«No fue una píldora amarga»: dice México tras firma de T-MEC

10 diciembre, 2019

Foto: Presidencia

Por segunda vez, representantes de los poderes ejecutivos de México, Estados Unidos y Canadá firmaron el tratado de comercio que sustituirá al TLC. Los congresos de los tres países deben ratificarlo

Texto: Arturo Contreras Camero

Fotos: Presidencia

Con un nuevo sistema para arreglar disputas laborales y siete años para hacer que las manufactura automotriz use 70 por ciento de acero regional, representantes de Estados Unidos, Canadá y el presidente Andrés Manuel López Obrador firmaron las modificaciones al Tratado entre México Estados Unidos y Canadá.

Estas adecuaciones fueron puntos claves que México pidió volver a discutir, como reconoció en conferencia de prensa el jefe de la delegación negociadora de México, el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade Kuri. 

Hace más de un año, el primero de octubre de 2018, los presidentes de los tres países firmaron el tratado, sin embargo, el cambio de gobierno en nuestro país obligó a que ciertos puntos se volvieran a negociar. Hoy esas adecuaciones fueron aceptadas.

Estas modificaciones atienden temas claves en los que los países no lograba llegar a un acuerdo. Al respecto, el pasado domingo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, delimitó las «tres líneas rojas” que México no cruzaría en la renegociación de este tratado. 

Una de ellas era la incursión de inspectores laborales en empresas mexicanas para supervisar cuestiones sindicales y de contratos colectivos de trabajo. Las inspecciones se llevarían a cabo para verificar que México no violara las condiciones laborales marcadas por el Tratado. 

Para solucionarlo, el gobierno de México propuso la creación de un mecanismo especial de solución de conflictos. En pocas palabras, son paneles de conciliación muy parecidos a los que ya se aplican en cualquier tratado comercial alrededor del mundo. 

Otro punto clave corresponde con la inclusión de acero regional en la manufactura automotriz. Estados Unidos demandaba que todos los vehículos ensamblados en México fueran hechos con acero de los tres países desde el primer día de entrada en vigor del tratado. Actualmente, gran parte del acero que se usa en la industria automotriz y aeroespacial de México (que son los principales recipientes de inversión extranjera) es importado de países de América del Sur. 

Aceptar esa imposición, como la calificó el propio Seade, hubiera sido catastrófico para México. En su lugar se logró negociar un periodo de 7 años para que México logre una  acero producido en América del Norte a estas manufacturas, que es una de las principales cadenas de producción desarrolladas a partir del Tratado de Libre Comercio de 1994.

La misma demanda fue hecha sobre productos elaborados con aluminio, pero dada la casi inexistente industria del aluminio en México, esa cláusula quedó fuera del acuerdo.

“Les aseguro, en resumen, que es un tratado muy bueno y muy importante para México. No es una píldora amarga que nos hayamos tenido que tragar”,  el jefe de negociaciones mexicano.

Al respecto, el presidente López Obrador reconoció que la finalidad de este tratado es atraer más inversión para América del Norte. “Como todos sabemos, si hay inversión, hay crecimiento; si hay crecimiento, hay bienestar, y si hay bienestar, hay tranquilidad y hay paz”, aseguró. 

“Se logró la unidad de todos los países. De la América que vio nacer a Abraham Lincoln y de la América que vio nacer a Benito Juárez. Tenemos este acuerdo con América del Norte sin dar la espalda a nuestra américa”, dijo en Palacio Nacional. 

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De inspecciones laborales a los paneles de controversias

“El concepto de los inspectores queda completamente fuera”, aseguró Jesús Seade durante la conferencia de prensa posterior a la firma de los adendos al tratado. Después reconoció: “He escuchado que hay quienes en Estados Unidos dicen ‘tendremos inspectores’, pero es falso. No habrán. Ya saben, en estos temas hay quienes dicen lo que su público quiere escuchar”.

Desde hace un año el partido demócrata en la Cámara de Represenantes de Esados Unidos había tenido pláticas con el representante de comercio Robert Lighthizer para incluir las inspecciones laborales en el tratado.

En lugar de esas inspecciones, que en México se decía que vulneraban la soberanía nacional en temas laborales, se instalará un panel de resolución de conflictos, pero sólo para las disputas que incluyan la elección de un líder sindical, o en la creación o negociación de los contratos colectivos de trabajo. 

Para que estos paneles se activen, explicó Seade, primero tiene que haber una denuncia de parte de uno de los países firmantes del tratado. Tras la denuncia, el país aludido tendrá 85 días para identificar el caso y resolverlo.

Si el conflicto persiste, entonces se activará el panel para solucionar controversias, que estará integrado por tres personas. Dos de ellas, representando a los países en conflicto y un tercero de algún otro país para asegurar neutralidad. 

Para elegir a los dos panelistas cada país elaborará una terna de tres expertos. De esa terna, el país contrario elegirá a un representante. Por ejemplo, México seleccionará a un candidato de la terna de Estados Unidos y viceversa.

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Paneles para todo

Otra de las negociaciones que el gobierno de México reconoció como un buen resultado es la inclusión de paneles para dirimir otro tipos de conflictos, no solamente los laborales. Este tipo de paneles se habían pedido desde hace 26 años, cuando se negoció el TLC, pero Estados Unidos se había negado a entregarlos. 

Con excepción del TLC, nivel mundial, todos los tratados de libre comercio a nivel mundial contemplan este tipo de mecanismos. “Es oro molido para México. Antes, teníamos un sistema de resolución de diferencias muy fracturado. Este era un tema que Estados Unidos no quería aprobar, pero ahora hay certeza de que si Canadá quiere un panel lo va a tener, si México quiere un panel, igual. Eso no se tenía. Es lo más importante del TMEC. Es un logro mayor”, reconoció el subsecretario. 

Confianza en la aprobación del T-MEC

El siguiente paso es que los congresos de los tres países ratifiquen el Tratado. Al respecto, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, se mostró positivio. 

“Yo creo que México lo va a intentar sacar rápido, pero quedan muy pocos días (de sesiones) en el Senado. Puede que salga en el curso de esta semana, pero si no, será para la primera semana del próximo (periodo de sesiones)”, dijo.

Respecto al caso de Estados Unidos, estimó que en las próximas semanas el Senado de ese país ratificará el acuerdo, sin que se use com una palanca política para las elecciones presidenciales y de parte del Congreso,  que se llevarán a cabo en ese país el próximo año. 

“En Canadá puede que se tarde un poco más por cuestiones internas. Puede que se vaya a enero, pero eso no preocupa a nadie, ellos están totalmente comprometidos con el tratado”, dijo Ebrard.

En esta liga puede consultar el documento completo con las modificaciones hechas al T-MEC

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Periodista en constante búsqueda de la mejor manera de contar cada historia y así dar un servicio a la ciudadanía. Analizo bases de datos y hago gráficas; narro vivencias que dan sentido a nuestra realidad.