Gobierno de Yucatán clausura de paradores turísticos de opositores a granjas de cerdos

24 mayo, 2021

Tres días después de que la Suprema Corte de Justicia resolvió la petición de niñas y niños mayas de Homún de cancelar una granja de cerdos de la empresa Kekén, el gobierno de Yucatán realizó un operativo para cerrar los cenotes de los directivos Kanan Ts’ono’ot. Este lunes, el pueblo decidió cerrar todos los cenotes: «No nos van a intimidar»

Texto: Daniela Pastrana

Fotos: Alberto Velázquez

Actualización 24 de mayo

CIUDAD DE MÉXICO.- El miércoles 19 de mayo, los pobladores de la comunidad maya de Homún festejaban. Después de una larga batalla jurídica, la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió mantener la suspensión de operaciones de una granja de puercos propiedad del Grupo Porcícola Mexicano (Kekén). En la resolución del amparo que promovieron seis niñas y niños de esa comunidad, ubicada en la Reserva Geohidrológica Anillo de los Cenotes —la reserva de agua de la ciudad de Mérida— los ministros privilegiaron el ambiente y el cuidado de la niñez.

Pero el sábado 22, tres días después de la decisión de la Corte, el gobierno del estado realizó un operativo sanitario en los paradores turísticos de los integrantes de la directiva de Kanan Ts’ono’ot  (Guardianes del Cenote), el grupo que se ha opuesto a la instalación de la granja, y clausuró tres. ¿Los motivos? 

“A los que no tienen permiso para bebidas alcohólicas, porque no tiene permiso, y otro, que había una mosca. ¡Sí, eso dijeron!, que había una mosca y no fumigaron”, dice, vía telefónica, José May, propietario del parador de Santa Cruz.

“Yo creo que están muy molestos por lo de la Suprema Corte, porque era un operativo de la Secretaría de Salud estatal, pero llegó con la policía estatal y municipal. Muy prepotentes. A mí me querían llevar preso, porque no tenía mi INE, pero les dije que no lo tengo aquí, está en mi casa y mi casa está como a un kilómetro y medio. El caso era amedrentar, porque ¿cuándo se ve que una inspección de salud llegue con policías?”, lamenta.

Las autoridades estatales inspeccionaron todos los paradores de los opositores a la granja de Kekén y, al final, clausuraron tres: el comedor Santa María, que está al lado del cenote municipal, y los cenotes Santa Cruz -de José May- y Santa Rosa, de Gabriel Cabrera Pech, ambos integrantes de la mesa directiva.

La Península de Yucatán ha tenido en los últimos años el mayor índice de crecimiento en producción de puercos en el país: hasta un 14 por ciento anual. La multiplicación de granjas porcícolas está relacionada con la necesidad de China de alimentar a sus mil 400 millones de habitantes. De acuerdo con un informe de Greenpeace publicado el año pasado, en la región hay 257 granjas, operadas por cuatro grandes empresas: Kekén, Granjas Caroll de México, Promotora Comercial Alpro y Kowi Foods. Sin embargo, se estima que hay otras 400 granjas que no tienen ningún tipo de registro.

Homún, por su parte, era hasta hace unas décadas una comunidad con altos índices de marginación. Pero sus pobladores encontraron en los cenotes y el ecoturismo una forma de salir de la pobreza. La instalación de una granja que llevará 50 mil cerdos a una comunidad de 8 mil habitantes representa un fuerte riesgo para su breve historia de prosperidad. Pero sobre todo, para los cenotes. 

En 2017, los pobladores organizaron su propia consulta pública y lograron suspender la instalación de la granja con el argumento de que el proyecto vulnera los derechos de las comunidades en la región y sus fuentes de empleos. Después de ellos, otras 21 comunidades mayas de Campeche, Yucatán y Quintana Roo presentaron una denuncia ante las autoridades federales para que se cancelen permisos a las granjas porcícolas hasta que no “se cumpla con la legislación mexicana”.  Pero en Homún, la empresa insistió en su propósito, con el apoyo de las autoridades estatales. En 2018, seis niñas y niños de Homún presentaron una demanda de amparo, alegando que se pone en riesgo su futuro. Y esta semana, la Corte les dio la razón.

“Si quiero, te cierro los cenotes”

Hace dos años, en una mesa de diálogo con la empresa, sus representantes se retiraron lanzando una amenaza: “si quiero, le mando a cerrar los cenotes”. La historia la relata ahora el Equipo Indignación, organización que acompaña jurídicamente a Kanan Ts’ono’ot en la batalla contra la granja porcícola. En un comunicado, la organización recuerda que el 21 de septiembre de 2018 mientras el pueblo de Homún clausuraba simbólicamente la fábrica, un equipo de la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa) apoyado de la policía estatal, puso sellos de clausura en los cenotes de los 5 miembros de la coordinación de Kanan Ts’ono’ot

Para el Equipo Indignación, el operativo es un claro acto de represalia del gobierno del panista Mauricio Vila a la decisión de la Suprema Corte. 

“Está respondiendo con la represalia en contra de quienes han llevado por la vía pacífica la defensa de sus cenotes ante la imposición de una fábrica de cochinos en el municipio de Homún, otorgando permisos corruptos”, dice el comunicado de la organización. 

“Nos preocupa que pudiera derivar en la criminalización contra defensoras y defensores del medio ambiente y los derechos de los pueblos. Kanan Ts’ono’ot e Indignación expresamos nuestra intención de continuar esta dura, injusta y desigual lucha. Si estos actos tuvieron la intención de amedrentarnos y de deslegitimarnos, les avisamos que no nos intimidan”.

José May dice que no sabe aún qué es lo que sigue. Por lo pronto, este lunes hay una reunión de la directiva para definir qué acciones van a realizar.

La clausura, cuando apenas comienzan a reanudarse las actividades económicas después de la pandemia, es un duro golpe para pequeños propietarios de cenotes ecoturísticos.

“Nosotros cerramos seis meses y medio. Totalmente. Volvimos a abrir el 28 de septiembre. Y la recuperación es lenta, no es chévere. La gente tiene miedo de salir y los que salen es con desconfianza. Aunque tenemos todas las medidas sanitarias y cuidamos todos los detalles, la gente tiene miedo”, dice.

“Para empezar a operar, algunos prestamos dinero (la expresión se refiere a que pidieron préstamos). Yo presté. Para rehabilitar, para reparar todo y comprar lo que se necesitaba del restaurante.  Y ahorita que nos clausuran, es difícil. Pero yo lo veo como un acto de intimidación por lo de la Corte”. 

En el diagnóstico coinciden otros pobladores y activistas.  

“La gente del pueblo está muy molesta, porque ahorita que se está reactivando la economía es cuando más necesitan los paradores”, resume Alberto Velázquez, del área de comunicación de Equipo Indignación. 

“Esto es para amedrentarlos. No fue una simple inspección y directamente fueron a los de la directiva de Kanan Ts’ono’ot pero ellos están firmes en la lucha”.

Responden los cenoteros: «No nos vamos a rendir»

Este lunes, los cenoteros y paradores turísticos de Homún decidieron paralizar sus actividades durante 3 días, del 25 al 27 de mayo, en respuesta a lo que consideran una represalía del gobierno estatal por su oposición a la granja.

«Esperamos que con este paro, el gobierno decida darnos una respuesta para que ya no iga afectando a nuestro pueblo (…) seguiremos en la lucha y no nos vamos a dejar intimidar ni nos vamos a rendir», dice un comunicado de los cenoteros, a través del Equipo Indignación.

En el documento, aclaran que tomaron la decisión de cerrar tres días todos los cenotes a sabiendas de que sufrirán pérdidas económicas, «con lo difícil que ha sido la reapertura», y también que están conscientes de que su lucha contra la megagranja mueve «intereses económicos y políticos fuertes».

Ahora, el balón está del lado del gobierno: «Ojalá el gobierno también decidiera realizar una vigilancia estricta a los permisos y salubridad de las granjas de cerdos en Yucatán. Así tal vez empezemos a creernos que no fue una represalia por oponernos a sus intereses».

Quería ser exploradora y conocer el mundo, pero conoció el periodismo y prefirió tratar de entender a las sociedades humanas. Dirigió seis años la Red de Periodistas de a Pie, y fundó Pie de Página, un medio digital que busca cambiar la narrativa del terror instalada en la prensa mexicana. Siempre tiene más dudas que respuestas.