Después de que trabajadores del megaproyecto Mitikah en el pueblo de Xoco talaran 56 árboles, vecinos que se han opuesto a la obra desde hace 10 años se reunieron para organizar acciones legales y de protesta en contra de la obra
Texto y fotos: Arturo Contreras Camero
En un diálogo colectivo, vecinos de la Colonia Xoco decidieron cerrar los carriles centrales de Avenida Universidad el jueves 9 de mayo, de siete a diez de la mañana, en su entronque con la calle Real de Mayorazgo, como protesta contra el ecocidio provocado por la empresa Fibra Uno el pasado sábado 4 de mayo al talar 56 árboles, según sus propios conteos, para la construcción del complejo Mitikah.
En las decisiones, los vecinos tambien pretenden demandar a la desarrolladora por la tala de los árboles, ya que, ellos aseguran se hizo sin los permisos correspondientes, violando el artículo 345 bis del Código Penal de la Ciudad de México, que prohíbe la tala de árboles en territorio urbano.
Los vecinos también pretenden reforestar la zona devastada y buscan organizar una consulta pública, junto con el Instituto Nacional Electoral, que les permita decidir si los pobladores del lugar quieren la construcción del complejo urbano que, hasta hace unos meses, contemplaba la construcción de la torre más alta de América Latina.
La torre Mitikah inició su proceso de construcción desde 2009, sin embargo, estuvo detenido por tres años por no contar con los permisos requeridos. Posteriormente se avanzó con la construcción de la primera fase del proyecto, que incluye una torre residencial de lujo de 65 pisos, una plaza comercial, un hospital y una torre de 11 pisos de consultorios médicos.
Además de la construcción de la torre más alta de América Latina, cuya construcción fue suspendida por el gobierno el 19 de marzo por que, de acuerdo con la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, “la Seduvi (Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda) en su análisis determinó que, en términos de agua, de movilidad era suficiente lo que ya se estaba planteando para que todavía muchas más personas vivieran en este sitio”.
A pesar de que esa torre se canceló, la construcción del complejo continúa, pues el resto de las torres residenciales no han sido cancelados. Además de la torre más alta del continente, a raíz de la tala del sábado pasado, el gobierno de la Ciudad de México aseguró que revocará el Permiso Administrativo Temporal Revocable (PART) para construir un deprimido vial que conecte el hospital y los departamentos existentes con el resto del complejo que ocupará lo que antes fueron las oficinas centrales de Bancomer.
“La idea de ese deprimido es que la gente que no viva o trabaje en ese complejo tenga que cruzar por abajo de la tierra. Por arriba solo los que pagan y los autos. Quieren privatizar el espacio público y cerrar esta calle”, asegura durante la asamblea vecinal René Rivas Valladares, de la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco.
Son alrededor de las nueve de la noche. Una centena de vecinos se reune frente a la lechería del pueblo de Xoco, en la calle de San Felipe. ahí, todos intercambian sus puntos de vista en contra del megaproyecto. Al encuentro no solo vienen vecinos de la zona, también habitantes de las colonias conjuntas, como la General Anaya, Villa Coyoacán, Portales y Florida. Incluso habitantes de la delegación Iztacalco y miembros de la Asamblea General de los Pueblos, Barrios, Colonias y Pedregales de Coyoacán, que desde hace unos años luchan contra la construcción de 4 edificios de departamentos sobre un acuífero somero al sur de Coyoacán.
Todos, aseguran, son afectados, de alguna forma u otra, por la construcción de este megacomplejo urbano. Como Gabriela Hidalgo Monroy, una maestra jubilada que ha vivido en la colonia vecina, General Anaya, desde hace más de 70 años.
“Todo esto empezó hace como 10 años, cuando era delegado Jorge Romero. Ellos dieron los permisos para la construcción de esas torres y de las otras siete City Towers que están sobre avenida Cuauhtémoc. Desde que empezaron a construirlas, en la zona se disparó el robo a casa habitación”, asegura.
“Yo no sé cuánto dinero hayan invertido, pero no me importa ¡Xoco no se vende!” grita otra de las vecinas en el micrófono, durante la asamblea. Ella asegura que en el terreno de lo que solían ser las oficinas centrales de Bancomer, hay restos arqueológicos sobre los que quiere pasar la constructora.
“Efectivamente, ahí hay restos arqueológicos, pero además, en ese terreno hay 150 árboles, de los cuales ya han empezado a tirarlos ahí adentro, silenciosamente”. La asamblea, a gritos, responde. “¡Sí! ¡Malditos! ¡Ecocidas!”.
De acuerdo con los vecinos, el permiso de construcción de un paso a desnivel que conectará las 4 fases diferentes del complejo urbano, se aprobó el 26 de mayo de 2017. Estas cuatro fases, aseguran, contemplan nueve torres de departamentos y oficinas, además de dos centros comerciales y un parque.
Para dar una idea del impacto que podría tener en la zona el megadesarrollo que pretende construir la inmobiliara Fibra Uno. Según René Rivas, de la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco, pone un ejemplo:
“Esto contempla la incorporación de 17 mil 980 cajones de estacionamiento extras. Esto le preocupa, pues, cuando hay un evento masivo en el Estadio Azteca, llegan a estacionarse 12 mil automóviles, dentro y fuera del estadio. Y para lograr desahogar las vialidades se requieren entre 500 o mil elementos de la policía ¿Se imaginan algo así, pero diario, en las calles de nuestro pueblo?”, pregunta. La asamblea responde un rotundo no a varias voces.
De acuerdo con los vecinos, el permiso para la tala de árboles lo expidió la anterior secretaria del medio ambiente, Tanya Müller, cinco días antes de que terminara su gestión.
A ese permiso, le faltaba la aprobación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vencida y de la de Seguridad pública; no obstante la tala se llevó a cabo.
Los camiones que se emplearon tenían rótulos con el emblema del gobierno de la ciudad de la administración anterior, aunque debajo de estos, tenían el logotipo de la alcaldía Benito Juárez.
La tala de árboles del sábado pasado es solo una muestra de las irregularidades en las que ha incurrido esta construcción.
Por ejemplo, en 2014 el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del entonces Distrito Federal determinó la nulidad de la Manifestación de Impacto Ambiental emitida por la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno capitalino en 2009, sin embargo, siguió su construcción siguió.
Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.
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