22 marzo, 2023
Este martes, el enviado especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry, asistió al aniversario del natalicio de Benito Juárez, en Oaxaca. Su llegada acarreó protestas en diversos puntos de ese estado y la capital del país, rechazando uno de los proyectos fundamentales entre ambos países: el corredor transístmico.
Texto: Alejandro Ruiz, con información de Diana Manzo / IstmoPress
Fotos: Alexis Rojas y Presidencia
CIUDAD DE MÉXICO. – Este martes el presidente López Obrador se reunió con el enviado especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry, invitado por la presidencia para la conmemoración del natalicio de Benito Juárez, en Guelatao, Oaxaca.
La reunión se da entre un clima de tensiones entre el gobierno mexicano y sectores del de Estados Unidos, las cuales han escalado en las últimas semanas. Esto, después de las declaraciones del Partido Republicano estadounidense, donde promueven una intervención en nuestro país por temas de seguridad, y la publicación de un informe sobre la situación de los derechos humanos en México, publicado por el Departamento de Estado norteamericano.
Sin embargo, esto pareció importar poco para el diplomático estadounidense, pues durante su intervención en los actos oficiales, aseguró que las relaciones entre ambos gobiernos se encuentran sólidas, inclusive, añadió: “Estados Unidos y México para siempre”.
Durante la jornada en Guelatao también estuvo presente el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, así como el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Previo a los actos oficiales, el canciller mexicano sostuvo una reunión con Kerry, en la que también estuvieron presentes Ken Salazar, el jefe para la Unidad de América del Norte, Roberto Velazco, y el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett. El objetivo de esta visita, declaró Ebrard en twitter, era fortalecer el uso de energías renovables y la cooperación binacional para combatir el cambio climático.
Posterior a los eventos públicos, el presidente informó que sostuvo una reunión privada con John Kerry y funcionarios del sector energético de México. El motivo: discutir los proyectos en común que favorecen a ambos países, priorizando el uso de las energías renovables.
Aunque no todo fue miel sobre ojuelas
Ante la visita de Kerry a México, afectados por las obras del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) instalaron un bloqueo carretero sobre la vía federal transismica a la altura de San Juan Guichicovi, Oaxaca. Demandaron la instalación de una mesa de diálogo con autoridades del gobierno federal y estatal que encabeza el morenista, Salomón Jara Cruz.
Con pancartas y una manta, los pobladores de origen mixe leyeron un documento en la cual manifiestan su inconformidad por las obras que se realizan en su comunidad, en la cual señalaron hay afectaciones y falta de cumplimiento de acuerdos.
Los afectados dijeron que la rehabilitación de las vías férreas en el tramo Mogoñe Viejo-Vixidu pretende reubicarlos de sus viviendas, con el pretexto que existe un derecho de vía, el cual no está estipulado en la carta magna. Aseguraron que el gobierno hace uso de un tratado de la época del porfiriato para desplazarlos.
A través de un video, los manifestantes exigieron al presidente López Obrador ordenar al gobernador oaxaqueño la instalación de una mesa de trabajo, con la finalidad de atender sus demandas añejas, principalmente en el ámbito de la salud y las fallas contantes de energía eléctrica.
Dijeron que la visita de Kerry a México su visita responde a que el gobierno federal ha pactado con el gobierno de los Estados Unidos la construcción de cuatro parques eólicos y de un gasoducto con inversión norteamericana. Hasta este momento no existen manifestaciones de impacto ambiental ni consentimiento de las comunidades de la región para dichas obras.
“En la zona no tenemos una clínica de salud de primer nivel, la única que tenemos es del IMSS Bienestar y que no se da abasto con las atenciones, y también tenemos otro hospital que está abandonado, entonces estamos muy rezagados en el ámbito de la salud”, externó Andrés Pérez Hernández, afectado.
Carlos Beas Torres, asesor de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, señaló que unas 700 familias podrían ser reubicados, aunque aclaró que no existe un censo real para comprobarlo.
Agregó que la falta de transparencia y desinformación de parte del Corredor Interoceánico ha provocado que no hayan datos precisos y tampoco se conoce el plan maestro de este megaproyecto.
Además de la reubicación, también están amenazados las parcelas y las tierras de uso común que cada comunidad tiene, pero eso no se comenta ni se habla.
Colonias de Salina Cruz , El Jordán en Tehuantepec, Rincón Viejo, Tolosita y Palomares, en Matias Romero, serán reubicados de acuerdo con este megaproyecto que además de la rehabilitación de las vías férreas desde el puerto de Salina Cruz, Oaxaca hasta Coatzacoalcos, Veracruz, también contempla la construcción de un rompeolas y 10 parques industriales que se instalaran en territorio oaxaqueño y veracruzano.
A la vez, también en la Ciudad de México integrantes de organizaciones sociales y de pueblos y comunidades indígenas protestaron ante la llegada del enviado especial de la Casa Blanca.
Sobre Avenida Reforma, activistas marcharon y realizaron actos culturales rechazando la presencia del funcionario norteamericano, asegurando que ésta tenía el objetivo de pactar “el despojo de las comunidades y pueblos indígenas”.
Después, afuera de la embajara estadounidense en México, los activistas aseguraron que el Corredor Transístimco va a «contaminar el agua y viento, en 21 municipios es el efecto de mega proyecto. Este presidente está entregando a los intereses, estamos aquí para denunciar esta situación que es muy vergonzosa».
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