Un grupo de migrantes residentes en Nueva York, la mayoría originarios de la montaña guerrerense y Puebla, anunciaron la creación de El Molino Informativo; un medio de comunicación hecho para y por migrantes que narran sus problemas, vidas y sueños

Texto: Alejandro Ruiz

Fotos: Cortesía El Molino Informativo

CIUDAD DE MÉXICO.- En algún lugar de Mesoamérica, seguramente alguien está llevando a la molienda un par de chiles, algunas semillas, o sus granos de maíz, cacao o café.

En el molino, ya sea manual o mecánico, se transforma lo que la tierra nos da. Las semillas y los granos se pulverizan hasta convertirse en harina, la cual, con un poco de agua y trabajo humano, puede ser una masa que devendrá en infinitas posibilidades. 

Pero, además de ser una herramienta fundamental para el ciclo de la tierra, los molinos también son punto de encuentro donde la palabra se expande. 

Ahí, las risas, dolores y alegrías se narran y se escuchan: lo mismo como chismes, anécdotas o historias fantásticas; que como acuerdos políticos y determinaciones asamblearias que marcan una agenda común.

Da lo mismo si es en el campo o la ciudad, los molinos en la tierra del maíz siguen siendo un pilar fundamental para las relaciones comunitarias, pues como apuntaría el sagrado libro de los mayas: Somos hombres y mujeres de maíz. 

Esa esencia, hecha de granos que se transforman, la llevamos bien dentro y en dondequiera que estemos. 

Y así lo entendieron las hermanas y hermanos inmigrantes en los Estados Unidos, quienes han construido su propio molino, pero ahora para informar. 

El molino informativo: un medio en construcción

“El molino es un medio informativo de un sector de la población en Nueva York que está muy invisibilizado”, refiere el periodista Heriberto Paredes, quien desde hace unos meses ha acompañado a este nuevo medio de comunicación con asesorías y talleres.

Son personas migrantes, de pueblos originarios, provenientes, principalmente, de Guerrero y Puebla. 

El proyecto inició seis meses atrás, y Heriberto cuenta que a él lo invitaron como tallerista y asesor en algunos puntos fundamentales. 

“Al inicio de este año, me invitaron a participar para dar un taller de formación en procesos básicos de periodismo y comunicación; y con ellos (con los asistentes al taller) conformamos este medio que toma su nombre del lugar donde los pueblos acostumbran platicar e informarse, que es el molino”.

Heriberto narra que él llegó con las y los compañeros de El Molino a partir de una invitación de la Red de Pueblos Transnacionales, una organización de inmigrantes residentes en la ciudad de Nueva York, provenientes de comunidades rurales e indígenas mexicanas.

“Yo fui invitado expresamente por la Red de Pueblos Transnacionales para generar las condiciones metodológicas, para la formación y creación de la estructura, pero siempre con los contenidos de las compañeras y compañeros”, señala. 

No solo Heriberto ha participado en la asesoría para la conformación de El Molino, también otras periodistas como Alina Duarte. 

Pero el protagonismo, asegura, lo tienen siempre los pueblos. 

“El Molino comienza a hacer sus primeras prácticas con gente que es trabajadora, o sea, gente que no tiene una profesionalización como periodista o comunicólogo, pero que, la necesidad, les ha llevado a tener este sector bien ubicado, pues necesitamos documentar y difundir nuestra palabra”, enfatiza el periodista mexicano. 

Ser migrante en Nueva York

En contraste con su extensión territorial, Nueva York es la ciudad más poblada de los Estados Unidos, además de ser considerada como un referente cultural a nivel mundial.

Posiblemente, pueda ser considerado uno de los estados más progresistas de la unión americana, debido a la política liberal que desde décadas atrás ha permitido, y regulado, el aborto, el matrimonio igualitario y el consumo recreativo y medicinal de la marihuana.

Este corte progresista, sin embargo, contrasta con la realidad que enfrentan los inmigrantes latinoamericanos día con día. 

“Son casi un millón de personas inmigrantes, pero están invisibilizadas”, enfatiza Paredes. 

Y agrega que, como la mayoría de las personas inmigrantes en Nueva York no tienen papeles, “tienen los trabajos peor pagados, inclusive, cuando son asaltados, nadie vela por sus derechos, la policía no hace nada por elles”.

Esta condición de desigualdad, sumada a las condiciones de discriminación por el color de piel o el idioma, es lo que orilló a las personas inmigrantes a pensar estrategias para comunicar sus problemáticas, desde su propia realidad. 

“Durante la pandemia se agudizaron estos factores, y de alguna manera ha habido varias expresiones, como fracturas, que han permitido al mismo tiempo pensar cómo organizarse”, señala Heriberto Paredes. 

Hay un hecho que marca un antes y después en la historia de El Molino informativo: la muerte de un deliverero, es decir, un repartidor. 

Hablar desde nosotros

El 13 de marzo, Francisco Villalba, un joven nahua originario de la montaña de Guerrero, fue asesinado mientras realizaba una entrega al noroeste de Manhattan. Él, como muchos inmigrantes, era deliverero. Le dispararon.

Este hecho, relata Heriberto Paredes, puso en guardia a la comunidad inmigrante en Nuevo York, particularmente a sus paisanos guerrerenses, quienes comenzaron a pelear y exigir sus derechos, así como justicia ante el asesinato de Francisco. 

Las condiciones de trabajo de los delivereros ha sido documentada durante muchos años, pues es común que además de contar con pésimas condiciones laborales, bajos salarios y enfrentar diario la discriminación; las muertes que quedan impunes son también el reto del día a día. 

Su historia, sin embargo, jamás había sido contada por ellos mismos. 

“Esto comenzó a generar organización, visibilización; y se requería cubrir, documentar, difundir lo que estaba pasando”, afirma Heriberto. 

Es así, y en este contexto, en el que El Molino Informativo nace. 

“Es a través de varias organizaciones, como la Red de Pueblos Transnacionales; el Consejo de Pueblos Originarios; y en un lugar como la Casa de los pueblos; donde se comenzó a cocinar la posibilidad de tener un medio. Entonces, a partir de una recopilación y una sistematización de saberes, hicimos las secciones, el diseño, y se ha ido trabajando”. 

El Molino Informativo fue inaugurado públicamente el pasado 12 de octubre, y además de Nueva York, tiene conexiones en ciudades como Connecticut y Nueva Jersey donde también hay una fuerte presencia de migrantes. 

Los temas que se abordan en este nuevo medio de comunicación son aquellos que interesan y preocupan a la comunidad migrante en los Estados Unidos: como movilizaciones por sus derechos laborales, información verídica sobre la vacunación ante el covid-19, entre otros contenidos. 

Heriberto concluye:

“Avanza a un ritmo pausado, porque corresponde a las necesidades de las comunidades en diferentes partes de Nueva York, Connecticut y otras partes que se van a ir juntando. La pandemia ha ralentizado un poco el proceso, pero realmente se está moviendo mucho en Nueva York. Es un gran punto de encuentro El Molino Informativo y ésa es la idea, que responda a su nombre como en los pueblos.” 

Para consultar los trabajos de El Molino Informativo puedes revisar su página web y redes sociales: 

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