Estos primeros 40 días del 2022 han sido oscuros y desolados para el gremio periodístico de norte a sur de México. Primero fue Tijuana y ahora Oaxaca, donde la violencia crece. El asesinato de Heber López es una señal más de la grave descomposición de la región
Texto y fotos: Diana Manzo
SALINA CRUZ, OAX.- “¿Y ahora quién más sigue?… Ya no queremos venir a enterrar a otro compañero, estamos hartos de discursos, exigimos una ley que nos proteja, no se vale que por denunciar corrupción nos quiten la vida” fueron las palabras del periodista istmeño Rodolfo Canseco, mientras familiares, amigos y compañeros despidieron este sábado en el panteón Municipal de Salina Cruz, Oaxaca a Heber López Vásquez, fundador y director del portal de Noticias Web.
Estos primeros 40 días del 2022 han sido oscuros y desolados para el gremio periodístico de norte a sur de México. Primero fue Tijuana y ahora Oaxaca, y la violencia crece. Heber es el onceavo periodista asesinado en Oaxaca en los últimos años, de acuerdo con la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.
Heber López Vásquez de 39 años de edad fue asesinado a balazos el pasado jueves, cuando se encontraba con su hijo de 12 años al interior de su oficina; por este crimen, las autoridades de justicia informaron que hay dos personas detenidas que se encuentran recluidas en el penal de Tlacolula, Oaxaca.
De acuerdo con Artículo 19, Heber había recibido amenazas en el 2019, por parte de funcionarios municipales, pero él siguió informando como era su pasión.
El periodista fue velado en su casa rodeado de sus familiares. Sus padres, esposa Olga y dos hijos así como amigos lo acompañaron a su última morada. Las flores, la música y el incienso de copal así como el clamor de ¡justicia!, mencionadas en reiteradas ocasiones fueron las exigencias del gremio periodístico.
“Descanse en paz, amigo Heber”, decía un arreglo floral de flores blancas que encabezó el cortejo fúnebre del periodista istmeño, que fue llevado a la Iglesia de la Santa Cruz en donde se celebró una eucaristía en su honor.
Después de la ceremonia religiosa, Heber llegó a su oficina, dos arreglos florales y velas lo esperaban. Esta vez no llegó a trabajar, vino a despedirse del que era su espacio donde desarrollaba su apasionada profesión.
Irving López Vásquez, periodista y hermano de Heber agradeció las muestras de afecto y cariño hacia su familia y reiteró que no debe existir impunidad en este crimen.
“Me mataron a mi vida” fueron las palabras más pronunciadas de la madre de Heber, mientras veía como el cuerpo de su hijo era sepultado.
La impotencia, tristeza y miedo acompaña a sus compañeros del Istmo de Tehuantepec, quienes reiteraron que lo único que desean es “qué los dejen trabajar en su apasionado oficio que eligieron, el ser periodistas”.
“De nombres y apellidos de periodistas que han asesinado y que se encuentran en total impunidad están llenos las fiscalías y ya no queremos ser estadísticas” dice Cony Baigorria, periodista de Salina Cruz, Oaxaca.
Ella compartió con Heber sus inicios en el periodismo y la fundación del canal de noticias Meganoticias en Salina Cruz, Oaxaca.
Le lloramos al amigo, al compañero y al periodista crítico y objetivo”, agregó.
La comunicadora quién lamentó este crimen y exigió a las autoridades brindar protección no solo física sino económica las familia de Heber.
¿Y a su familia quién les cuidará? Preguntó la periodista istmeña al explicar que Heber era el proveedor de su familia, y dejó a su esposa e hijos en la orfandad; así como a su mamá y a su padre enfermo.
Conny Baigorria reiteró que los Mecanismos de Protección no solo deben proveer de la integridad física, sino también económica y de forma vitalicia a los periodistas, pues la familia dijo queda desamparada cuando los asesinan.
“Extrañaremos sus risas” recalca Soledad Vásquez Martínez, amiga y mentora de Heber, quién recalcó que fue asesinado por cumplir su trabajo, por hacer lo que le apasionaba y por ser una voz crítica.
Esteban Ramón Hernández, vecino, amigo y compañero del comunicador recalcó que Heber no debió morir así. ¿Entonces qué vamos hacer, cómo vamos a informar sí nos están matando?, expresó el periodista al señalar que lo que sigue ahora es algo incierto y desolador.
Ayer por la tarde, mediante las redes sociales, Alejandro Encinas, subsecretario de gobernación informó que la familia de Heber ingresó al Mecanismo de Protección para defensores de los Derechos Humanos y Periodistas, y aunque eso es un alivio, la familia recalcó que lo que quiere es justicia y castigo para los autores materiales e intelectuales del crimen que le arrebató la vida a Heber.
Mientras su madre y esposa así como familiares y amigos le lloran, los restos del periodista istmeño quedaron sepultados rodeados de flores en el panteón de Salina Cruz, Oaxaca, el principal puerto de Oaxaca, en donde se construye el rompeolas, una de las obras del megaproyectos estrella del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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