Tres poemas inéditos de Eduardo Sierra Romero
Por: Eduardo Sierra Romero
Fotos: Duilio Rodríguez
Consume ya el fuego mis rincones y
la última fantasía lleva el imaginario del amanecer
que perdura en la ruptura del azar.
Mi dedo recorre el rosa horizonte y el
escalofrío erige un templo debajo de tus pies.
Ahoga el oro de toda la erosión
en las costas que hacen sombra al camino
del día, mientras tierra adentro resurge la vital
constante, presencia tuya.
La elegancia, la agilidad de lo extremo complejo
de nuestros parajes asolados seccionan al mundo
por la mitad, uniendo nuestras partes.
Abstracciones y prestidigitación,
abalorios en cuellos demasiado sedientos,
desiertos y ruinas de carbón
no existen cuando conjuro ante
albas nuevas la íntegra seducción.
Al principio las serpientes giraban por La Luna
buscando refugio del Sol,
pero ya es ocupada por el brillo natural de tu marea.
Penetra lo profundo los núcleos de lo aparente
en el acto de mirar tu precipicio, donde ya soy
la fuerza de gravedad.
No disculpa la noche lo perpetuo de tu luz,
susurra tras cada esquina en el rasgo de mis gestos,
atracción de la sorpresa a la vuelta de milenios.
Flota fugaz el pensamiento por todos los sitios
donde reposan las aves, pero es tu libertad
lo que persiguen por arriba del gélido viento de la
subida a la montaña.
Y yo, a su ritmo, consigo todos los felices
accidentes que presagian la reconfiguración en el final
de nuestro particular sentimiento.
Elige la poesía el surgimiento del refugio
cuando arrasa la tormenta, es la pequeña gruta de papel
sostenida por tu mantra.
En el centro se forja la era de la permanencia.
Al otro lado los iconos se superponen en la
danza de la saturación, y lo absurdo toma posesión de
nuestra ausencia.
Dentro gotea la tinta y la imaginación bordea
la locura, en el precepto de la aventura nos enfundamos
en nuestra piel tribal.
Edifican los rugidos su espontaneidad en la
marejada que asciende por el techo buscando
el consuelo del cielo al saber que ya no tenemos
necesidad de abrir otra puerta.
Nos proclamamos en destellos
embajadores de lo cósmico apretado entre caricias.
Entregas anteriores:
Nuestro Renacimiento
Poeta y periodista. Me interesa el autoconocimiento y la exploración intuitiva de la realidad desde la perspectiva espiritual.
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