La detección de coágulos inusuales en el cerebro de una treintena de personas después de ser inoculadas con la vacuna Oxford-AstraZeneca ha generado una enorme discusión en muchos países sobre su seguridad. ¿Qué es lo que se sabe hasta ahora?
Texto: Daniela Pastrana
Foto: María Ruiz
CIUDAD DE MÉXICO.- Le llaman «trombosis de senos venosos cerebrales (TSVC)» y tiene en vilo los planes de vacunación anticovid de varios países del mundo. Algunos, como Alemania, Francia y Canadá, han decidido restringir la inoculación con la vacuna Oxford-AstraZeneca a un sector de la población. Otros, como Noruega y Dinamarca, no la están aplicando a nadie.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) aseguran que los beneficios de la vacuna son mayores que cualquier riesgo e insisten en que no debe restringirse su aplicación.
Científicos y reguladores de la seguridad de los medicamentos del mundo intentan averiguar si la vacuna está causando estos coágulos, y qué tan grande puede ser el riesgo.
Por lo pronto, el 1 de abril, la EMA confirmó la posibilidad de que haya un vínculo entre los coágulos de sangre extraños y la vacunación con AstraZeneca (llamada Vaxzevria) en personas jóvenes. Sin embargo, aclaró que no está probado.
El número de casos registrados es aún muy pequeño para considerarse significativo, por lo que, tanto la EMA como la OMS consideran que los coágulos de sangre deben incluirse como un efecto secundario poco común de la vacuna.
Recolectamos algunas de las preguntas más comunes que hemos recibido, con las respuestas que hay hasta ahora.
Según distintos estudios, la vacuna de AstraZeneca es muy eficaz, incluso con una sola dosis.
Un estudio escocés realizado con 1.14 millones de personas vacunadas mostró que cuatro semanas después de la primera vacunación, el riesgo de ser tratado en el hospital con un cuadro grave de covid-19 se redujo 94 por ciento. Dicho de otro modo: la vacuna evitó nueve de cada diez casos graves de la enfermedad.
Otro estudio británico mostró que incluso los síntomas leves de la enfermedad disminuyen significativamente (entre 60 y 75 por ciento) cuatro semanas después de la primera dosis.
Al 29 de marzo, se notificaron en Alemania 31 casos de trombosis de venas cerebrales especiales al Instituto Paul Ehrlich (PEI) luego de la vacunación con AstraZeneca. Diecinueve de las personas afectadas sufrieron una deficiencia de plaquetas y nueve murieron. La mayoría eran hombres entre 36 y 57 años. En Alemania se han aplicado más de 3 millones de vacunas de este laboratorio.
También en Reino Unido se detectaron casos de trombosis después de la inoculación. Pero el número es mucho menor que en Alemania: cinco casos de 11 millones de vacunas aplicadas. Los especialistas de EMA y OMS consideran que esto no es significativo aún y que la complicación puede considerarse rara.
En el último análisis que realizó la Agencia Europea de Medicamentos, detectó 86 eventos asociados con la vacunación en personas que presentaron trombosis después de que se les suministró la vacuna de Astrazeneca en una muestra de más de 200 millones, es decir una probabilidad del .00004 por ciento de presentar
Alemania, Francia y Canadá, restringieron la inoculación de este biológico a las personas de 55 años o menos; en Suecia y Finlandia, la edad mínima es de 65 años; en Islandia sólo se aplica a mayores de 70. Noruega y Dinamarca, han prescindido por completo de esta vacuna
En México, las autoridades han decidido seguir la línea de la OMS, que recomienda mantener la vacunación. Hasta el momento, no se ha confirmado ninguna muerte por trombosis después de aplicar más de 3 millones de vacunas Astra Zeneca.
En enero, estos mismos países restringieron la vacunación con Astra Zeneca debido a que sus estudios de fase 3 habían recabado muy pocos datos de personas mayores y consideraban que la muestra de ese sector poblacional no permitía evaluar de manera confiable cuán efectiva y segura sería la vacuna para ellos. Semanas después se demostró que la vacuna es segura y eficaz para los ancianos y en febrero se eliminaron las restricciones.
Sin embargo, en las últimas semanas aparecieron alertas por la acumulación aleatoria de complicaciones cerebrales después de la vacunación. El problema afecta principalmente a personas jóvenes y sanas, que no tienen un mayor riesgo de enfermarse gravemente de covid-19.
Es posible que el riesgo sea cero, ya que no se ha demostrado que las vacunas de AstraZeneca causen coágulos cerebrales. La EMA ha evaluado datos de todo el mundo y estima que el riesgo de TSVC es de menos de uno en 100 mil en personas menores de 60 años. Sin embargo, los científicos buscan averiguar si los coágulos reportados son un efecto secundario de la vacuna o una coincidencia que habría ocurrido de forma natural.
Ese es el problema de que sean muy pocos casos aún y con niveles de incidencia tan diferentes entre distintos países, como Alemania y Reino Unido. Una posible explicación está en el perfil de las personas que se vacunan, pues Alemania fue uno de los países que en enero se negó a usar la vacuna en adultos mayores; en cambio, Reino Unido comenzó a vacunar a los grupos de mayor edad, donde prácticamente no ha habido efectos secundarios por esta vacuna.
En Alemania, los ministros de salud de los estados federales decidieron restringir la vacuna solo a personas mayores de 60 años. Pero los adultos jóvenes podrán hacerlo con una evaluación médica previa. Esto porque se considera que algunas enfermedades previas pueden aumentar el riesgo de gravedad con covid-19. En México no se permite elegir la vacuna que se va a recibir y aún no empieza la vacunación para personas menores de 60.
Nada en la medicina es completamente seguro y en este momento, todas las personas vacunadas en el mundo somos parte de la última fase de estudios de los distintos biológicos. Se trata de una decisión de riesgo-beneficio. En un contexto normal, la medicina se basaría en el «principio de precaución» para confirmar la seguridad antes de administrar un nuevo medicamento a un gran número de personas. Pero en una pandemia, cualquier retraso en la vacunación de las poblaciones también puede tener un alto costo de vidas, explica un artículo de BBC.
“Solo basándonos en los datos de Alemania, del millón de personas vacunadas, se esperaría que 12 tuvieran un coágulo de sangre y cuatro de ellas murieran. Pero si un millón de personas de 60 años contrajeran el coronavirus, alrededor de 20 mil morirían”, dice el corresponsal en salud y ciencia, James Gallagher.
Científicos del mundo evalúan los datos, pero aún llevará tiempo tener respuestas más claras, concluye.
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