adolescentes entrevistados afirmó que actualmente ingiere este tipo de bebidas. De estos, sólo el 14.1% afirmó que su consumo ha incrementado durante la pandemia.
Asimismo, de acuerdo con su género, el grupo poblacional que registró los mayores niveles de consumo de bebidas alcohólicas durante la pandemia fueron las personas no binarias, con el 64.8 % de su población, registrando un incremento del 23.6% durante la contingencia sanitaria.
Respecto al consumo de marihuana, se registró un incremento del 20.8% en el consumo de esta sustancia en jóvenes, y del 16.7% en adolescentes, la mayoría del género masculino.
En el caso del uso de opiáceos, se registró un incremento del 18.4 % entre adolescentes, y del 13.4% en jóvenes.
De acuerdo con el nivel socioeconómico, el incremento en el consumo de alcohol aumentó en un promedio del 14%, siendo el grupo poblacional ubicado en el 5to quintil el que registró un crecimiento en el 16.3% de su población.
En el consumo de marihuana y opiáceos se contabilizó un aumento promedio del 19.8% y 14.3% respectivamente, siendo el tercer quintil quien registró más casos de consumo de marihuana (22.1%) y el primer quintil más casos en opiáceos (20%).
Dentro del grupo de opiáceos se incluyen drogas sintéticas como la heroína, el crack y la cocaína.
A través de un comunicado, la Secretaría de Salud afirmó que este estudio contribuye a generar un consenso “para el diseño, implementación y análisis de políticas públicas con sensibilidad social”.
Asimismo reconoció que durante este periodo de contingencia sanitaria, las relaciones comunitarias se han visto afectadas debido al confinamiento y las medidas de prevención de contagios como el cierre de escuelas, teatros, parques y reducción de la movilidad.
Ante esto, afirmó la Secretaría de Salud, “se deben configurar políticas públicas que busquen el consenso a través de la escucha, el diálogo y la consulta de los distintos segmentos de la población. En este sentido, las juventudes requieren ser escuchadas y expresar lo que sienten, piensan, sus incertidumbres y cuestionamientos.”
Empero, además del incremento en el consumo de sustancias y de los síntomas de depresión y ansiedad, problemas como la deserción escolar, la violencia en el hogar, los embarazos no deseados y la falta de oportunidades laborales también han ido en incremento.
Todo esto, reflejado en el estudio elaborado por el Population Council de México, está ligado con la falta de acceso a la información y a servicios de salud, así como a la carencia de una política pública integral que permita atender las necesidades de los jóvenes y adolescentes de México, quienes muchas veces, con las particularidades de sus contextos, se encuentran en una situación de vulnerabilidad frente a la modificación de las dinámicas globales por la pandemia del covid-19.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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