Después de 12 horas de sesión extraordinaria, la Cámara de Diputados aprobó, por segunda ocasión, el dictamen de la reforma educativa. Avalada por todos los partidos políticos, a excepción del PAN, la propuesta incluye un artículo, el 16 transitorio, que garantiza que el Estado será quien regule las plazas magisteriales. Este jueves se espera su votación en el Senado
Texto: Arturo Contreras Camero
Fotos: Ximena Natera
Siete de ocho fracciones parlamentarias aprobaron el dictamen de la reforma educativa en la Cámara de Diputados. Por segunda ocasión en dos semanas, la cámara de origen avaló el dictamen que hace más de cuatro meses y medio había mandado el Ejecutivo.
Con 396 votos a favor, una abstención y 68 en contra del PAN, la cámara de origen aprobó el dictamen.
La reforma, que modifica los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución, había sido aprobada el pasado 24 de abril por los diputados. Pero seis días después, el Senado la rechazó y la mandó de regreso a la Cámara de origen.
En el Senado faltó un voto, del senador Salomón Jara, de Oaxaca, que se ausentó de la sesión al momento de la votación, por lo que no obtuvo la mayoría calificada para que se aprobara y tuvo que regresarse a la cámara de origen.
La principal enmienda a la propuesta de reforma se realizó al artículo 16 transitorio, en el que se reforzó el control del Estado en la admisión, promoción y reconocimiento de los maestros. En otras palabras, que el gobierno será el encargado de controlar las plazas magisteriales.
Durante la primera aprobación del dictamen este artículo fue calificado por legisladores de la oposición como una “manzana envenenada” pues, según dijo Carlos Romero Hicks, el coordinador de los diputados panistas, le podría dar control de las plazas laborales a los sindicatos de maestros.
Al final de dicho artículo se agregó la leyenda “prevalecerá siempre la rectoría del Estado”.
La reforma incluye a la educación inicial como educación básica, promueve la educación plurilingüe, con perspectiva de género y refuerza temas como la educación sexual, materias como la filosofía y el civismo, el fortalecimiento de las escuelas normales y la obligación del Estado de otorgar educación universitaria.
Esto último podría presentar un reto, pues, de acuerdo con lo expuesto por el coordinador de la bancada de Movimiento Social, Tonatiuh Bravo Padilla “no o se hicieron los cálculos de forma integral para que estos nuevos derechos se implemetaran al diseño presupuestal. Lo que podría ser un faltante importante para que se atienda esta demanda legislativa”.
Para que la reforma se discutiera de nuevo en este periodo, el Congreso convocó a un periodo extraordinario de sesiones que inició este miércoles 8 de mayo a las 10 de la mañana. Este periodo servirá también para discutir las leyes secundarias de la Guardia Nacional, la ley reglamentaria de Extinción de Dominio, la reforma de seguridad social para trabajadoras del hogar y otra sobre paridad de género.
Al explicar ante el pleno de la Cámara de Diputados los motivos de la sesión extraordinaria, el senador de Morena Martí Batres pidió que se priorizara la discusión en materia educativa, pues, se esperaba que, de ser posible, el dictamen quedara aprobado la noche del miércoles o la madrugada del jueves 9. Sin embargo, la aprobación del dictamen se hizo hasta pasadas las 10 de la noche, por lo que el Senado empezará la discusión de la reforma este jueves a partir de las 11 de la mañana.
Justo después del inicio del periodo extraordinario, los diputados aprobaron un receso y la reforma fue llevada a la junta de las Comisiones Unidas de Educación y Puntos Constitucionales.
Esto le sirvió a los legisladores del Partido Acción Nacional para votar por la negativa ante la reforma, pues aseguraron, se trataba de una falta a los reglamentos internos de la propia Cámara, por lo que cualquier resolución alcanzada por esa Comisión, aseguraron, sería ilegal.
Así, después de asegurar que la discusión en periodo extraordinario no representaba una urgencia legislativa, el panista José Elías Lixa acusó que no se había convocado a una reunión de la Comisión de manera adecuada, por lo que su fracción parlamentaria se levantó de la discusión, a partir de lo cual, dejaron clara su intención de no aprobar la reforma educativa.
Durante unos 30 minutos, el resto de los diputados de ambas comisiones discutieron el dictamen, haciendo pequeños cambios en cuestiones técnicas de redacción, de la que, de acuerdo con la presidenta de la comisión de Educación, la morenista Adela Piña, es la reforma más importante que será discutida en la presente Legislatura”.
Así, sin la participación del Acción Nacional, la reforma fue aprobada por unanimidad en comisiones para pasar al pleno de la Cámara.
Un par de horas después, a partir de las cinco de la tarde, inició el debate en el que nadie, ni los propios propios compañeros de Legislatura del orador en turno atendieran lo dicho. Discutían entre ellos, hablaban en pequeños grupos, como si, de antemano, supieran el destino de su voto.
El diputado Gerardo Fernández Noroña aseguró que, de no ser porque la oposición panista, él habría votado en contra de la propuesta. Sin embargo no lo hizo, pues de haber votado en ese sentido “significaría dar el aval a la oposición”.
Después de la votación en lo general de la propuesta de dictamen, los coordinadores de las bancadas hablaron de los beneficios que, afirmaron, traerá esta reforma.
Mario Delgado, de Morena, aseguró que el dictamen se aprobó sin argucias, pues todos los diputados sabían al tipo de discusión al que se presentaban. Ello con referencia a los dichos del PAN de calificar la sesión de comisiones como ilegal porque, según dijeron, la sesión de discusión en comisiones no cumplió con el reglamento interno de la Cámara.
El priista René Juarez Cisneros y el verde ecologista Arturo Escobar dijeron que, a pesar de haber votado a favor en la reforma educativa de 2013, que es abrogada por la reciente, reconocen el valor de la actual reforma, pues según ellos quita lo inservible de la anterior y añade mejoras.
“No nos podemos negar a todo, ser oposición para decir que no a todo no va. En política se busca lo posible, no lo deseable. En esta reforma todos coincidimos”, dijo Cisneros.
En su turno, Escobar aseguró que la reforma es tan buena que crea un marco constitucional “que aguanta para muchos años. Ojalá que permanezca, porque da los elementos para que sean cumplidos por muchos años”.
En cambio, para los diputados de Movimiento Ciudadano, esta reforma preserva muchas de las disposiciones de la anterior, como un instituto de evaluación, la selección de los docentes por medio de pruebas de aptitudes, experiencia y capacidades, y el fortalecimiento del sistema de carrera docente, ahora llamado de las maestras y maestros.
Así, alrededor de las 11 de la noche, después de una jornada de más de 12 horas, los diputados clausuraron la sesión extraordinaria, comprometiéndose a discutir las leyes faltantes en Comisiones entre los gritos que en conjunto coreban “ya cayó, ya cayó, la reforma ya cayó”.
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