Hasta el día de hoy 16 funcionarios de la alcaldía Benito Juárez, incluido un exlcalde, están detenidos por su implicación en el caso del “cártel inmobiliario” que recibió pagos millonarios y departamentos por otorgar permisos indebidos de construcción. Vecinos de la demarcación aseguran que sigue funcionando bajo un esquema diferente

Texto: Arturo Contreras Camero

Foto: Alejandro Ruiz

CIUDAD DE MÉXICO.- La amplia red de funcionarios que aprobaron la construcción indebida de 260 pisos de más en toda la Benito Juárez sigue operando, aseguran vecinos del oriente de la demarcación. A pesar de que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México realizó una amplia investigación y detuvo a partes de su estructura, esta sigue operando usando el artículo 62 del Reglamento de Construcciones para el (entonces) Distrito Federal.

“El boom inmobiliario empezó en las colonias con más plusvalía, como la Del Valle. Después, cuando se denunció y se hizo un gran escándalo, el boom se vino al oriente, a las colonias donde los vecinos tienen menos acceso a la prensa y menos capacidad de agencia, y acá fue brutal”, explica María Luisa Rubio, vecina de una de las colonias más al este de la demarcación.

Desde hace poco más de diez años María Luisa se ha dedicado, junto a diferentes grupos de vecinos, a detener obras indebidas por toda la demarcación. Su cruzada le ha otorgado un conocimiento amplio sobre las dinámicas jurídicas y normativas de la construcción en la ciudad. 

Después de que se dio a conocer la investigación del Cártel Inmobiliario, a mediados de 2022, las obras en la demarcación no pararon. Sino que empezaron a usar, de forma turbia, el citado Artículo 62, un permiso para indicar que una obra no requiere un permisos de construcción. La norma está pensada para cuando alguien quiere realizar una intervención menor en un edificio. Estas modificaciones no deben cambiar la estructura de la vivienda e incluye la reparación de acabados o de instalaciones, impermeabilización de azoteas y demoliciones menores a 60 metros cuadrados.

Este tipo de obras han ido incrementando desde antes de 2021, cuando la explosión de un departamento en la colonia Acacias de esta alcaldía empezó a dirigir la atención sobre el tema. Según información recabada por María Luisa con ayuda de otros vecinos las obras bajo norma 62 pasaron de 308 en 2018, a 1,868 en 2019; para noviembre de 2021 se registraban 970.

Tuy 41, la muestra perfecta

En 2022, bajo la administración de Santiago Taboada, al mismo tiempo que se desarrollaba la trama judicial contra el cártel inmobiliario, en el número 42 de la calle Tuy, en la colonia Postal, un grupo de trabajadores empezó lo que parecía la remodelación de los últimos pisos del inmueble. 

“Fueron los vecinos de a lado, que son super truchas, los que se dieron cuenta que los trabajos eran más que una remodelación”, cuenta sobre el caso María Luisa.

“Fueron a verlos. ¡Ah, sí! Estamos remodelando, les dijeron. Tenemos permiso y aquí está. Ahí vieron el registro del artículo 62”.

Los vecinos se dieron cuenta que en realidad estaban construyendo un piso de más bajo la excusa de ampliar los cuartos de servicio en el que todavía pusieron otro más para los tinacos. A pesar de que la obra fue suspendida con sellos, las obras en su interior continuaron, hasta que, después de un viacrucis en Ministerios Públicos y oficinas gubernamentales, María Luisa y otro grupo de vecinos lograron frenar la obra. 

La vecina que para obras

El anuncio de una amplia remodelación del Polyforum Siqueiros que incluía la construcción de un rascacielos, alrededor del 2017, fue lo que detonó la entrada de María Luisa a la palestra del espacio público en la ciudad.

“Ahí empecé a conocer los trámites de construcción en la ciudad, así fue como supe que Medio Ambiente es la dependencia que recibe todo el expediente completo de todas las obras, porque es la última que da la resolución”.

A golpe de solicitudes de información, María Luisa obtuvo parte por parte y poco a poco el expediente completamente de la remodelación del Polyforum. Ahí empezó a ver los tipos de artimañas en las que se fundó el llamado cártel inmobiliario que ya estaba en ciernes. 

“Normalmente lo que pasaba es que los desarrolladores solicitan al Gobierno (de la Ciudad) autorizaciones específicas, sobre cambio de uso de suelo y esas cosas. La autoridad les dice que no, entonces, los desarrolladores se amparan y usualmente ganan, pues tienen despachos altamente especializados, dedicados a eso y a veces a sabiendas que las negativas del gobierno eran solo para salvar la cara, como pa’ decir: yo le dije que no, pero se amparó y me ganó. Esa fue por mucho tiempo la práctica” 

Con esa cercanía María Luisa constató algo. Puede que la construcción inmobiliarao se expanda por toda la ciudad y en todas la alcaldías, sin embargo, el tema con el cártel de la Benito Juárez es que desarrolló una operación sistemática que ha estado funcionando desde al menos la gestión de Mario Alberto Palacios Acosta (2009 – 2012)

Esta operación se ha usado para favorecer al grupo político de Jorge Romero, exalcalde y hoy diputado federal que busca la dirigencia nacional del PAN.

“A él y a todo su grupo los ves cómo vienen y ves cómo van creciendo políticamente y van teniendo vínculos con el gran empresariado”, dice la respecto María Luisa.

“En su primer informe, que fue en el World Trade Center, él dijo que cualquier vecino iba a poder entrar, se dijo que llamáramos a un teléfono en el que nunca contestaban para conseguir boletos. Conseguí los míos como pude y el lugar estaba lleno de operadores políticos y vecinos afines”

El evento, según una solicitud de información hecha por María Luisa, costó 145 mil pesos, pero no le cuadraba. El espacio era suficientemente grande como para un concierto y habían más de 15 pantallas de leds. En una entrevista posterior, Jorge Romero confesó que la infraestructura del informe había sido “un detalle” de su amigo, Leopoldo Hirschhorn, director de la inmobiliaria Casas HIR. 

Por colonias como la Postal, la del Lago, Albert y Zacahutizco, que escapan de la mirada de los medios se han aprobado decenas sino es que cientos de obras como las de Tuy 41, que son aprobadas como obras de remodelación que esconden un reacondicionamiento profundo de los espacios para venderlos como departamentos nuevos.