20 enero, 2022
La recomendación 26/2020 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) habría de reconocer a San Juan Bautista de la Laguna como pueblo originario y con ello su autonomía; sin embargo, las autoridades estatales siguen sin garantizarle sus derechos a la comunidad.
Texto: Ángel Melgoza
Fotos: Ángel Melgoza
GUADALAJARA, JALISCO.- La recomendación número 26 del año 2020 de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) menciona en los conceptos que la integran:
“Violación de los derechos a la legalidad y seguridad jurídica, a la manifestación pacífica, a la libertad personal, a los derechos de pueblos originarios y comunidades indígenas, así como al desarrollo, al patrimonio cultural y a un medio ambiente sano y equilibrado de los habitantes de San Juan Bautista de la Laguna, en el municipio de Lagos de Moreno.”
En marzo, la comunidad indígena de San Juan Bautista de la Laguna cumplirá cuatro años de lucha en contra del gasoducto industrial de la empresa Gas Natural del Noroeste.
En 2018 preguntaron a los operadores de maquinaria que realizaban perforaciones a la tierra de su comunidad qué era lo que estaban haciendo. Así, informalmente, y poco a poco, exigiendo a las autoridades y con solicitudes de información, se fueron enterando de la obra.
Desde entonces comenzaron a luchar en contra del gasoducto y por el reconocimiento de sus atribuciones como pueblo indígena.
El 13 de mayo de 2019 ocurrió un punto de inflexión en su lucha; esto, cuando detuvieron a cinco manifestantes en una protesta contra el avance de las obras. A dos de ellos se les imputaron faltas administrativas. A los otros tres (Paúl Martínez Facio, Hugo Reyes López, y Benjamín Cedillo) los remitieron al Ministerio Público de Lagos de Moreno.
La CEDHJ indicó que, con dichas detenciones, las autoridades municipales y estatales no cumplieron con el indispensable proceso de consulta a pueblos originarios.
Asimismo, señaló que, a la vez, terminaron otorgando “la licencia para la realización de la obra” con el apoyo “del gobierno del Estado a través de la Secretaría de Seguridad Pública».
Marbella es habitante de San Juan Bautista. Ella narra que, después de la detención de sus compañeros, el pueblo se movilizó y tomó la presidencia municipal de Lagos de Moreno. Exigían su libertad, y la obtuvieron.
“Fuimos a presidencia y cerramos la puerta principal, dijimos ‘de aquí nadie entra y nadie sale hasta que nos den una respuesta’ y el presidente salió huyendo por atrás”.
Marbella, habitante de San Juan Bautista de la Laguna
Los detenidos fueron ocultados por las autoridades y no se pudo dar con ellos hasta seis o siete horas después de la detención. Y aún a pesar de obtener su libertad, a la fecha, tres de los habitantes tienen abierta la carpeta de investigación número 1306/2019 en la Fiscalía General del Estado de Jalisco. Y no es la única.
Desde el mismo año en que inició la oposición al gasoducto, la empresa Gas Natural del Noroeste demandó a los habitantes de San Juan. Las acusaciones se encuentran en la carpeta de investigación 2272/2018. Esta carpeta, como la del 2019, permanecen abiertas según declaran los imputados.
Los bisabuelos, abuelos y papás de Marbella Maribel de Santiago López nacieron y crecieron en San Juan Bautista de la Laguna. Ella recuerda lo que le han contado, lo que ha investigado sobre su pueblo, que antes la laguna les daba todo a los pobladores; se dedicaban a la pesca, a la siembra, al pastoreo de ganado, a elaborar petates y artesanías. Todo lo obtenían de aquel lugar, hasta su identidad misma, pero “hubo una sequía y se comenzó con la elaboración de ladrillo. Y ahora con las empresas pues nos dicen que es progreso para el pueblo, y solamente es manufactura barata”.
En la lucha contra el gasoducto ella ha sido líder y víctima; antes de que detuvieran a sus compañeros, también en mayo de 2019, la encapsularon policías federales y estatales. Ese día, Marbella, junto a otros pobladores, se presentó a detener las obras que la empresa reactivó en contra de la voluntad de su pueblo.
No fue la única en asistir, pero su liderazgo lo identificaron los policías, quienes la separaron del resto de los habitantes.
Una vez un comandante apellidado Hoyos le dijo que las obras ya estaban aprobadas y que se realizaban en terrenos federales, a lo que Marbella respondió:
“Yo le argumenté que no estábamos ahí por capricho, que estábamos haciendo valer nuestro derecho con base en un documento que nos había emitido el municipio, que reconocía que nosotros sí teníamos palabra”, dice.
Ella se refiere al comunicado de prensa emitido por el municipio de Lagos de Moreno. Ahí, el municipio, se compromete a respetar la decisión mayoritaria de la comunidad sobre el avance o cancelación de la obra.
Marbella, quien también es maestra y doctorante en Ciencia y Tecnología, leyó el documento mientras los policías la hostigaban.
“Algunos de los oficiales me estaban grabando, me tomaban fotografías, estaban armados, eso fue muy muy intimidante”, dice que en esa ocasión logró detener las actividades e ir a casa, pero más tarde la empresa volvió a continuar la instalación.
Además de oponerse a la instalación del gasoducto, Marbella ha trabajado en la recuperación de la memoria comunitaria, de la memoria de su pasado indígena. Esto es importante para ella y su comunidad; pues su condición de pueblo originario, pone en manos de los habitantes de San Juan Bautista la toma de decisiones sobre las obras que se pueden realizar en su territorio.
La recomendación de la CEDHJ señala que considera necesario que “la comunidad indígena de San Juan Bautista de la Laguna, sea reconocida por parte de las autoridades municipales y estatales e incorporada al padrón de pueblos originarios para reconocer su origen, cultura, historia e identidad».
Aunque más que acatar, las autoridades han sido omisas. Incluso la Comisión le recomienda a Gerardo Octavio Solís Gómez, Fiscal de Jalisco, que ordene una investigación en contra de Betzabeth Josefina Ortiz Villaseñor (agente del Ministerio Público), y de quienes resulten responsables por “haber girado una orden de protección a favor de una empresa, en contra de los aquí agraviados, sin motivo alguno, y haber utilizado el número de una carpeta de investigación ajena a los hechos”.
La percepción de Marbella y otros pobladores organizados es que les están desplazando silenciosamente de su pueblo.
«Les conviene más que haya empresas y no casas habitación. Así ya se liberan de poner servicios porque algunos lugares del pueblo no cuentan ni siquiera con lo básico”, dice ella.
Este es un tema que se retoma en la recomendación de la CEDHJ. Ahí se señala que hay una situación de abandono del pueblo.
Esto, de acuerdo al documento, se deriva de la “falta de interés de administraciones municipales pasadas y la actual, ya que aun cuando el pueblo de La Laguna colinda con la ciudad de Lagos de Moreno, y actualmente se encuentra muy unido a ella en los temas económico, social y urbanístico, se le ha dejado en el abandono».
Aquella laguna que le dio vida al pueblo está en un riesgo extremo, a punto de desaparecer. En la misma recomendación se describe apenas como un área de encharcamientos en el temporal de lluvias “y desafortunadamente sirve como vertedero de drenajes de industrias agrícolas y ganaderas […] se ha convertido en un lugar abandonado y en un foco de infección.”
Marbella y otras pobladoras de San Juan Bautista de la Laguna acudieron al Encuentro Nacional de Luchas Contra Gasoductos y Proyectos de Muerte; realizado el pasado 15 y 16 de enero. Ahí contaron su historia, se encontraron con otras personas, y reunieron fuerzas para continuar luchando.
“El gasoducto se instaló, desconocemos si está en funcionamiento o no” dice Marbella.
Durante la resistencia en 2018 Marbella y varios de sus compañeros recibieron visitas de miembros de la Fiscalía de Jalisco en sus hogares, algunas veces por la tarde, otras a las nueve o diez de la noche: “llegaban y tocaban, que querían revisar mi casa. Algo muy hostigante, de mucho miedo”.
Los pobladores organizados en torno a la resistencia al gasoducto exigen que se cumpla la recomendación de la CEDHJ. Buscan activamente fortalecer sus redes con otras organizaciones sociales.
Marbella Maribel de Santiago López, reflexiona:
“El éxito no siempre es dinero, ni el progreso son las empresas. Creo que el éxito es vivir bien, dignamente y en paz, y el progreso, si tú haces lo que te gusta con amor y lo disfrutas, ni trabajo se le llama. Defender nuestra tierra, nuestra dignidad y la de nuestros hijos, esa es la prioridad.”
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