Este jueves, el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía, dio información avances en las investigaciones de seis recientes asesinatos de periodistas en el país; para una parte del gremio periodístico en Tijuana, las hipótesis respecto a los casos de Lourdes Maldonado y Margarito Martínez busca cerrar las líneas de investigación
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Isabel Briseño
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno federal, a través de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPC), informó este jueves sobre los avances en los casos de asesinato de periodistas en el país.
Ricardo Mejía, subsecretario de Seguridad, detalló que son seis los casos en los que ya se tienen identificados móviles y presuntos culpables.
Se trata de los asesinatos de: José Luis Gamboa (Veracruz); Lourdes Maldonado y Margarito Martínez (Tijuana); Heber López Vázquez (Oaxaca); Juan Carlos Muñiz (Zacatecas); y Armando Linares (Michoacán).
Al respecto, el subsecretario informó que, actualmente, existen 16 personas vinculadas a proceso por estos casos. Siendo el caso del fotoperiodista Margarito Martínez el que más personas detenidas tiene, con diez.
En los casos del periodista Heber López y Armando Linares aún no existen personas detenidas. Sin embargo, ya se tienen identificados a presuntos culpables de los crímenes.
En todos los casos, informó Mejía, existen hipótesis respecto al móvil de los asesinatos. Todos, a excepción del caso de José Luis Gamboa, están ligados a su actividad periodística. En el caso del periodista veracruzano, el subsecretario adelantó que podría tratarse de una disputa familiar por una herencia.
En los casos de Lourdes Maldonado y Margarito Martínez, la SSPC adelantó que el móvil de su asesinato podría ser el mismo. Dijo que la autoría material de ambos asesinatos estaría vinculada a una célula remanente del cartel de los Arellano Félix.
Este hecho, sin embargo, fue recibido con desagrado por una parte del gremio periodístico en Tijuana, Baja California, donde Maldonado y Esquivel trabajaban.
“Los avances que presentó hoy el gobierno federal la verdad es que no nos sorprenden, pero sí nos causan indignación”, dijo en entrevista el periodista de Tijuana, Manuel Ayala.
“En lo personal sí me causa molestia”, agregó.
El 25 de febrero, la federación, en conjunto con las autoridades del estado de Baja California y del municipio de Tijuana informaron sobre el avance en las investigaciones de los asesinatos de Lourdes Maldonado y Margarito Martínez.
El móvil del asesinato de Margarito Martínez perfilaba que la autoría intelectual estaba relacionada con la reacción de grupos criminales al trabajo del fotoperiodista.
En el caso de Lourdes Maldonado, sin embargo, no se tenía identificado el móvil. Esto, a pesar de que la periodista había denunciado previamente que temía por su vida tras ganar un litigio laboral en contra del exgobernador de ese estado, Jaime Bonilla. La periodista había solicitado el mecanismo de protección estatal, bajo el cual estaba custodiada al momento de su asesinato.
Pese a esto, al momento de brindar esta información, el gobierno federal insistió en no adelantar hipótesis que condujeran a una presunta responsabilidad de Bonilla en el asesinato de Maldonado. Aseguraron que detendrían “a los verdaderos responsables”.
Este jueves, sin embargo, el gobierno federal anunció que el móvil del asesinato de Martínez y Maldonado, y por tanto la autoría intelectual, podrían estar vinculados a una célula remanente del cartel de los Arellano Félix.
“En ambos hechos el móvil habría sido (sic), en el caso de Lourdes Maldonado, que Lourdes Maldonado habría denunciado a narcomenudistas que estaban haciendo operaciones ilícitas en la parte donde ella vivía. Llegaban patrullas, perseguían a estos sujetos y en represalia por esa actuación responsable, cívica, de Lourdes, de denunciar estos hechos delictivos, la habrían victimado. También este mismo grupo fue el que asesinó al compañero Margarito Martínez”, informó el subsecretario Ricardo Mejía.
Y añadió que “hay una vinculación entre el homicidio de Lourdes Maldonado y el de Margarito Martínez con un mismo grupo criminal, que es un remanente del grupo de los Arellano Félix, liderado por un sujeto apodado ‘Cabo 16’, que también fue detenido”.
Esta versión habría sido proporcionada a periodistas tijuanenses un día antes de que la federación lo informara. Esto, a través del fiscal del estado de Baja California, Iván Carpio.
Manuel Ayala relata:
“Nos había hecho saber que entre los detenidos que ya tenía la Fiscalía había autores intelectuales de ambos casos; y se refirió a que estaban vinculados al mismo grupo criminal. Hoy lo afirma y confirma el gobierno federal”.
Para el periodista tijuanense, esta hipótesis es una forma de “irle dando carpetazo a ambos asuntos, pero hay situaciones que aquí seguimos teniendo en cuenta los colegas”.
Para Ayala, y una parte del gremio en Tijuana, la línea de investigación que conducía a Jaime Bonilla como autor intelectual del asesinato de Lourdes Maldonado no se ha agotado lo suficiente. Esto, comenta, genera desconfianza en la hipótesis presentada por el gobierno federal.
“No es achacar a que exista de forma forzada una participación, pero sí la forma en que se descarta una posible autoría intelectual es lo que nos genera estas cuestiones”, añade.
Otro punto que resalta Manuel estriba en que al momento en que Maldonado solicitó el mecanismo de protección, ella no había comentado el posible acoso o riesgo de narcomenudistas en la zona donde ella vivía.
“En los avances que presenta la federación mencionan que (su asesinato) estuvo vinculado al hecho de que ella denunciaba esa presencia de grupos criminales o narcomenudistas en su área de vivienda, cosa a lo que ella nunca hizo alusión a que temiera por ello”, comenta Manuel.
Otro factor que resalta Manuel Ayala es la adjudicación del crimen a un personaje identificado con una célula del crimen organizado apodado como “Cabo 16”, quien, de acuerdo con información de Manuel, no destaca como líder de esa célula.
“Como líder hay antes una persona apodada “Cabo 20”, que es quien lidera esta célula”, enfatiza.
Y añade que “hay ciertos elementos que generan más dudas que certezas, que, precisamente al no ser tomados en cuenta pues generan esta indignación o molestía por aventar de esta forma tan tajante esta vinculación, estrictamente al crímen organizado; y dejar de lado esas otras área o líneas de investigación en las que pudieran estar vinculados otro tipo de personajes”, añade.
Esta hipótesis de la federación, reflexiona Manuel, parece estar dirigida a “dar carpetazo” al asesinato de sus colegas, lo cual ha causado molestia e indignación dentro del gremio tijuanenese.
“Uno había puesto cierta fe y esperanza a que las autoridades resolvieran de forma digna y, finalmente, se hiciera justicia como tal en estos casos; pero estamos viendo que no es así, o no va a ser así”, lamenta Manuel.
Asimismo, señala que durante las audiencias de los casos de Margarito y Lourdes nunca se le permitió a la prensa estar presente. Esto, advierte, “viene a dejar una situación meramente dogmática de lo que ellos concibieron, de lo que ellos se plantearon, y de lo que ellos solos sacaron como conclusión”.
Manuel concluye que “eso finalmente nos deja una señal: que están desestimando cosas como se desestimaban en gobiernos anteriores, lo cual no ha hecho, ni va a hacer, ni se está haciendo la diferencia con este gobierno. Al menos en el caso de los periodistas asesinados en México”.
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