La Convención Demócrata aprobó la candidatura de Kamala Harris a la presidencia, y con esto, selló la unidad interna para enfrentar a Donald Trump, ante quien proponen cerrar filas
Texto: Alejandro Ruiz
Fotos: Cuenta oficial Kamala Harris
CIUDAD DE MÉXICO. – El Partido Demócrata de los Estados Unidos formalizó la candidatura presidencial de Kamala Harris a la presidencia, luego de que el presidente Joe Biden abandonara la carrera por la reelección.
La nominación ocurrió durante el primer día de la Convención Demócrata, en Chicago. Ahí, Joe Biden, a quien los demócratas despidieron al empezar su convención, lanzó un discurso para respaldar la candidatura de Harris, hoy vicepresidenta.
«Será una presidenta a la que nuestros hijos puedan admirar. Respetada por los líderes mundiales, porque ya lo es (…). Será una presidenta histórica, que pondrá su sello en el futuro de Estados Unidos».
Antes del discurso de Biden, Harris pronunció unas palabras: “Vamos a pelear por nuestros ideales; cuando luchamos, ganamos”, y después agradeció a Joe Biden.
Junto a Harris también va Tim Wallz, gobernador de Minessota, quien podría convertirse en el próximo vicepresidente de los Estados Unidos.
El primer día de la Convención, además de formalizar la candidatura de Harris, también fue un acto de despedida para Joe Biden, quien al dimitir de su candidatura anunció que, una vez concluido su mandato, se retirará de la política.
Biden recibió aplausos de los mismos personajes que, meses atrás, criticaban su campaña a la reelección.
«Gracias a ustedes, y no exagero, gracias a ustedes, hemos tenido uno de los cuatro años de progreso más extraordinarios de la historia, y punto», dijo Biden aludiendo a Harris, actual vicepresidenta.
A partir de ese momento, el todavía presidente de los Estados Unidos comenzó a articular un discurso en contra del adversario de Harris en la elección: el republicano Donald Trump.
Su reclamo se centró en dos aspectos: la oposición de Trump al aborto, y también en su condena por falsificar registros comerciales para comprar el silencio de la exestrella porno Stormy Daniels.
Después, dijo: «Amo mi trabajo, pero amo más a mi país».
En su discurso, evitó hablar sobre la política migratoria o el financiamiento del genocidio israelí en Palestina, aunque aseguró que su gobierno ya está llegando a acuerdos para el alto al fuego, refiriéndose a la noticia que dio su secretario de Estado, Antony Blinken, quien después reunirse dos horas y media con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el Estado de Israel aceptó la propuesta.
El grupo político-militar Hamás, en cambio, criticó la mediación estadounidense. Acusó que se plegaba a las exigencias e intereses de Israel.
Las criticas más duras hacia Trump vinieron de Hilary Clinton, quien en 2016 contendía contra él para la presidencia, y perdió.
Que Hilary Clinton tomara el micrófono en la Convención Demócrata fue un acto, por lo menos, de redención.
En 2016, cuando Clinton fue candidata presidencial, los mismos demócratas que ahora le aplaudían pedían que la encarcelaran. ¿El motivo? Las filtraciones que reveló Wikileaks y que echaron abajo toda su candidatura, cuestionando su discurso progresista y de apego a los derechos humanos.
Pero ahora, Clinton parecía olvidar ese episodio, y de nuevo, arremetía contra su viejo enemigo: Donald Trump, «la primera persona en presentarse a presidente con 34 condenas por delitos graves».
Y añadió:
«Digan lo que digan las encuestas, no podemos cejar. No podemos dejarnos llevar por locos agujeros de conejo conspirativos. Tenemos que luchar por la verdad. Tenemos que luchar por Kamala como ella luchará por nosotros».
Después, felicitó la postulación de Harris, con quien aseguró que «las mujeres romperemos el techo de cristal».
«Quiero que mis nietos y sus nietos sepan que estuve aquí en este momento, que estuvimos aquí y que estuvimos con Kamala Harris en cada paso del camino. Este es nuestro momento, Estados Unidos. Ahora es cuando nos levantamos. Ahora es cuando nos abrimos paso. El futuro está aquí. Está a nuestro alcance. Vamos a ganarlo».
Tras el mensaje de Clinton, otros demócratas azuzaron los argumentos contra la candidatura de Trump. Destacaron, principalmente, el nombramiento de jueces conservadores en el Tribunal Supremo de Justicia, los mismos que eliminaron el derecho al aborto en el país.
El discurso lo enarbolaron víctimas de la regresión de estas leyes, como mujeres que no pudieron acceder a atención sanitaria, o el derecho a decidir sobre su cuerpo después de que las violaron.
Por otro lado, la senadora de Michigan, Mallory McMorrow, acusó que Trump basa su campaña en la Agenda 2025, un documento presuntamente elaborado por la Heritage Foundation donde aparecen los nombres de seis de sus exsecretarios de Gabinete y al menos 140 personas que trabajaron en su administración.
El documento, acusó McMorrow, restaría libertades democráticas a los ciudadanos estadounidenses y, además, daría a Trump pleno control de los aparatos y agencias de seguridad, como el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Servicio Secreto.
«Así es como funciona en las dictaduras. Y eso es exactamente lo que Donald Trump y sus secuaces de MAGA tienen en mente: una expansión de los poderes presidenciales como ningún presidente ha tenido o debería tener jamás».
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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