El expresidente peruano acusado de crímenes de lesa humanidad, murió este 11 de septiembre a causa de cáncer. Sin haber cumplido su sentencia completa. 

Texto: Camilo Ocampo 
Foto: Especial X

CIUDAD DE MÉXICO.- El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad, murió de cáncer a los 86 años sin haber cumplido su sentencia completa, gracias a un indulto concedido por el Tribunal Constitucional del país que gobernó de 1990 hasta noviembre del 2000.

La noticia fue dada a conocer por su hija, Keiko Fujimori a través de la red social “X” :

«Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto papá!».

¿De qué se le acusó?

En 2009, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema condenó a Fujimori a 25 años de prisión, acusado de homicidio con alevosía, lesiones graves y secuestro durante las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, en Lima.

La primer matanza de la que se le acusa al expresidente ocurrió un 3 de noviembre de 1991, cuando seis hombres armados, pertenecientes al Grupo Colina o Escuadrón de la Muerte, ingresaron a un departamento del distrito de Barrios Altos en medio de una fiesta y dispararon contra los asistentes, asesinando a 15 personas. 

El grupo contrainsurgente, Colina, se caracterizó por ser una organización que bajo las órdenes de Fujimori, buscaba eliminar a los grupos revolucionarios de Tupac Amaru (MRTA) y Sendero Luminoso, ambas organizaciones de corte comunista. 

El objetivo durante la masacre, era capturar a sospechosos de Sendero Luminoso, pero de acuerdo a un testimonio recuperado por la BBC, todo se trató de un error por parte de inteligencia, lo que provocó que la reunión secreta duera confundida con un fiesta en la que asesinaron a civiles inocentes, entre ellos un niño de 8 años.

La segunda masacre en el expediente de Alberto Fujimori, ocurrió el 18 de julio de 1992, cuando miembros del Servicio de Inteligencia Nacional y de la Dirección Nacional contra el Terrorismo, la mayoría miembros de Grupo Colina, entraron a las residencias de la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle, conocida como La Cancuta.

El golpe contra la población, fue en respuesta a un atentado reivindicado por Sendero Luminoso en el barrio de Miraflores. En la residencia estudiantil, las tropas colocaron a los estudiantes bocabajo en el piso y en el lugar fueron separadas 9 personas del grupo, junto con el profesor Hugo Muñoz Sánchez, mientras se registraba la propiedad. De acuerdo a la Fiscalía peruana que llevó el caso, las 9 personas junto con el profesor, fueron víctimas de desaparición forzada y asesinadas.

En 1995, Fujimori declaró una amnistía que protegió a los miembros del escuadrón de la muerte, que participaron en ambas masacres, por las que se le condenó a 25 años de prisión.

Esterilización forzada

Además de las masacres de las que se le acusó al expresidente peruano, en 2021, un juez comenzó una investigación contra el mandatario y tres de sus exministros acusados de ser responsables en la esterilización forzada de aproximadamente 270 mil mujeres y 22 mil hombres, principalmente indígenas.

Entre 1996 y el 2000, se implementó en Perú una política de natalidad, la cual tenía como objetivo, supuestamente con el fin de reducir  la pobreza. 

¿Quién era Fujimori?

Nacido el 28 de julio de 1938 en Lima, hijo de padres procedentes de Kawachi, Japón. Alberto Fujimori, entró al ámbito político en Perú en medio de la crisis política de los 90, apenas unas semanas antes de las elecciones presidenciales de 1990, en las que participó y ganó en la segunda vuelta, ante Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa.

Fujimori arriba al poder en medio de un 7.000% de inflación anual y la presencia de grupos insurgentes armados que divisaban la inestabilidad del país y buscaban modificar el sistema administrativo. 

Uno de sus primeros movimientos como presidente fue la adopción del “Fujishok” o plan antiinflacionario, lo cual también generó descontento en varios sectores sindicales y del congreso.

Además de comenzar a implementar políticas neoliberales y la privatización de empresas clave del sector público y así atraer inversión extranjera, con lo cual redujo la híperinflación que heredó de años atrás. Lo que elevó su popularidad.

El 5 de abril de 1992, el mandatario aprovechó el descrédito en el que se encontraba la política peruana tradicional y observando que sus leyes eran constantemente desechadas, orquestó un auto golpe de estado con ayuda del ejército y tomó el Congreso y las sedes judiciales.

El segundo mandato

Después de acumular el poder en 1992, en 1995 fue reelegido en las urnas gracias al apoyo de las clases populares y la poca estabilidad del país.

Fue durante su segundo mandato que las denuncias de diversos sectores de la sociedad comenzaron a relucir, debido a la consolidación de un régimen cívico-militar y autoritario.

También durante esta etapa se implementó el plan de salud pública que fomentó la esterilización forzada contra mujeres y hombres de bajos recursos.

La caída del «fujimorismo»

En medio de denuncias de fraude electoral, Alberto Fujimori fue reelegido para un tercer mandato de 5 años en el 2000, sin embargo a los pocos meses del comienzo de su administración, salieron a la luz videos en los que se apreciaba a gente cercana a la campaña del 3 veces presidente sobornar a políticos y empresarios. 

Fue gracias a las políticas neoliberales que implementó, al clientelismo y la corrupción que él y la gente cercana a su círculo se comenzó a enriquecerse. 

El 19 de noviembre del mismo año por medio de un fax, enviado desde Tokio, lugar donde se refugió para evitar rendir cuentas ante las autoridades peruanas. 

Sin embargo su exilio a Japón generó mucha polémica y en 2005 fue detenido en Chile durante un viaje, gracias a una orden de arresto internacional en su contra. En septiembre de 2007 fue extraditado a Perú y comenzaron diversos juicios e investigaciones, Fujimori tuvo condenas por corrupción, allanamiento de morada, secuestro, robo de fondos públicos y crímenes de lesa humanidad.

En diciembre de 2023 el Tribunal Constitucional permitió una resolución en la que liberó al exmandatario de la prisión y nueve meses después murió.