1 enero, 2024
La tambora, la trompeta, el saxofón y demás instrumentos tocan sin parar el cántico tradicional del baile del «viejo», una tradición que resiste en Unión Hidalgo: “Venimos buenas noches señores y señoras, venimos saludando para el año nuevo, caridad, caridad, venimos a pedir dinero para nuestros hijos en este nuevo año”
Texto y fotos: Diana Manzo/ IstmoPress
UNIÓN HIDALGO, OAXACA.- Juna y Pedro como este año se hacen llamar “El viejo y la vieja”, son dos hombres, uno caracterizado de mujer con ropa típica istmeña, su enagua y su huipil y el otro con sombrero y algunas veces bastón, y danzan al ritmo de la banda de música tradicional por las principales calles y espacios públicos durante todas las noches en la última semana del año.
Los Batugubiñas, es una banda de música tradicional y batucada conformada por jóvenes entre 17 y 25 años de edad, quienes este año, organizados e impulsados para rescatar esta tradición, decidieron salir a las calles danzando el baile del viejo.
“No queremos que muera, por eso estamos acá, diciendole a los jovenes, a la gente adulta, a los niños, que sigamos preservándola”
, dijeron los integrantes de batugubiña.
Pedro señala que salieron a las calles para alegrar a las familias, y para que no se pierda, pues ya no se ven los viejos danzando en esta comunidad.
La vieja en cambio dijo que danzar es increíble, porque se crean sonrisas, la gente se alegra y los recibe con gusto.
Bailar el viejo también es un arte porque no lo hace cualquier persona, sino debe ser alguien extrovertido que aunque venga cubierto del rostro con máscaras tendrá que quitarse la pena y salir a la calle a bailar de forma exagerada todos los ritmos sin caer en la vulgaridad.
“A la gente le ha gustado mucho, porque está volviendo a recordar, vamos a casa por casa y la gente nos recibe, nos aplaude y nos da unas monedas, todo lo que recolectamos, nos lo repartimos al final de la noche, realmente esta tradición es increible”, dijeron.
Las vecinas y vecinos de la comunidad han aplaudido esta iniciativa de los Batugubiñas.
“Se ha estado perdiendo esta tradición, por eso es que aplaudo que este grupo de jóvenes haya salido a las calles y nos comparta este baile, para que nuestras niñas, niños lo conozcan, muchos de ellos no saben, y más aún porque desde el 2017 nos tocó un sismo, de ahí la pandemia, entonces ya es justo retomarlo, estoy muy contento de ver a los viejos en las calles”, expresó Julio Alonso.
Durante el día y la noche del 31 de diciembre los danzantes cumplen más con su encomienda, levantan las prendas y las guardan, y para el siguiente año las desempolven y nuevamente las usan para continuar esta tradición.
“Nosotros danzamos por que este baile debe continuar viviendo con nosotros, al danzar sentimos como nos vibra el cuerpo, asimismo los que tocan los instrumentos, lo disfrutamos, por eso lo conservamos también, en un inicio pensamos que era solo para obtener dinero, pero a tres años, me atrevo a decir que es una experiencia muy enriquecedora”, recalcaron.
El cronista juchiteco, Tomás Chiñas Santiago lleva realizando desde hace 20 años estudios relacionados con este tradicional baile, el cual se caracteriza por preguntar “¿Zuyaa Hueelu la?”, el cual significa “¿Podemos bailar al son del viejo?”.
Chiñas Santiago narró que esta tradición del baile del viejo, surgió en el puerto de Veracruz en el año de 1875, y hay dos versiones sobre el origen, sin embargo, ambos reconocen que el baile se danzaba para despedir el año.
Para el cronista zapoteca , la segunda versión del nacimiento de este baile del viejo, se dio cuando un personaje de Corea de edad adulta, recorrió con música todos los rincones del puerto jarocho acompañado de un menor de edad, mientras el cantaba, la gente le regalaba monedas y con ello se implementó anualmente esta tradición.
Expresó que se desconoce la fecha exacta en que este baile aterrizó a tierras zapotecas, sin embargo dijo que desde su llegada ha sido recibida con mucha euforia.
Dijo que en su niñez, escuchaba hablar de María de la O, del puerto de Veracruz, y decidió investigarlo.
“María de la O, era una mulata representativa de la rumba cubana, y de ello, se inspiraron muchos autores. Esta tradición del viejo sigue resistiendo, porque además de Juchitán, en Unión Hidalgo, también lo danzan”.
El historiador zapoteca manifestó que el baile del viejo en la región del Istmo es muy peculiar y único, debido a que son dos hombres adultos, jóvenes o niños, quienes se visten, uno de mujer y uno de hombre, con ropa típica (enagua y huipil, pantalón y camisa).
Este artículo se publicó originalmente en ISTMOPRESS que forma parte de la Alianza de Medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultarlo.
Reportera en Unión Hidalgo, Oaxaca.
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