9 diciembre, 2019
Sin remediar los daños a las comunidades por el derrame de 2014, Grupo México ya opera una nueva mega presa de jales que se ha convertido en el nuevo peligro de la zona. Las empresas que ha contratado son consentidas de gobiernos locales y federal
Texto: Reyna Haydeé Ramírez / Investigación de Poder
Foto: Archivo / Héctor Guerrero
Con una capacidad para almacenar 2 mil 40 millones de metros cúbicos de desechos tóxicos, Grupo México opera una nueva presa de Jales de la mina Buenavista del Cobre en Cananea. Esta se cierne como la nueva y directa amenaza en los siete municipios del Río Sonora. Pero la empresa todavía no ha remediado el daño por el derrame de 40 mil metros cúbicos de lixiviados hace cinco años.
Para esta construcción, Grupo México subcontrató a empresas que han sido beneficiadas por los gobiernos estatales y federal en sexenios pasados. Así lo reveló una investigación realizada por la organización civil Poder.
La investigación reveló que 42 –de 52– subcontratistas para la nueva presa han sido beneficiadas de contratos con el gobierno. Desde 2009 a la fecha, el gobierno de México erogó a esas más de 47 mil millones de pesos; ello a través de mil 327 contratos. De esos, 482 fueron dados en adjudicación directa.
De esas firmas, 10, como ICA Flour Daniel, Siemens y Grupo Construcciones Planificadas están involucradas en la construcción de la Concentradora de Cobre II. Pero suman más de 41 mil millones de pesos por 829 contratos públicos.
Con los contratos de la última década, las empresas detrás de la expansión de Buenavista del Cobre podrían haber pagado 28 veces la sanción de 23.5 millones de pesos de multa por el mayor desastre minero en la historia de México.
La organización civil Poder realizó una investigación sobre la nueva presa de Jales, de la que se sabe que su construcción inició en 2013 y comenzó operaciones en 2015, apenas un año después del histórico derrame. Pero hasta ahora se desconoce el monto de la inversión.
El Proyecto Nueva Presa de Jales forma parte de la planta Concentradora de Cobre II, que a su vez es parte del plan de expansión de Grupo México, llamado Gran Visión y que se proyecta que dure hasta 2055.
La expansión también incluye el sistema de bandas Quebalix IV, una planta ESDE III, un patio de lixiviación llamado Tinajas, la construcción de 3 represos (Tinajas 1, Tinajas 2 y Álamos) y un área de Tepetate llamada Tinajas (terreros de desecho de cobre menor a .25 por ciento), según documentó PODER en 2015.
La nueva presa es parte del proyecto de expansión de Buenavista del Cobre, pero se construyó sin consultar a las comunidades aledañas. Incluso ni siquiera se les informó. La comunidad Bacanuchi, del municipio de Arizpe, se enteró debido a que circulaban por ahí y de pronto Grupo México les impidió el paso. Por ello, pobladores interpusieron un amparo, que ganaron en junio de 2019.
La superficie es de 3 mil 326 hectáreas en el municipio de Cananea, y se ubica a 27 kilómetros de Bacanuchi, un pueblo de .24 kilómetros cuadrados, con 200 habitantes, que a decir de Poder:
“Dentro del vaso de almacenamiento (de la nueva presa de Jales), cabría el poblado de Bacanuchi 138 veces”.
Esta presa de jales es adicional a la presa que ya tenía la minera desde que entró en operaciones.
De acuerdo con la investigación la nueva presa medirá 175 metros de alto y 10 kilómetros de largo. Ya actualmente la cortina contenedora por arriba tiene 20 metros de ancho, que son usados como camino para los vehículos de Grupo México y sus proveedores contratados para la construcción de la presa, precisa Poder.
“Del análisis del Informe Preventivo se desprende que Buenavista del Cobre no cumplió con requisitos estipulados en el Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente en Materia de Evaluación de Impacto Ambiental.
“No identificó ni estimó adecuadamente las emisiones, descargas y residuos, así como medidas de control. No describió todas las posibles sustancias generadas producto de las operación de la mina y que serán llevadas a la presa de jales”, se indica.
La presa de jales sirve para depositar los residuos resultantes del proceso de separación de metales en la mina. Los residuos que se depositan incluyen solventes contaminantes.
Profepa informó el pasado 6 de septiembre que del 19 al 23 de agosto realizó la inspección de la megapresa de jales. Todavía no se conocen los resultados de la misma, documentó Poder.
Para mayor información sobre este trabajo, entre al siguiente enlace de Poder
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Periodista de Sonora. Colabora para Medios en Internet y noticieros de radio en Sonora y Baja California Sur, y actualmente es beneficiaria del programa de becas para periodistas desplazados de la Red de Periodistas de a Pie. La mayoría de su trabajo está enfocado en temas relacionados con Justicia, corrupción, migración y Derechos Humanos.
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