9 marzo, 2022
El cuerpo del adolescente Abimael Jiménez, uno de los tres jóvenes mixes asesinados en Phoenix, Arizona, volvió a su tierra, Tepuxtepec Mixe, para ser sepultado este jueves
Texto y fotos: Diana Manzo
TEPUXTEPEC MIXE, OAXACA.- “Todo va a estar bien, hijo». «Sí, ma»… Esos son los últimos mensajes de la conversación telefónica que Silvia Martínez conserva de su hijo Abimael, de 16 años de edad, quien fue asesinado junto con Herminio e Isauro Martínez el pasado 20 de febrero en Phoenix, Arizona.
Los restos del adolescente mixe que migró a Estados Unidos con la meta de mejorar sus condiciones de vida arribaron la madrugada de este miércoles a su natal Tepuxtepec, Oaxaca, un municipio de la sierra norte de Oaxaca, donde migrar es una forma de vida.
Frente a su féretro ubicado en el templo cristiano de la comunidad mixe, la mujer de cabello negro da lectura en su celular a los mensajes que intercambió con su hijo desde el día 27 de enero cuando salió de su comunidad en la conquista de sus sueños, y hasta la víspera de su asesinato.
“El único recuerdo de Abi son sus mensajes”, dice Silvia mientras mira la foto de su hijo que le envió el pasado 19 de febrero, y del cual ella le contestó que estaba triste.
“No sé si lo presentí, pero cuando vi su foto me puse triste, y al día siguiente ya me entero que mataron a mi hijo”, explica mientras comparte el único recuerdo que le queda del segundo de sus cuatro hijos.
Su consuelo es que ahora podrá darle una digna sepultura; reconoció el apoyo brindado por las autoridades, aunque señaló que fue gracias a las exigencias de familiares y personas de buena fe.
“Estoy bien” dice, y recuerda que ya tiene a su hijo de vuelta, no como hubiera querido, pero al menos «llegó completo» para sepultarlo este jueves.
Abimael era músico, su madre recuerda que desde los 7 años ya le gustaba tocar la batería y después fue la tambora.
«Un día me dijo que se quería ir a Estados Unidos como su hermano de 22 años, quien allá vive, y mira: en menos de un mes volvió pero ya muerto».
Sus familiares y hermanos cristianos la acompañan con flores, velas, comida y abrazos, como una comunalidad que se vive en las comunidades mixes.
«Acá estamos en las tragedias, en los accidentes y también para celebrar la vida, así somos. Esta vez le tocó a nuestra hermana Silvia», dijo una de las mujeres que elaboran alimentos para compartir con los visitantes.
Los restos de Abimael quedarán sepultados en el panteón municipal. Los cuerpos de Isauro y Herminio se prevía que arribaran la noche de este miércoles y quizá el viernes sean enterrados.
Acá no hay trabajo por eso los jóvenes migran
La falta de dinero y la pobreza fueron las causas por la que Abimael migró. «Acá no hay trabajo, por eso los jóvenes migran», dice su mamá.
Tepuxtepec Mixes es un municipio localizado en la sierra norte de Oaxaca. En este lugar la migración se ha vuelto una forma de vida para obtener ingresos para sus 5 mil habitantes; Abimael era de la cabecera municipal y Herminio e Isauro de la agencia municipal de Llano Crucero.
Abimael sólo cursó el nivel secundaria. «No pude pagarle la preparatoria porque no había dinero, tengo dos hijos más pequeños que él, por eso se fue; su meta era trabajar para construir nuestra casa y comprarse su carro».
Para obtener ingresos y sobrevivir, Silvia lava ropa, limpia casas o terrenos, donde le pagan entre 60 y 70 pesos.
«A él lo mataron y yo sigo trabajando. Mi hijo mayor me manda a veces cada mes un apoyo, la vida acá es dura porque no hay trabajo, hay que salir a trabajar si es que quiere uno superarse», recalcó.
Amenazas por exigir justicia
Por denunciar y dar acompañamiento a las familias, el activista mixe Joaquín Galván recibió amenazas y, aunque ha exigido protección federal del Mecanismo de Protección a Defensores y Periodistas, no se le ha otorgado.
El activista señaló que con el arresto de Juan Vargas, uno de los presuntos responsables del triple homicidio, se confirman las amenazas que recibió junto con familiares.
Recordó que los asesinatos de Abimael Jiménez, Herminio e Isauro Martínez no deben quedar impunes; exigió a las autoridades migratorias tanto mexicanas como estadounidenses llegar a las últimas consecuencias.
“A Juan Vargas ya lo teníamos previamente identificado, no es el único involucrado, es una red”, agregó al recalcar que es necesario la protección del Mecanismo para seguir brindando el acompañamiento a las familias de los tres jóvenes.
Galván aseguró que después de denunciar en redes sociales, obtuvo Protección estatal, pero solo de forma provisional.
No es la primera vez que Joaquín Galván recibe una amenaza por su acompañamiento, inclusive la Defensoría Oaxaqueña levantó una queja al respecto.
*Esta nota fue realizada por ISTMO PRESS, medio aliado de la Red de Periodistas de a Pie.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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