Las autoridades de Gaza revelaron que el genocidio perpetrado por el Estado de Israel ha dejado 40 mil personas asesinadas. Ante esto, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos afirmó que el mundo llega a una marca lúgubre

Texto: IPS

Foto: UNRWA

NACIONES UNIDAS. – El mundo ha alcanzado un hito lúgubre con el anuncio de que ya suman 40 mil los muertos en la palestina Franja de Gaza, escenario de una prolongada ofensiva militar israelí, deploró este jueves 15 el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.

Al conocer la cifra suministrada por el Ministerio de Salud de Gaza, el responsable de derechos humanos de la ONU afirmó que “el día de hoy el mundo llega a una marca lúgubre”, y destacó que “la mayoría de los muertos son mujeres y niños”.

Las autoridades de Gaza dan cuenta de la muerte en ataques israelíes de 11 mil 100 mujeres y 16 mil 500 menores de edad, y no discrimina si los hombres fallecidos son civiles o milicianos combatientes.

Türk dijo que en los últimos 10 meses han sido asesinadas unas 130 personas diariamente, y atribuyó gran parte de esta masacre al incumplimiento del Ejército israelí de las leyes de guerra.

Israel lanzó su ofensiva después de que la milicia islamista Hamás, basada en Gaza, atacó el sur israelí el pasado 7 de octubre, lo que causó cerca de mil 200 muertes y la captura como rehenes de unas 250 personas.

Los bombardeos y ataques de infantería y blindados han destrozado la mayoría de edificios e instalaciones de servicios esenciales en el territorio, enclavado entre Israel y Egipto, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes.

Türk calificó como perturbadora la magnitud de la destrucción de viviendas, hospitales, escuelas y lugares de culto por parte de la fuerza armada israelí.

El informe sobre el “hito lúgubre” coincide con el inicio en Doha de una nueva ronda de negociaciones para un alto el fuego con participación de representantes de Israel, Egipto, Estados Unidos y el anfitrión Qatar, pero ninguno de Hamás, aunque los gobiernos árabes involucrados harían de puente con la milicia.

De cara a esa cita, Türk urgió a “poner fin de una vez por todas” a los asesinatos que sufre el pueblo palestino e igualmente a liberar a decenas de rehenes que aún deben estar en poder de la milicia islamista.

Informó además que su oficina (Acnudh) ha documentado violaciones graves del derecho internacional humanitario tanto por los militares israelíes y como por Hamás y otros grupos armados palestinos.

Entretanto, desde territorio palestino se reportaron nuevas órdenes israelíes de evacuación –que preceden a bombardeos y ataques de infantería- en las zonas Al-Qarara y Al-Sathar en la ciudad sudoccidental de Jan Yunis.

Apenas hace dos días otras dos comunidades al este de Jan Yunis recibieron órdenes de trasladarse a una “zona segura”. Según la Oficina de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha), la orden afectó instalaciones de servicios esenciales, entre ellos ocho de agua y saneamiento, y dos centros de salud.

La inmensa mayoría de los habitantes de Gaza se han visto obligados a desplazarse a otro lugar de la Franja, y muchos de ellos más de una vez, para tratar de escapar a los bombardeos y ataques de las fuerzas israelíes.

Por otra parte, los equipos de la ONU advierten de que Gaza sigue corriendo un “alto riesgo” de que la poliomielitis se difunda, a menos que se dé una respuesta urgente y completa a la grave amenaza por medio de una vacunación masiva.

La advertencia se produjo después de que la Red Mundial de Laboratorios de Poliomielitis identificó el 16 de julio un poliovirus de tipo 2, derivado de la vacuna, en muestras de aguas residuales en junio en Jan Yunis y Deir al Balah.

A finales de julio las autoridades sanitarias de Gaza notificaron tres casos de parálisis y se enviaron muestras a Jordania para su análisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que los meses de combates han creado un “entorno perfecto” para que la vacuna debilitada del virus de la polio mute en una versión más fuerte.

Este trabajo fue publicado inicialmente en IPS. Aquí puedes consultar la versión original.