En la comunidad de Unión Hidalgo, en Oaxaca, vecinos se organizaron en tequio para limpiar terrenos, desinfectar viviendas y hacer rondas de vigilancia. Este trabajo comunitario beneficia a unas 100 familias vecinas
Texto y fotos: Diana Manzo / Istmo Press
OAXACA.- Sin esperar nada a cambio y organizados con el nombre de “Vecinos Unidos de la Calle Rementería”, veinticinco ciudadanos zapotecas de Unión Hidalgo, Oaxaca, reviven el tequio por el bien común. Con su machete y su arado todas las tardes limpian terrenos, otro grupo desinfecta viviendas y unos más realizan rondines de vigilancia contra la delincuencia.
Esta iniciativa nació hace diez meses, en noviembre del 2020, como una forma de mejorar la vida comunitaria en plena pandemia y también para fortalecer los lazos comunitarios y prevenir los robos y los asaltos que incrementaron en la zona. Así comenzó este tequio vecinal que ahora es un modelo organizativo entre esta comunidad zapoteca.
Fredy López Regalado, es su impulsor y a través de él se organizan todos los tequios, en su casa se reúnen todas las tardes, a partir de las 17:00 horas y concluyen a las 20:00 horas, y posteriormente se turnan en la caseta de vigilancia para prevenir los robos.
El perímetro de vigilancia es de cuatro cuadras, beneficiando a unas 100 familias y además construyeron una caseta donde se reúnen ante cualquier llamado de los vecinos y cuentan con una alarma vecinal que adquirieron con la cooperación de todas y todos.
Este servicio social lo brindan por las tardes, en las mañanas, los vecinos se dedican a sus activistas personales, los hay mototaxistas, profesores, ingenieros, plataformeros, campesinos y estudiantes.
El tequio es una práctica de trabajo comunitario de mucho arraigo en la cultura zapoteca. Se hace sin esperar nada a cambio a modo de fortalecer las relaciones sociales y comunitarias. En este caso los hombres realizan las labores y las mujeres comparten los alimentos.
Ha sido tanta la demanda de ayuda, que ahora tienen una libreta donde apuntan las acciones a seguir. Las familias piden sanitizar o fumigar, otras la limpieza de sus patios y la vigilancia que es lo primordial.
Unión Hidalgo, Oaxaca se ubica en el Istmo de Tehuantepec donde habitan 15 mil personas y su división local es por barrios y secciones. Estos vecinos de la Calle Rementería son un ejemplo de organización, su fin no es político, sino social.
Servir y ayudar es el único fin, no buscan un reconocimiento, las labores son gratuitas y algunas veces reciben donativos mínimos, especialmente en la sanitización de las viviendas por el costo del líquido que se usa.
Tirso López, es el encargado del grupo de fumigación y da a conocer que con la ayuda de vecinos se hicieron de una bomba prestada, y ahora han comprado la suya, con la intención de seguir colaborando en la mejora ciudadana.
“Esto ha sido todo un reto, todo con base a las ayudas, al apoyo de las personas que nos dan unas monedas, no hay cuota de recuperación, pero vemos que sí ha funcionado, la gente nos habla para que fumiguemos contra los mosquitos o por lo del Covid-19, todo ha sido así, lento, pero ayudando a la gente”.
Los domingos por la mañana es el tequio general, se elige un domicilio o un espacio para limpiar y todos se concentran. Llevan machetes, rastrillos, palas y todo utensilio de limpieza, inclusive hasta maquinaria.
“Nos sentimos muy contentos por mejorar nuestro espacio, primero comenzamos aquí en nuestras calles y ya después con los otros vecinos, la intención es ser un ejemplo y se replique en otros barrios, nosotros no cobramos, todo se hace en tequio”.
Además de limpiar los terrenos, también se han organizado para limpiar el Río Espíritu Santo, un afluente natural que está contaminado y del cual han hecho labores para su rescate y limpieza.
Aseguran que la pandemia les ha dejado una enseñanza y es precisamente la de colaborar con el prójimo, con el vecino, con el conocido, con el de enfrente.
“Estamos felices y vamos a seguir, estamos por cumplir un año con esta actividad y nos ha dejado gran enseñanza, la intención es el servicio social, que vivamos libres de violencia y ayudando a los demás, estamos muy contentos, porque todo esto surgió en pandemia, el tequio revivió con nosotros”, dijo.
Karina Fuentes Blas, es vecina y esposa de Fredy, y le gustaría que así como sus vecinos se han organizado, lo hagan otros barrios, para que el pueblo se vea limpio y esté libre de violencia.
“A mí me da gusto ver a los jóvenes y niños en los tequios, esta enseñanza de apoyar y contribuir es algo que se hereda, que se aprende, y hoy somos un ejemplo, el tequio debe ser parte de nuestra vida, de nuestra forma de organizarnos y nosotros lo estamos reviviendo para que no se pierda”, contó.
Como mujer y madre de familia, expresó que en este tequio, las mujeres son primordiales, en el grupo de Whatsapp que se creó como herramienta de comunicación vecina , reportan todo lo sospechoso que ven, es una forma de ayudar y colaborar.
Al terminar cada tequio, se reúnen y analizan los avances. Las mujeres del barrio, organizan los alimentos y son las principales impulsoras de este grupo vecinal que aseguran nació como una forma de revivir el tequio, que tanto practicaron los ancestros y que este es un ejemplo que surge desde las comunidades.
Este trabajo fue realizado por ISTMO PRESS, que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar el original.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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