La alcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, anunció a su llegada que tomaría medidas para disminuir los altos índices delictivos que le heredaron pero paradójicamente las denuncias crecieron. Cuevas ha pedido más coordinación y presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana
Texto: Alejandro Ruiz
Foto: Eduardo Morales / Cuartoscuro
CIUDAD DE MÉXICO.– Hace unas semanas dos asaltos se hicieron virales a través de las redes sociales. Ambos ocurrieron en negocios ubicados en la alcaldía Cuauhtémoc, de Ciudad de México.
Llamó la atención el modo en el que los delitos se cometieron (además de ocurrir en el primer cuadro de la ciudad): en ambos casos, los asaltantes arribaron a los establecimientos a bordo de un vehículo, portando armas de fuego. En ambos casos ocurrieron durante horarios concurridos, con clientes consumiendo en los lugares. En ambos casos, los delincuentes despojaron de sus pertenencias a los clientes, trabajadores y se llevaron el dinero del lugar.
Aunque pareciera algo común en una de las ciudades más grandes de Latinoamérica, en realidad, ambos asaltos reflejan un modus operandi compartido, donde la elección de los establecimientos no parece azarosa. Por ejemplo, algo que comparten ambos lugares es el tipo de clientela a la que atraen, jóvenes clase media con interés en consumir eventos culturales (uno de los establecimientos era un cine, y el otro ofrecía un concierto), el tipo de población a quienes la alcaldía y el gobierno de la ciudad pretenden atraer a habitar esta demarcación.
Hasta el momento las autoridades no tienen identificados a los asaltantes, y ambos establecimientos han presentado las denuncias correspondientes para esclarecer los delitos. Tampoco se ha confirmado si los hechos fueron ejecutados por un grupo delictivo en específico.
En un sondeo con vecinos de las zonas donde ocurrieron los delitos, la mayoría de los vecinos entrevistados dijo sentirse inseguro en sus colonias, particularmente en la noche, cuando la presencia de la policía baja. También expresaron su preocupación por una percepción de aumento en los asaltos y robos en la delegación.
Estos hechos han pasado a engrosar las estadísticas delictivas de la alcaldía Cuauhtémoc, la cual, durante este año, y de acuerdo con la información de incidencia delictiva de la Fiscalía capitalina, durante todo 2022 ha mantenido el primer lugar de criminalidad de la ciudad.
El gobierno de Cuauhtémoc, por su parte, no ha emitido ninguna opinión al respecto.
En diciembre de 2021 la delegación Cuauhtémoc renovó su alcaldía con la panista Sandra Cuevas al frente. En aquel entonces, la nueva jefa delegacional dijo que había heredado una demarcación con altos índices de inseguridad, y que su compromiso sería atender las demandas de la ciudadanía. Entre otros compromisos, dijo que crearía un nuevo grupo policial y colocaría más cámaras. Sin embargo, la reducción de la inseguridad aún no aterriza en la realidad, como lo muestran los recientes asaltos en la alcaldía.
Los registros de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México también dan cuenta de ello.
En su primer año de gestión de Sandra Cuevas, de octubre de 2021 cuando tomó posesión como alcaldesa, a septiembre de 2022, la alcaldía Cuauhtémoc acumuló 36 mil 53 delitos, de acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, lo que significa 13 por ciento más que los 31 mil 873 registrados en los 12 meses previos.
Y pese a que este 2022 significa una disminución respecto a 2019, la inercia positiva de disminución de delitos en la demarcación se rompió con la llegada de Cuevas.
De acuerdo con la sistematización de la Fiscalía, los delitos contra el patrimonio son, por ejemplo, el robo (con violencia y sin violencia) a transeúnte, transporte público y establecimientos; así como el fraude, la extorsión y el daño a propiedad pública o privada.
Aunque la alcaldía ha ocupado históricamente el primer lugar en incidencia delictiva de la ciudad, y las cifras rebasan más de mil casos por mes, hasta 2018 la tendencia venía siendo a la baja, destaca el director del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés.
“En el periodo 2019-2021 disminuyó la incidencia delictiva en un 53 por ciento, en 14 delitos de alto impacto. A la vez, comparando los datos de 2022 con los de 2019, hubo una disminución del 54 por ciento, lo que nos deja una inercia positiva de disminución de estos delitos en un punto porcentual”.
El Consejo Ciudadano de Seguridad es una organización civil que, de acuerdo con su descripción, está integrado por académicos y empresarios de la ciudad para procurar el acceso a la justicia en la capital del país. Su labor, financiada con recursos privados y públicos que incluyen a la misma Fiscalía de la Ciudad y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, estriba en realizar programas de acompañamiento y prevención del delito con diversas instancias de gobierno y la ciudadanía.
Chiprés añade que esta incidencia a la baja no ha sido, específicamente, por un trabajo del nuevo gobierno de la delegación a cargo de Sandra Cuevas, sino que más bien es una tendencia acorde con las políticas generales del gobierno de la Ciudad.
“Esto ha sido gracias a la presencia de la policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía. La evidencia muestra que la baja en la incidencia inició en 2019, no en 2021. En términos agregados, acumulados, la mayor cantidad de los delitos comenzó a disminuir desde 2019”.
En el plan de gobierno presentado por la alcaldesa Sandra Cuevas se lee que “la pasada administración nos heredó altos índices de violencia y delincuencia, reportando la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México tan sólo en 2020, doce mil setecientos noventa y seis carpetas de investigación de delitos, y mil seiscientos cuarenta y tres carpetas de investigación abiertas de delitos de alto impacto”.
Este diagnóstico, y su crítica a las administraciones pasadas, motivaron a que la alcaldía Cuauhtémoc prometiera mejorar las condiciones de seguridad de la demarcación instalando búnkers de seguridad en puntos estratégicos para tareas de monitoreo e inteligencia, así como operativos específicos en colonias o zonas rojas de la alcaldía.
Desde su llegada se han construido 15 búnkers, con cámaras de seguridad y policías adscritos a los cuerpos de seguridad de la alcaldía. También se han realizado operativos para normar el comercio informal en zonas como Tepito, la Lagunilla y Tlatelolco. Estas acciones formaron parte de un plan que, en junio de este año, la alcaldesa nombró “Blindar Cuauhtémoc”.
Sin embargo, las cifras de delitos en la alcaldía no se han reducido, como lo muestran los informes de la Fiscalía capitalina. A la vez, aún con las insistencias, la coordinación entre la SSC y la Cuauhtémoc sigue siendo un tema pendiente.
La función de la alcaldía en las tareas de seguridad es ambigua, pues aunque brindar seguridad es una tarea que compete a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, los trabajos de la alcaldía estriban en presentar diagnósticos y programas preventivos para atender la criminalidad en la zona. No obstante, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, la alcaldía también realiza trabajo en campo con policías adscritos a esta demarcación. A la vez, figuras como el Comité de Seguridad Ciudadana de la alcaldía, han sido espacios que Cuevas ha destinado para crear y proponer estrategias de seguridad en la Cuauhtémoc.
Los trabajos en seguridad entre la alcaldía y el gobierno de la ciudad son coordinados, y dependen de presupuestos y planes integrales diseñados en conjunto con el gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, parece que tal coordinación entre la SSC y la delegación Cuauhtémoc no camina muy bien, pues Sandra Cuevas ha denunciado que no existe un apoyo por parte de la dependencia al mando de García Harfuch para reforzar la seguridad en la delegación.
Por ejemplo, a inicios de noviembre de este año, Sandra Cuevas anunció durante la undécima sesión del comité de seguridad ciudadana que se incorporarían a 50 elementos policiacos a la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de la alcaldía para reforzar la seguridad en colonias en donde se han identificado un alza en el número de delitos cometidos. También se informó de la implementación de operativos específicos para la temporada navideña, y a la vez aseguró que sigue en la disposición de coordinar labores de seguridad con la SSC de la capital.
Pese a estos desencuentros, Chiprés agrega que de acuerdo con los datos sistematizados por el Consejo ciudadano, delitos como el robo a transporte, el secuestro, la extorsión, y el robo a casa habitación y lesiones con arma de fuego han tenido una tendencia a la baja en la demarcación.
“Con todo y todo, sí ha habido unas mejoras que son más remarcables que otras”, añade.
Actualmente, de acuerdo con el boletín de la Fiscalía para el mes de octubre, en la alcaldía Cuauhtémoc se cometieron 3 mil 138 del total de delitos durante ese mes. Siendo aquellos que atentan contra el patrimonio (mil 834 casos reportados) los que ocupan el primer lugar.
Las causas para explicar la actividad delictiva en la alcaldía, explica Salvador Chiprés, pueden ser variadas, pero existe un factor que permite explicar la criminalidad en la zona: la reactivación económica por la pandemia.
El cierre temporal o definitivo de algunos negocios durante la contingencia sanitaria también influyó en el tipo de delitos que se comenten en la ciudad. Particularmente en la alcaldía Cuauhtémoc, donde se concentra el mayor número de negocios de la ciudad, implicó una reducción de algunos delitos.
Sin embargo, al reactivarse la economía e incentivar el turismo y las actividades comerciales, los grupos delictivos han retomado las andadas que también habían pausado durante la pandemia. Teniendo, a su vez, nuevas generaciones que se han incorporado a la vida criminal de la ciudad.
“En principio hay que asumir que la reactivación económica creó condiciones para que los delincuentes sintieran que tuvieran que regresar a la parte material de su incursión. Es posible que haya alianzas diversas entre los grupos delictivos, así como una nueva generación de personas que están en la criminalidad”, refiere Salvador Chiprés.
Esto puede explicarse debido al empobrecimiento derivado de la pandemia, pero también, ante una omisión de autoridades y ausencia de estrategias integrales de seguridad en la ciudad.
“Es probable que haya una situación percibida por los delincuentes de una falta de coordinación entre la alcaldesa y las autoridades gubernamentales. Este conjunto de elementos opera para que la criminalidad se comporte como está ahora. Aunque hay que ser claros, hasta el momento nosotros no hemos recibido reporte de corrupción de autoridades policiales, pero esto no exime que estos casos puedan existir aisladamente”, enfatiza el director del Consejo Ciudadano de seguridad.
A la vez, el incremento de grupos del crimen organizado en la ciudad es otro factor a tomar en cuenta para analizar la incidencia delictiva en la capital del país. Por ejemplo, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Cdmx, en la ciudad operan tres carteles con presencia nacional: La Unión Tepito; el Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Tláhuac.
Estos grupos, a la vez, operan a través de subgrupos o “pandillas” distribuidas en diversas zonas, colonias o barrios de la ciudad. Entre las actividades que más se les atribuyen son los delitos de extorsión (o comúnmente conocida como el “cobro de piso”), el secuestro, la piratería, la trata y el narcomenudeo.
Aunque el Consejo Ciudadano enfatiza que dentro de sus análisis no mencionan a grupos del crimen organizado, Salvador Chiprés enfatiza que existen diferencias entre grupos familiares o delictivos que se asientan en distintas alcaldías, lo que también propicia a que no se pueda generar una estrategia de seguridad integral para la ciudad.
“Ahí hay un tema donde no hay una misma identidad y visión de lo que debe respetar la autoridad y el orden. Mientras eso no se cambie vamos a tener subes y bajas en incidencia delictiva que pueden ubicar grupos familiares, de barrio, o bandas criminales”, expresa.
Y concluye que, para hacerle frente a esto –además de las políticas gubernamentales para desarticular la criminalidad a gran escala– es necesario que los gobiernos de las alcaldías y de la ciudad entetejan una estrategia integral que involucre la participación activa de la ciudadanía en la seguridad, incentivando su participación y fortaleciendo la comunidad.
“Primero que nada creemos que, en medida que la comunidad es fuerte, la inseguridad irá a la baja, pero para esto es necesario hacer una estrategia integral que involucre a todos los actores de gobierno”.
Periodista independiente radicado en la ciudad de Querétaro. Creo en las historias que permiten abrir espacios de reflexión, discusión y construcción colectiva, con la convicción de que otros mundos son posibles si los construimos desde abajo.
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